Un juzgado investiga si los residuos de la balsa Jenny contaminan suelos agrícolas

A instancias de la Fiscalía, el juzgado ha acordado que el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) «proceda a la toma de muestras de los cultivos hortofrutícolas existentes en los terrenos próximos al depósito de Corta Los Blancos». Y ello, «dada su cercanía al mismo y el hecho de estar en el cauce descendente por el que, previsiblemente, pueden discurrir las escorrentías y lixiviados procedentes» del vertedero.

Según explicaron a LA VERDAD fuentes conocedoras de la investigación, la magistrada se remite a un escrito de la Fiscalía según el cual, de acuerdo con una denuncia del Seprona, esos suelos «pueden verse afectados» por la contaminación, «con las posibles consecuencias para la salud de las personas». De ahí que inste a los agentes a analizar las muestras y determinar la posible contaminación química procedente del vertedero, que acoge los restos de la antigua balsa minera Jenny.

Estas pesquisas forman parte de las diligencias abiertas en el año 2014 por un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, tras una denuncia del Seprona sobre la falta de impermeabilización del depósito, al que fueron trasladados entre los años 2003 y 2007 un millón de metros cúbicos de desechos desde un solar situado junto al casco urbano del Llano.

La causa se dirige contra la empresa Portmán Golf, propietaria de la corta minera, y motivó una pieza separada donde el Juzgado de Instrucción 7 de Murcia investiga a la Consejería de Medio Ambiente por haber consentido presuntamente durante una década la ausencia del sellado de los residuos, pese a lo fijado en la declaración de impacto ambiental. En ambos procedimientos judiciales ejerce la acusación particular la asociación Ecologistas en Acción.

Las fuentes consultadas precisaron que las parcelas del Llano bajo sospecha ocupan una superficie de unos 154.000 metros cuadrados y que, cuando fueron inspeccionadas por la Benemérita, dos albergaban plantaciones de lechugas y una de patatas.

Los resultados de los análisis aportados en marzo de 2021 por los agentes mostraron que las aguas procedentes del vertedero superaron los valores máximos permitidos por la legislación para distintos metales, entre ellos cadmio, zinc, cobre, níquel y plomo. Además, la Guardia Civil constató que debido al efecto de las lluvias los residuos acababan en el Mar Menor, empujados a través del barranco de Ponce.

Portmán Golf ha pedido al juzgado que uno de sus empleados esté presente en la toma de muestras y ha insistido en que el vertedero está bien clausurado y no hay filtraciones. Para demostrarlo, entregó un informe del especialista en suelos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Ángel Faz y se remitió a una declaración del ingeniero técnico de Minas encargado de vigilar el recinto.

El juzgado ha rechazado la solicitud de la compañía de archivar la causa, hasta tener los análisis. Mientras, en el plano administrativo fuentes de la Consejería de Medio Ambiente indicaron que los técnicos de este departamento no han dado su visto bueno, por ahora, a las obras de clausura y restauración ambiental exigidas a la empresa. Esta ha pedido de forma reiterada a la Administración regional que resuelva el expediente, ante los perjuicios que sufre.