El impulso para ir del laboratorio al mercado
La Fundación Séneca invierte casi un millón de euros para permitir la comercialización de 33 proyectos científicos que desarrollan universidades y organismos de la Región
Ejercer de trampolín para que los proyectos más innovadores puedan dar el salto definitivo del laboratorio al mercado y que los ciudadanos puedan beneficiarse de ... los resultados de la investigación científica. Este es el objetivo principal de las ayudas repartidas por la Fundación Séneca a 33 grupos de investigación, por importe de casi un millón de euros, para la comercialización y la explotación industrial de resultados obtenidos bajo el modelo de prueba de concepto.
Estas ayudas, según la consejera de Empresa, Empleo y Universidades y portavoz del Gobierno regional, Valle Miguélez, tratan de contribuir a «superar las tradicionales dificultades que surgen a la hora de convertir los resultados de la investigación científica en productos y servicios, además de generar en las universidades y organismos de investigación de la Región entornos propicios para mejorar la transferencia de resultados de la investigación y la creación de nuevas empresas». Estas ayudas a la comercialización y explotación de resultados de la investigación, concedidas por la Comunidad en el marco del Programa Regional de Apoyo a la Transferencia y Valorización del Conocimiento y el Emprendimiento Científico de la Fundación Séneca, han permitido hasta el momento el desarrollo de 42 pruebas de concepto, que pretenden fortalecer los procesos de transferencia de conocimientos y emprendimiento desde las universidades y organismos públicos de investigación de la Región.
Este programa de la Comunidad ha permitido hasta ahora el desarrollo de 42 pruebas de concepto
Entre estos proyectos se encuentran la validación de una tecnología concreta, verificar su potencial innovador, elaborar un prototipo, llevar a cabo una experiencia piloto para su desarrollo, obtener certificaciones e, incluso, abordar las fases iniciales de comercialización o del lanzamiento del producto en una empresa, incluidos informes o estudios para la prospección de mercado u otras acciones que permitan obtener una prueba de concepto que valide el interés económico o social de su explotación. En definitiva, comprobar el interés comercial de las ideas que nacen de los laboratorios y evitar que queden en un cajón por falta de oportunidades.
Entre los proyectos financiados en esta nueva edición del programa destacan aquellos destinados al sector agrícola y de la alimentación, con nuevas tecnologías que tratan de mejorar la rentabilidad de los cultivos y disminuir el impacto ambiental. En la UCAM, por ejemplo, trabajan para demostrar que algunos compuestos naturales derivados de ciertos productos, como la 'leche' del cardo borriquero, pueden mejorar el tratamiento de la obesidad.
Un mundo de aplicaciones
Entre las propuestas financiadas están las que pretenden obtener nuevos productos cosméticos a partir de desechos de la industria agroalimentaria, medir en tiempo real los contaminantes en el agua o la de crear una plataforma de seguimiento para controlar la calidad del aire en ciudades de tamaño medio gracias a la inteligencia artificial. Otros proyectos pertenecen al campo biomédico, como los que persiguen identificar de forma precoz el rechazo agudo en trasplante hepático o prevenir el deterioro celular asociado a la edad.
El objetivo es valorar el interés comercial de ideas científicas y evitar que se olviden en un cajón por falta de oportunidades
También está en pleno desarrollo un novedoso método para el secado de ropa por microondas; las simulaciones que permitirán a las empresas predecir el comportamiento futuro de materiales, y una plataforma en la nube, que integra un prototipo de robot asistencial inteligente, para mejorar las capacidades cognitivas de los mayores. Sin olvidar el importante proyecto de la UMU para generar nuevas herramientas de autorregulación para mejorar las intervenciones psicológicas en menores de edad. Todo tiene tintes de ciencia ficción, pero solo es ciencia. La ficción, en este caso, vuelve a ser superada por la realidad.
Juan José Hernández y Horacio Pérez (UCAM)
'Leche' de cardo contra la obesidad
El proyecto de investigación que lideran Juan José Hernández y Horacio Pérez es lo más parecido a la gallina de los huevos de oro en una sociedad cada vez más sedentaria y con unos índices de sobrepeso que no dejan de crecer. Tal y como explican a LA VERDAD en uno de los despachos del moderno UCAM HiTech, «hemos podido demostrar que un compuesto natural derivado de la 'leche' de cardo, conocido como silibinina, podría ser eficaz para la pérdida de peso, ya que actúa de forma similar a otros fármacos a la hora de inhibir parte de la absorción de la grasa de los alimentos». La ventaja aquí es que, «al tratarse de un compuesto de origen natural, esperamos que los efectos adversos del tratamiento sean menores».
