Una gran grúa se encarga de suspender la cesta de trabajo desde la que los operarios perforan el macizo rocoso del castillo. jaime insa / agm

Comienzan los trabajos para estabilizar el macizo rocoso y evitar más desprendimientos

Los técnicos perforan las piedras, desde una cesta colgada de una gran grúa, para colocar los bulones de acero que sujetarán una doble malla

Pilar Wals

Lorca.

Sábado, 22 de diciembre 2018, 09:38

La alcazaba, junto al Parador de Turismo Castillo de Lorca, aparece estos días coronada por una gran grúa visible desde toda la ciudad. De ella cuelga una cesta de trabajo desde la que técnicos de una empresa especializada realizan perforaciones para colocar los bulones de acero para la sujeción de la doble malla de estabilización del talud, que ya está extendida sobre el macizo rocoso del castillo.

Publicidad

La malla se sujetará mediante barras de 40 milímetros de diámetro y con gran capacidad de elasticidad. La grúa está anclada muy cerca de la ermita de San Clemente, en el complejo del castillo, lo que ha llevado a cerrar al tráfico parte de la rotonda de acceso al aparcamiento del Parador de Turismo. La situación de las obras, en lo más alto de la ciudad, no solo permite una visión de toda la operación que se está ejecutando desde el recinto histórico, sino que además se escuchan, en algunos momentos, con total nitidez los trabajos de perforación de las rocas.

Se trata de una fase más de instalación de mallas metálicas en el macizo rocoso del castillo que prácticamente cuenta en todo su perímetro con estas contenciones, que son capaces de soportar hasta seis toneladas por metro cuadrado. Las barreras dinámicas de gran resistencia tienen hasta cinco metros de altura en la zona situada debajo de la muralla del aparcamiento del Parador de Turismo. Estas se colocaron en septiembre de 2011 después de que se produjeran importantes desprendimientos con rocas de gran tonelaje. De hecho, en 2013 cayeron piedras que pusieron a prueba las vallas que se habían colocado. Entonces, los ingenieros de minas de la empresa especializada que colocó la malla recomendó instalar defensas en todo el macizo para evitar nuevas caídas.

Las contenciones son capaces de soportar hasta seis toneladas por metro cuadrado

Una de esas rocas tuvo incluso que ser fragmentada para poder ser retirada del lugar, por su elevado peso. Esta impactó contra una pilastra que quedó totalmente doblada por el peso y parte de la malla tuvo que ser repuesta. Los técnicos, entonces, dijeron tras examinar las vallas que las medidas de protección habían funcionado.

Se calculó que fueron 800 kilojulios (energía por cantidad de materia) la fuerza con la que impactó la roca sobre la pilastra. Los técnicos indicaron que puede soportar hasta tres veces más de presión. La gran piedra tenía casi dos metros de altura por uno y medio de ancho y uno y veinte centímetros de grueso y su peso era aproximadamente de más de siete toneladas y media.

Publicidad

Mientras, continúan ejecutándose los trabajos de desbroce, desmonte y la ejecución de terraplenes en la carretera de tierra que se convertirá en el nuevo vial de acceso al castillo. En las tareas trabajan un rulo compactador, una cuba de riego y dos camiones y una pala.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad