Escenas costumbristas y sabor de antaño protagonizan la cabalgata tradicional de Jumilla

Cuando Jumilla ya ha brindado con el primer mosto, el protagonismo de la Fiesta de la Vendimia pasó este jueves a la cabalgata tradicional, un desfile que recorre la calle principal de la ciudad y donde miles de peñeros y peñeras van obsequiando a los asistentes con el preciado líquido por el que se conoce a Jumilla mundialmente, acompañado con productos típicos de la tierra: el vino, servido en jarras de barro o las tradicionales botas de cuero, como manda la tradición y como lo hacían nuestros antepasados.

Sin duda es una actividad destacada de las que organiza la Federación de Peñas de la Fiesta de la Vendimia, que continúa con la celebración de su 50 aniversario y que ultima el expediente para lograr la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Este año, fueron 26 las peñas participantes, integradas por peñeros y peñeras de todas las edades, ataviados con el traje de faena, y que compartieron entre jumillanos y visitantes el sabor de la Jumilla de antaño: vino donado por las bodegas de la Denominación de Origen, sangría fresquita elaborada por las propias peñas y viandas de todo tipo.

Las peñas sacaron a la calle sus carrozas, que mostraban escenas costumbristas. