Manifestantes bajo el acueducto de los 17 Arcos durante la protesta contra los vertidos de purines de la granja porcina, ayer.

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Manifestantes bajo el acueducto de los 17 Arcos durante la protesta contra los vertidos de purines de la granja porcina, ayer. ANDRÉS RIBÓN / AGM

Protesta contra un vertido de purines en Lorca

Los vecinos denuncian que procede de una granja porcina de 2.000 cabezas y advierten del riesgo de contaminación del acuífero del Guadalentín

Lunes, 31 de mayo 2021, 02:17

El vertido de purines de una granja de cerdos de 2.000 cabezas a la rambla de El Secano, en el paraje de El Consejero, ha provocado la indignación de los vecinos que lucharon contra su apertura durante los últimos tres años por situarse muy cerca de sus casas y del acuífero del Guadalentín. Convocadas por las plataformas Salvemos El Consejero y por la Calidad del Paisaje de Lorca, más de un centenar de personas protagonizaron ayer por la tarde un acto de protesta junto al acueducto de los 17 Arcos, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en cuyas inmediaciones se sitúa la explotación ganadera que está en funcionamiento desde hace más de un año. Desplegaron una pancarta con el lema 'SOS pulmón de Lorca. No macrogranjas'.

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Un portavoz de la plataforma Salvemos El Consejero, Clemente López, dijo a LA VERDAD que los habitantes de la zona, alertados por el mal olor, descubrieron el vertido el pasado viernes por la mañana y que informaron de ello a los agentes forestales y al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), que inspeccionaron el lugar para redactar un informe.

Según López, el vertido de purines «brotaba de la tierra» y tenía su origen a unos 20 metros de distancia de la instalación ganadera. Relató que el «agua pestilente iba fluyendo» y que se abría paso por la rambla en un recorrido de 200 metros. Horas más tarde dejó de verse tras un movimiento de tierras con maquinaria pesada en la zona, aseguró.

López recordó que los vecinos ya alertaron del peligro de contaminación por nitratos del acuífero del Guadalentín que podría ocasionar la apertura de esta granja y «el tiempo nos ha dado la razón». Reclamó la implicación directa de las administraciones para impedir este tipo de atentados contra el medio ambiente para que «no sea solo la presión vecinal». Pese a que la plataforma no consiguió impedir la apertura de la explotación porque contaba con todos los permisos urbanísticos, no ceja en su empeño y tiene el asunto en manos de un gabinete de abogados que solicita periódicamente información sobre la granja. «Si no conseguimos nada recurriremos al Defensor del Pueblo», advirtió.

La plataforma ya había protagonizado otras dos concentraciones contra el cebadero, plantó árboles en las inmediaciones de las granja y organizó unas jornadas sobre ganadería, salud y medio ambiente con expertos.

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