Vecinos de Los Ángeles de Lorca tapian las puertas de casas vacías para que no entren okupas

Los vecinos de Los Ángeles de Lorca han decidido actuar por su cuenta para evitar que sean okupados pisos en el barrio, donde ya se superan los cien casos, según desveló a LA VERDAD el presidente de la asociación de vecinos, Miguel Alacid. Cuando hay una vivienda vacía en un bloque de pisos susceptible de ser habitada ilegalmente, la comunidad de propietarios acuerda tapiar la puerta para impedirlo, explica. Se trata de pisos embargados por impago de la hipoteca, pero «los bancos no se hacen cargo ni ponen medidas para evitar que entren okupas», lamenta.

El representante vecinal es consciente de que esta es una medida poco ortodoxa, pero el problema de los okupas «va a más» en Los Ángeles y, «si quieres vivir decentemente en tu bloque, hay que hacerlo así», afirma tajante. En muchos casos, los vecinos aprovechan cuando las casas que han estado okupadas se quedan vacías y tabican antes de que entren otros habitantes de forma ilegal.

Las personas que viven en estos pisos lo hacen en condiciones insalubres porque «carecen de servicios básicos» como agua y luz y son habituales los problemas de convivencia, «porque orinan en la puerta» de los edificios. La práctica se extiende por todo el barrio, aunque hay zonas como la calle Francisco Salzillo y la del antiguo parque que «están minadas» y es «incalculable» el número de personas que habita en cada una de esas casas.

El concejal de Seguridad y Urbanismo, José Luis Ruiz, confirmó a LA VERDAD que la Policía Local aborta cada semana el intento de okupar tres o cuatro viviendas, sobre todo en el casco antiguo de la ciudad y en los barrios de San Cristóbal y Los Ángeles. Su intervención es posible gracias a la colaboración de los vecinos, que advierten a los agentes cuando hay gente merodeando por alguna casa abandonada. La vigilancia es diaria, añade el comisario jefe José Antonio Sansegundo, en los edificios vacíos con «cierta desidia en su apariencia», que suelen ser objetivo de los okupas. Se revisan candados y cerramientos por si se han intentado forzar y la coordinación es total con la Concejalía de Urbanismo si hay anomalías para comunicarlo cuanto antes a los propietarios.

El Ayuntamiento tiene en curso también desde hace un año una modificación del Plan General de Ordenación Municipal para evitar que los bajos comerciales se conviertan en viviendas, una práctica que había comenzado a extenderse en la ciudad, aunque en muchos de los casos no cumplían las condiciones mínimas de habitabilidad. El Consistorio acordó por unanimidad en el Pleno suspender la concesión de licencias y declaraciones responsables de obra y actividad a los locales afectados y, en este tiempo, «hemos intervenido en una veintena de obras» que se estaban ejecutando de manera ilegal, dijo Ruiz, sobre todo en el barrio de San Cristóbal, el casco antiguo y pedanías. En estos casos, se han dictado las correspondientes órdenes de paralización inmediata. «Jamás se había actuado tan rápido», dijo el edil, satisfecho por el trabajo conjunto de la Policía Local y el servicio de Intervención Urbanística.

Está previsto que la modificación del Plan Urbano se apruebe de forma inicial en el Pleno de junio. Durante este año, los partidos han hecho sus aportaciones para mejorar el texto, pero no se han producido «cambios sustanciales» al planteamiento inicial, dijo Ruiz, que confió en que siga existiendo consenso para la aprobación definitiva de la modificación, que también pondrá límites a la apertura de salones de juego y lugares de culto en bajos de edificios residenciales.