Los juzgados de lo Civil repiten como los más lentos del país para resolver

La jurisdicción Civil lleva tiempo pidiendo a gritos una solución y, año tras año, su situación no hace más que empeorar. El último informe 'Justicia Dato a Dato' del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), relativo a los datos del pasado año, vuelve a señalar los órganos civiles de la comunidad como los más lentos del país. Una tardanza en la respuesta que, previsiblemente, se verá agravada por la esperada avalancha de asuntos derivados de la crisis de la Covid-19.

Los murcianos actualmente deben armarse de paciencia y esperar hasta 10,1 meses de media para encontrar una primera respuesta a su demanda en los juzgados de Primera Instancia, Primera Instancia e Instrucción y Familia de la Región. Esta jurisdicción dirime desahucios, reclamaciones de deudas, daños y perjuicios ocasionados por accidentes de tráfico, pero también tramita separaciones y divorcios, establecimiento de pensiones de alimentos para los hijos...

En los últimos años, según refleja el informe, la tardanza no ha hecho más que empeorar. En 2015 los murcianos aguardaban 9,6 meses de media, un tiempo ya muy dilatado que ha ido aumentando hasta los 10,1 meses.

La espera queda, además, bastante alejada de la que sufren los manchegos (9,2 meses), que ocupan el segundo puesto en esta lista negra, e incluso duplica el tiempo medio de respuesta que estos órganos consiguen en otras regiones, como Asturias (4,1), Navarra (4,5) y La Rioja (5,2).

En el último año también aumentó considerablemente el tiempo medio para resolver un recurso civil en la Audiencia Provincial, llegando a 8,1 meses.

Precisamente este año está prevista la apertura de dos nuevos órganos civiles en la Región: el Juzgado de Primera Instancia número 17 de Murcia y el de Primera Instancia número 7 de Molina. El primer órgano tenía previsto abrir sus puertas en la capital el 31 de mayo, pero la crisis de la Covid-19 impidió esos planes. Según precisaron fuentes judiciales, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) se encuentra actualmente en conversaciones con el Ministerio para fijar una nueva fecha que aún está en el aire. El órgano de Molina está previsto para septiembre. La Sala de Gobierno del TSJ estima, sin embargo, que serían necesarios a día de hoy hasta 19 nuevos órganos –y una plaza de magistrado– para normalizar la planta.

Los informes del CGPJ suelen dar buena cuenta del problema endémico que sufre la justicia murciana desde hace décadas. Lastrados por la elevada litigiosidad – de 135,18 asuntos por cada mil habitantes, la quinta cifra más elevada del país–, los juzgados murcianos arrastran la segunda tasa de pendencia más alta del panorama nacional (0,61). También se sitúan en segundo puesto del escalafón nacional en tasa de congestión (1,61) –que se emplea para medir la saturación de los órganos judiciales–, por detrás solo de los manchegos.

Entre enero y diciembre del pasado año, los juzgados murcianos ingresaron 201.942 casos.De acuerdo con los datos del Consejo, en ese mismo periodo consiguieron dar salida a 188.500 procedimientos. Pese al esfuerzo, sin embargo, la bola de nieve que los tribunales murcianos soportan siguió ganando peso. A finales de 2019, el atasco se nutría ya de la friolera de 115.643 expedientes.

Aunque escasas, este último informe del CGPJ también trae algunas buenas noticias para la Justicia murciana, como la reducción de las esperas en los juzgados de lo Social. El tiempo medio de respuesta en estos órganos sigue rondando –en primera instancia– los 9,8 meses, una cifra llamativamente elevada y por encima de la media nacional (9,1). Esta, sin embargo, se ha ido reduciendo año tras año y ha mejorado notablemente desde 2015, cuando la espera media sobrepasaba los trece meses.