María F. V. se sentará el próximo jueves en el banquillo de la Audiencia Provincial de Murcia acusada de tratar de matar a su madre tirándola por unas escaleras. El fiscal destaca, en su escrito de conclusiones provisionales, que esta joven colombiana, de 25 años, llegó a enviar a su progenitora algunos mensajes de Whatsapp en los que profería duras amenazas contra ella: «Te juro que no voy a parar hasta que no te mate». El Ministerio Público reclama que se le imponga una pena de 11 años de prisión por un presunto delito de asesinato en grado de tentativa.
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El fiscal exige, además, que a la joven se le imponga una orden de alejamiento y comunicación con su madre que exceda en siete años a la pena de prisión. La víctima ha renunciado, no obstante, a cualquier indemnización.
Los hechos ocurrieron en octubre de 2019 cuando la acusada y su madre, de 64 años, convivían en un dúplex de la pedanía murciana de Torreagüera. El fiscal sostiene que la joven dispensaba a su madre un trato vejatorio y desconsiderado. Explica que cuando ésta no se prestaba a darle dinero, la joven le dirigía expresiones como «te odio», «te tenías que haber muerto en vez de mi padre» o «tengo ganas de perderte de vista» y que, en varias ocasiones, llegó a propinarle empujones y a romper enseres de la vivienda.
Ese era el clima de convivencia cuando el 24 de octubre de 2019, sobre las ocho de la mañana, ambas se encontraban en la parte superior de la vivienda. La joven, presuntamente guiada por el ánimo de causar la muerte de su madre, convenció a ésta para que la acompañara a la planta inferior con la excusa de enseñarle una cosa que tenía en el bolso. El Ministerio Público sostiene que cuando la víctima se acercó al inicio de la escalera, su hija le empujó por la espalda, cayendo y recorriendo una distancia de 4,75 metros con un desnivel total de 2,90 metros, hasta el suelo de la planta inferior. La víctima, que requirió hasta 209 días de asistencia, sufrió numerosas lesiones y varias secuelas.
Tras recibir el alta hospitalaria, el fiscal explica que, por temor a su hija, la perjudicada se trasladó a vivir a otra casa en Murcia. La joven presuntamente siguió vejando a su madre, reclamándole dinero y enviándole duros mensajes por Whatsapp cuando ésta no se lo concedía: «no sé cómo se puede odiar tanto a una persona».
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