La ampliación de la desaladora de Valdelentisco ha obtenido del Ministerio para la Transición Ecológica el visto bueno ambiental. En una resolución publicada este lunes en el Boletín Oficial del Estado, el departamento de la ministra Sara Aagesen considera que el proyecto que llevaría la producción anual de la planta a 70 hectómetros cúbicos no es necesario que se someta a una evaluación de impacto ambiental ordinaria (un examen más complejo de la obra). Esto se debe a que el Ministerio no prevé «efectos adversos significativos sobre el medio ambiente».
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Acuamed, responsable de la instalación, tiene ahora vía libre para licitar las obras, algo que se espera para este mismo mes de febrero, tal y como anunció el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, durante el Foro del Agua organizado la pasada semana por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) y LA VERDAD.
La inversión con fondos europeos alcanza los 91 millones de euros para ampliar la capacidad de producción de Valdelentisco, más otros 43 millones para construir la planta solar que alimentará la desaladora. El diseño de las obras se adaptará a las recomendaciones ambientales realizadas por varias instituciones, con el fin de reducir los posibles impactos sobre el fondo marino.
Las obras en la planta de Águilas, por otro lado, ya se han iniciado con un presupuesto de 45 millones de euros y se prevé su finalización en el segundo semestre de 2026. El Ministerio también sacará pronto a información pública el proyecto de la instalación fotovoltaica para la desaladora de Águilas.
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