Los últimos derrumbes en la iglesia de San Juan de Lorca comprometen la estabilidad del edificio

El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, reclamó este lunes al Ministerio de Vivienda una intervención urgente en la iglesia de San Juan ante los derrumbes detectados en los últimos días provocados por las intensas lluvias. Gil aseguró que se ha producido una «degradación generalizada del monumento» del siglo XV con importantes daños que «ponen en peligro la estabilidad estructural de su conjunto» y pueden provocar el «colapso parcial de la iglesia». Se ha balizado todo el perímetro ante el riesgo de que se produzcan nuevos desprendimientos y derrumbes.

Detalló que se han desprendido las decoraciones y el conjunto de molduras de una pechina de la cúpula principal en una zona del edificio que está cubierta y presenta filtraciones generalizadas. Los técnicos han constatado que se han producido movimientos estructurales a pesar del apuntalamiento provisional con muros de bloque de hormigón con los que fue reforzado el templo y han observado grietas y escombros en el suelo procedentes de desprendimientos de mampuestos de los muros y revestimientos.

Según el informe técnico, los muros absorben el agua al no tener nada que les proteja en la zona superior, las grietas generalizadas han aumentado de tamaño y se puede producir el colapso parcial. En la fachada norte se aprecia que los testigos de yeso se han roto por el lateral.

El alcalde recordó que el Ayuntamiento ha enviado varias cartas al Ministerio de Vivienda, la última en enero, para que cumpla con su compromiso de rehabilitar la iglesia, que está catalogada con Bien de Interés Cultural por su relevancia cultural. La restauración tiene un presupuesto de 2,5 millones de euros y el Gobierno está a la espera de que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado para la contratación de la obra.

El alcalde advirtió de que por el agravamiento del estado del templo es necesario que el Ministerio «a la mayor brevedad posible, inicie una contratación de emergencia de las obras de consolidación estructural, rehabilitación y puesta en valor». Consideró que «si tenemos que esperar a que se aprueben los presupuestos para restaurarlo, corremos el riesgo de que el edificio se nos caiga».

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