El Museo del Vía Crucis del Paso Morado (Muvic), situado en la crujía norte del antiguo convento del Carmen, abrió anoche al público en la antesala de la Cuaresma con una exposición extraordinaria para resaltar la relevancia histórica y cultural del vía crucis en la Semana Santa de Lorca durante más de 400 años. El alcalde, Fulgencio Gil, lo inauguró junto al presidente del Paso Morado, Ángel Latorre, y resaltó que los objetivos de la cofradía son fomentar la tradición del rezo, que se transmite oralmente de generación en generación, su ruta monumental y el complejo paisajístico del Calvario, que está declarado bien de interés cultural con carácter etnográfico e inmaterial.
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A través de las fotografías de David Giner, se muestra la evolución de esta práctica desde los primeros registros fotográficos hasta los más modernos para reflejar el fervor, la emoción y la devoción de los fieles que cada viernes de Cuaresma realizan el recorrido. También se incluyen testimonios gráficos de la restauración de la vía dolorosa o camino de las cruces hasta el Calvario, detalles artísticos y religiosos del tradicional rezo y entrevistas con 'rezaores' de varias generaciones.
De forma excepcional, se incluye en el espacio expositivo la Mesa de los Apóstoles del escultor Nicolás Salzillo, el cenáculo más antiguo de la Semana Santa española, que data del siglo XVIII. Las tallas se pueden contemplar de cerca, sin el trono con el que salen en procesión cada Jueves Santo. Se ha incorporado la talla de San Felipe, cedida en 2024 al Paso Morado por la Fundación Mediterráneo. La muestra estará abierta hasta el 4 de abril y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento y del Instituto de Turismo de la Región de Murcia.
El presidente del Paso Morado remarcó que el museo estará abierto de forma permanente para que lorquinos y visitantes puedan conocer la ruta monumental del vía crucis y el Calvario a través de fotografías, pinturas y esculturas de distintos artistas. Dispondrá también de gafas de realidad virtual.
El edificio que alberga el museo está adosado a la iglesia carmelita y se accede por la futura plaza del Paso Morado, que estará abierta al público. Fue reconstruido casi en su totalidad tras el terremoto de 2011 y las lluvias torrenciales de 2012 y recuperó los siete arcos y bóvedas de ladrillo cerámico y mortero de cal que tuvo en su origen. Dispone de dos plantas con una superficie total de 198 metros cuadrados. Pese a que la rehabilitación finalizó hace tres años, se ha pospuesto la apertura del museo hasta ahora por problemas en los remates. La recuperación del claustro del siglo XVIII también incluyó la rehabilitación de la crujía este, de propiedad privada.
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