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El magistrado murciano Manuel Luna Carbonell (El Llano, Molina de Segura, 1973) no encontrará oposición en su pretensión de colocarse al frente del Tribunal ... Superior de Justicia (TSJ) de la Región. Tal y como avanzó LA VERDAD, Luna, que hasta hace unas semanas ejercía de secretario general del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), presentó su candidatura a la presidencia de este órgano el pasado 24 de febrero, el día que culminaba el plazo para optar a presidir el órgano más elevado de la Comunidad.
Una vez publicada la convocatoria de la plaza y concluido el plazo de presentación de solicitudes, el CGPJ ha hecho público que Luna es el único candidato en optar al cargo. Pese a ello, el magistrado deberá seguir el protocolo habitual y someterse a una entrevista individual con los miembros de la comisión de calificación del Consejo. Finalmente, el órgano de gobierno de los jueces celebrará un pleno para lanzar una fumata blanca que, en el mundillo judicial, ya se da por hecha.
Este magistrado, titular del juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Murcia, ya ejercía como letrado del CGPJ antes de asumir el puesto de secretario general, en Madrid, en octubre de 2023. Casado y padre de tres hijos, desempeñó durante años su labor en la judicatura al frente de un juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Molina de Segura y, posteriormente, fue destinado a Elche, a la jurisdicción Contencioso-Administrativa. Durante años, fue también presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) de Murcia.
En una entrevista concedida a LA VERDAD en 2018, Luna confesaba que «la lentitud de la Justicia me indigna doblemente, porque me indigna como ciudadano y me indigna también como responsable de ese servicio». En sus diferentes facetas, siempre ha aprovechado para reivindicar la falta de medios de la Justicia regional. «Los medios dependen de la clase política, del poder ejecutivo. Siempre se habla de la división de poderes -legislativo, ejecutivo y judicial-, pero al judicial, tan importante en su función de control, de contrapeso, quien lo dota de medios para que pueda ser eficaz es el ejecutivo», remarcó.
El actual presidente de este organismo, Miguel Pasqual del Riquelme, ya quiso dejar claro en noviembre, durante una reunión de la Sala de Gobierno, que no optaría a un nuevo mandato -como muchos daban por hecho- y su decisión pilló a la judicatura regional con el paso cambiado. Las quinielas de quién podría colocarse al frente del TSJ -un puesto que Pasqual del Riquelme lleva años ocupando en funciones debido al bloqueo del Poder Judicial- llevaban semanas apuntando a Luna.
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