Colegio Juan Navarro, en la pedanía de La Hoya, donde, junto al edificio principal, hay instaladas tres aulas prefabricadas. Jaime Insa / AGM

Sesenta niños de La Hoya y La Campana iniciarán el curso en aulas prefabricadas

La ampliación del colegio Juan Navarro se retrasa debido a la renuncia de la empresa; la nueva adjudicataria comenzará las obras a final de mes

INMA RUIZ

Lorca

Viernes, 10 de agosto 2018, 02:08

El retraso del inicio de las obras de ampliación del colegio Juan Navarro de La Hoya va a provocar que cincuenta escolares continúen recibiendo sus clases el próximo periodo lectivo en las tres aulas prefabricadas que ya fueron utilizadas por los alumnos el curso pasado. La empresa adjudicataria tenía previsto comenzar los trabajos a finales del mes de junio pero se retiró del proyecto a pocos días de su inicio. Por ello se ha tenido que adjudicar de nuevo a otra empresa y se prevé que a finales de agosto comiencen los trabajos, que la comunidad escolar lleva demandando desde hace varios años. La obra acaba de ser contratada tras dos retrasos respecto a las previsiones iniciales.

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Cerca de 500 alumnos reciben clases en este centro, que será ampliado con cinco nuevas aulas y una zona de juegos. Las obras están presupuestadas en 435.000 euros, financiados por la Consejería de Educación. Su plazo de ejecución será de seis meses, por lo que si todo va según los planes iniciales, la nueva edificación podrá ser estrenada en el último trimestre del curso. Los trabajos se realizarán sobre el módulo de Primaria y se conectará la nueva edificación con el edificio principal. La concejal socialista Ángeles Mazuecos criticó ayer que las obras de ampliación del colegio han sido contempladas al menos durante los tres últimos ejercicios presupuestarios de la Comunidad Autónoma sin llegar a ejecutarse, pese a que «se trata de una actuación muy necesaria».

Siete años de provisionalidad

Mazuecostambién puso en evidencia que doce alumnos del paraje de La Campana, en la pedanía de Pozo Higuera, han asistido a clase en un aula prefabricada durante los últimos siete cursos escolares y lo harán también el próximo. Relató que el aula no dispone de baño, pese a que este es uno de los requisitos indispensables de este tipo de instalaciones, el suelo presenta grietas y las ventanas están rotas por lo que la climatización tampoco es efectiva. Esas deficiencias «indican la más que evidente necesidad de acometer la ampliación del centro, después de tanto tiempo soportando esta provisionalidad», señaló la concejal.Los padres de los 35 alumnos que cursan sus estudios en dicho colegio piden encarecidamente que se reformen y amplíen las instalaciones, «hay espacio suficiente para ello», precisó.

No están dispuestos a que sus hijos se trasladen a la pedanía de Almendricos, a unos siete kilómetros de distancia, donde se encuentra el colegio más cercano en un autobús escolar, como sugiere la Consejería de Educación, y mantienen el pulso con la Comunidad Autónoma por permanecer en su pedanía.

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