El acusado a su llegada a la Audiencia Provincial de Alicante.

El presunto asesino de la exedil de Lorca dice que actuó en defensa propia

El acusado asegura durante el juicio que la víctima, con la que mantenía una relación sentimental, lo amenazó de muerte y trató de acuchillarlo durante una discusión en el domicilio de ésta en El Campello, Alicante, lo que, según él, le llevó a golpearla en la cabeza con un taburete

efe

Lunes, 19 de octubre 2015, 16:14

El presunto asesino de la exconcejal socialista de Lorca Alicia Zambrana admitió que golpeó a la víctima con un taburete en la cabeza aunque aseguró que no pretendía matarla sino defenderse porque ella le había intentado acuchillar antes, tras amenazarlo de muerte.

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Khuram Riaz, de origen paquistaní, hizo estas declaraciones en la primera sesión del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial de Alicante por estos hechos ocurridos, por los que se enfrenta a una petición de la fiscalía de 18 años de prisión como presunto autor de un delito de asesinato.

El crimen se produjo en un edificio de la calle Jacinto Benavente de la localidad alicantina de El Campello en la noche del 13 al 14 de febrero del pasado año, cuando el procesado discutió con la víctima, con quien mantenía una relación sentimental desde hacía unos meses, porque ella no quería casarse para que él obtuviera la residencia legal en España.

El fiscal sostiene en su escrito de acusación provisional que Riaz "se alteró, agarró de las patas un taburete de madera de los tres que había en el salón, fue hacia Alicia y, sin que esta pudiera efectuar maniobra defensiva alguna ante lo inesperado del ataque, le golpeó con fuerza varias veces en el cráneo".

La mujer, que tenía entonces 58 años, cayó al suelo inconsciente y el supuesto agresor la llevó a un sofá, donde la dejó tendida y con un trapo en la boca. El golpe causó a la víctima una hemorragia interna en la cabeza que desembocó en su muerte durante las horas siguientes.

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Con posterioridad Riaz, de 29 años, sustrajo presuntamente a la fallecida varias tarjetas bancarias que no llegó a utilizar, un teléfono móvil y un ordenador portátil antes de huir en tren a Barcelona.

Desde la capital catalana se desplazó hasta Italia, pero los agentes de este país lo detuvieron en abril del mismo año, en colaboración con la Guardia Civil, en la localidad de Limbiate, a unos 20 kilómetros de Milán, donde residía en un piso compartido con otros extranjeros.

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La fallecida, que nació en Alicante aunque pasó mucho tiempo en Lorca, donde fue concejal por el PSOE entre 1995 y 1997, tenía tres hijos para los que el Ministerio Público reclama una indemnización total de 300.000 euros por los daños morales.

El presunto asesino aseguró este lunes que Zambrana sí accedió a casarse con él y explicó que ambos discutieron la noche de autos, al regresar a casa tras dar un paseo por la playa, porque él le había preguntado por el chico con el que había comenzado a hablar a través de la aplicación Skype.

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"Me dijo que no me importaba, se puso muy agresiva y empezó a gritarme. Fue a la cocina, cogió un cuchillo y me dijo que me iba a matar. Me intentó pinchar dos veces y yo cogí un taburete, que estaba a mi lado, y la golpeé para que soltara el cuchillo, pero no quería matarla", relató en la sala.

Según su versión, que en algunos aspectos se contradice con el informe policial sobre la escena del crimen, no robó el ordenador de la mujer sino que cogió únicamente el teléfono móvil que previamente él le había prestado y abandonó la casa porque estaba "muy asustado".

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Mientras que la fiscalía, la acusación popular, que ejerce la Generalitat, y la acusación particular, que representa a los hijos de la exconcejal, califican los hechos como asesinato y falta o delito de hurto, la defensa entiende que su cliente cometió un homicidio doloso o un homicidio imprudente y, en cualquier caso, que actuó en "legítima defensa".

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