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'Hippocampus'. Caballito de mar pintado por La Compañía de Mario en 2021 junto a una zona de aparcamiento del centro del municipio de Los Alcázares.

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'Hippocampus'. Caballito de mar pintado por La Compañía de Mario en 2021 junto a una zona de aparcamiento del centro del municipio de Los Alcázares. Vicente Vicéns / AGM

Un gran museo al aire libre junto al Mar Menor

La Compañía de Mario coloca a Los Alcázares en el mapa mundial del arte urbano con 'El sueño de Turing', una obra que aspira a ser la mejor del año 2023

Viernes, 12 de enero 2024, 00:40

Los diminutos chispazos que colorean las lentes de las gafas de sol de Willy e Isaac no dejan lugar a dudas. «Nos puedes llamar grafiteros o artistas urbanos, pero no dejamos de ser pintores», confirma Goyo. También se presentan como tres de los superhéroes callejeros que dan vida a La Compañía de Mario, una asociación cultural «abierta y alternativa» que nació hace diez años en Los Alcázares con el objetivo de crear junto al Mar Menor el museo al aire libre más grande del mundo.

«Teniendo en cuenta la extensión que suman los cuatro municipios que comparten la laguna salada –Los Alcázares, Cartagena, San Pedro del Pinatar y San Javier–, podríamos conseguirlo con la implicación de todos los ayuntamientos», comentan con la ilusión de unos artistas que se definen como «excesivamente sensibles» y que dicen estar encomendados a las órdenes de Mario, un chico con parálisis cerebral al que Willy envió una carta en 2013, cuando aún era tan solo un crío.

«Al final todo en la vida va cobrando sentido. Conocí a su tía, me habló de su situación y le escribí coincidiendo con su cumpleaños para decirle que todos tenemos un superpoder y que utilizase su inteligencia para vencer sus miedos, aunque su enfermedad no le permitiera mover el cuerpo», rememora este madrileño de 50 años que se instaló en Los Alcázares hace catorce en una «etapa vital gris», según confiesa.

Mario, el superhéroe jefe

«Cuando llegué aquí era un 'hippie' vago que se tomó un año sabático para replantearse su existencia. Me instalé en un garaje para pintar porque me relajaba y dejé la puerta abierta. Así empecé a conocer a un montón de gente del pueblo que hacía cosas muy interesantes y a la que solo le faltaba un punto de encuentro. Entonces pensé en montar una asociación cultural, que al principio se llamó La Compañía, pero que fue de Mario en cuanto le conocí. Él es nuestro jefe», resalta.

Con Mario como superhéroe protagonista de esta historia y el caballito de mar como aliado incondicional de aventuras, la asociación ha impulsado más de 150 obras pictóricas de diferentes formatos y estilos, con las que artistas de la casa y reconocidos grafiteros invitados –llegados de diferentes puntos de España– han llenando de color muros y fachadas de Los Alcázares.

La sorpresa ha llegado con su última creación, 'El sueño de Turing', un trabajo con el que han conseguido ir mucho más allá de lo que podrían imaginar: poner a la Región de Murcia en el foco del 'street art' a nivel internacional. Se trata de una obra de grandes dimensiones (15 metros de alto por 16 de ancho) pintada el pasado mes de diciembre sobre el lateral de un edificio de viviendas, ubicado entre las calles Durango y Marqués de Ordoño.

Este mural, que invita a reflexionar sobre el devenir de la humanidad con la irrupción de la inteligencia artificial, aspira a convertirse en el Mejor Grafiti del Mundo del año 2023 tras ser seleccionado por la plataforma Street Art Cities, donde se puede votar hasta el próximo 31 de enero.

«Elegimos la imagen de una mujer africana haciendo un guiño a los orígenes del ser humano. Hemos querido representar la vida a través del color y como contraposición, para la parte de la cabeza en la que hemos pintado el robot optamos por el blanco y negro, que simboliza lo inerte, que es lo tecnológico. Es muy bonito crear en base a una idea para que después cada uno lo interprete a su manera», explican sobre la obra inspirada en las teorías de Alan Turing –considerado el padre de la computación moderna–, que les ha puesto en la palestra grafitera internacional.

Detrás de esta hazaña de arte callejero –materializada a base de decenas de botes de espray y unos 60 litros de esmalte acrílico trabajado con pincel, brocha y rodillo– están Karim (Hamgeo), Isaac García (Unoaisaac), José Luis Martínez Escudero (Goyo 203), Willy Arenas (Dr. Love) y Jesús Lorente (La Sombra). «Aún es pronto para celebrar», apuntan con cautela.

Próximo reto: Disneyland París

Sin embargo, son conscientes de la importancia de esta nominación, que llega el año en el que la asociación celebrará su décimo aniversario con la organización de actividades multidisciplinares y un festival previsto para primavera. «Aunque se nos conoce por la pintura, tenemos otras áreas artísticas como la música y la literatura que queremos fomentar», resaltan. Una fecha especial que coincide con la apertura de su nueva sede, ubicada en un local de la antigua estación de autobuses de Los Alcázares, ahora habilitada como aparcamiento de autocaravanas.

«Que hayan seleccionado nuestro mural supone una repercusión muy positiva. Siempre nos ha costado que se valore el trabajo de los que pintamos en la calle y es una gran motivación para seguir», destaca Goyo, un artista de 41 años de San Pedro del Pinatar que domina el estilo figurativo, donde rostros y miradas de gran expresión cobran protagonismo. «Llevo pintando con espray desde que tengo uso de razón», afirma mientras repasa el pedido de material que necesitará para el próximo reto de La Compañía de Mario: Disneyland París.

«No podemos dar detalles porque hemos firmado un contrato de confidencialidad, pero sí podemos contar que nos han encargado tematizar un nuevo escenario del parque, donde empezamos a pintar en septiembre. Después de hacer un parón para pasar la Navidad en familia, mañana volvemos a París para seguir con el trabajo, que tenemos que tener listo antes de abril», anuncia.

Una prueba más de que el talento de estos artistas traspasa fronteras. «La percepción del arte urbano ha cambiado mucho en los últimos años. Antes, pedir permiso para pintar una pared era una odisea, ahora son los propios vecinos los que nos ofrecen sus fachadas», resaltan los superhéroes de La Compañía de Mario, quienes han logrado que pasear por las calles de Los Alcázares haya cobrado un valor incalculable.

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