El siguiente paso, el que se va a desarrollar a partir de ahora, «es probar este compuesto en humanos con los correspondientes ensayos clínicos». Aquí está el 'quid' de la cuestión, porque «no es lo mismo que la gente pierda cinco kilos a que pierda medio kilo, aunque el producto funcione porque verdaderamente hemos comprobado que inhibe parte de la absorción de grasa. En ese segundo caso, la comercialización no sería viable porque el producto no sería rentable», explica Hernández. Según ilustran los investigadores, la silibinina ya se utiliza para otros tratamientos como las intoxicaciones hepáticas, pero es ahora cuando están aflorando las virtudes del compuesto para luchar contra la obesidad. Un descubrimiento al que los ciudadanos podrían acceder «no antes de seis meses».
David Ruiz (Cebas-CSIC) y Alfonso Guevara (Imida)
Las reinas de las ciruelas tempranas
El objetivo del proyecto que lideran David Ruiz (Cebas-CSIC) y Alfonso Guevara (Imida) reside en desarrollar la más adecuada introducción al mercado de las nuevas obtenciones de ciruela 'Lucía myrtea' y 'Victoria myrtea', obtenidas por la Unidad Asociada de Mejora de Frutales. Estas variedades buscan satisfacer las necesidades de las empresas productoras en cuanto a disponer de variedades de ciruela de pulpa roja y precoces de maduración que pueden generar un valor añadido superior a las variedades existentes de ciruela en el mes de junio. Estas variedades están adaptadas a las condiciones climáticas cálidas que caracterizan a amplias zonas de cultivo de la Región y del resto de España, un rasgo fundamental puesto que los frutales de hueso afrontan un reto mayúsculo con su adaptación al cambio climático, planteando problemas productivos en las zonas tradicionales productoras de fruta más cálidas.
Según Alfonso Guevara, estas nuevas variedades «proporcionarán soluciones a comarcas que están viendo limitadas sus alternativas productivas». En este sentido, las nuevas ciruelas pueden ayudar a los objetivos de desarrollo rural, evitando que la reconversión productiva obligada por el cambio climático sea traumática o pueda llevar a la destrucción o migración de tejido productivo y la consiguiente despoblación. Y, lo más importante, estas ciruelas están buenísimas.
Susana Nieto (UMU)
Las ventajas del 'superpantenol'

Investigadora de la Facultad de Química y del Grupo de Química Sostenible de la Universidad de Murcia, Susana Nieto persigue la obtención sostenible de nuevos derivados del pantenol (pro-vitamina B5), que actualmente no están disponibles en el mercado. Estos productos aúnan propiedades bioactivas y emulsionantes, muy relevantes para las formulaciones del sector industrial cosmético «pero también para otros sectores como el alimentario y el farmacéutico», señala Nieto, todos ellos con un importante impacto económico para la Región.
Las acciones que se plantean están enfocadas a aumentar la escala de producción de estas nuevas moléculas y ampliar y caracterizar estos productos para identificar su adecuación a las diferentes formulaciones. La tecnología de síntesis desarrollada se caracteriza por su sencillez, por lo que su implementación en los procesos de producción son totalmente factibles. Además, el interés de los productos obtenidos (en base a sus efectos bioactivos y aplicaciones como emulsionantes), la sostenibilidad y economía del proceso también resultan claves para el sector en su expansión hacia un mercado más comprometido con la sensibilidad y necesidades del consumidor.
De este modo, las empresas que incorporen estos productos a su cadena de producción disfrutarán de una posición de liderazgo en el mercado, con la consiguiente repercusión socioeconómica en la Comunidad. Y todo ello gracias a este nuevo 'superpantenol' ideado en la Región de Murcia.
Alberto Baroja (IMIB)
Predecir el rechazo en trasplantes

A pesar de las excelentes 'notas' que saca España -y concretamente la Región de Murcia- en el ámbito de los trasplantes de órganos, el 35% de los pacientes trasplantados de hígado sufren un proceso de rechazo agudo o disfunción temprana del injerto en las primeras semanas tras la intervención. Hasta un 4% de estos pacientes termina perdiendo el nuevo órgano, lo que conlleva un nuevo retrasplante de urgencia que no siempre puede ser llevado a cabo. No obstante, la aparición de episodios de rechazo agudo aumenta en un 40% la probabilidad de sufrir rechazo crónico y pérdida del trasplante en el medio plazo.
A día de hoy no existe ninguna herramienta que permita predecir de forma temprana la aparición de rechazo agudo, pero esto es algo que el investigador Alberto Baroja y su equipo están cerca de solucionar. «Vamos a crear y validar una herramienta que permite determinar con antelación la probabilidad que tiene un paciente de sufrir rechazo agudo y posibles consecuencias futuras como la pérdida del órgano», explica Baroja.
«Analizamos y cuantificamos la presencia de determinados analitos presentes en el líquido de preservación del órgano, tras la isquemia fría, y con estos resultados, más algunos datos clínicos, ejecutaremos un algoritmo que nos devuelva un resultado sobre la probabilidad de sufrir rechazo agudo, con la antelación necesaria para que estos pacientes sean tratados en consecuencia y así evitar la pérdida del injerto». Y esto, según Baroja, «supondrá un importante ahorro económico y, sobre todo, de vidas humanas, que es lo más importante».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.