«Lo que más se llevan son sándwiches»

Barritas energéticas, galletas multicereales, zumos de fruta, chicles, gominolas... Con las cafeterías cerradas, las máquinas expendedoras de los hospitales se han convertido en un filón para los sanitarios que luchan a diario contra el coronavirus. En esta situación, la labor de Enrique Vila es fundamental para que los profesionales no queden desabastecidos durante todas estas semanas. Este murciano de 45 años es supervisor de operaciones de máquinas de 'vending'. Prestan servicios en hospitales de Cartagena, Cieza y el de Los Arcos, en San Javier, entre otros.

Desde que se decretó el estado de alarma, Vila ha comprobado cómo el nivel de ventas en las máquinas expendedoras ha subido, principalmente en un producto concreto: «Hemos notado una mayor demanda de sándwiches, con un aumento considerable con respecto a anteriores reposiciones. Entendemos que se debe a que las cafeterías están cerradas y la única alternativa somos nosotros», al margen de las donaciones solidarias de los hosteleros. «No queremos que se queden desabastecidos», sostiene.

La labor de este supervisor consiste en visitar y revisar el estado de las máquinas, atender a los clientes, anotar las sugerencias y coordinar al equipo de reponedores, cargo que ocupó anteriormente durante una década. Todos ellos manejan productos, tocan mamparas y dinero en efectivo. «Tenemos un protocolo de seguridad cuando accedemos a los hospitales, con un equipo de protección individual y la aplicación de gel hidroalcohólico antes y después de abrir una máquina.

Vila y los demás empleados deben «manejar monedas», no sin antes llevar un «protocolo estricto» con el cambio de guantes. Del mismo modo, la limpieza de la maquinaria debe hacerse «escrupulosa y meticulosamente» con mayor asiduidad, puesto que cada cliente debe teclear el código del producto para extraerlo del interior. «Debemos seguir haciendo nuestro trabajo, volver a la normalidad y cumpliendo la distancia de seguridad. No podemos pararnos», asegura.

Tanto él como supervisor como el resto de reponedores, una de las medidas que han tomado, para comodidad de los sanitarios, es atender todas las sugerencias para facilitarles el trabajo. En este sentido, reubicar las máquinas expendedoras a puntos más cercanos a la puerta de Urgencias, por ejemplo, es una de las tareas más demandadas durante estas semanas. Así se evita, de alguna manera, el tránsito del personal por los pasillos hasta llegar al aparato con los artículos. «Es un modo de reducir la afluencia, de invitar a la prudencia y de que vean que no les faltará de nada». Asimismo, tampoco han dejado de lado la higiene en las furgonetas y en las llaves para abrir los aparatos.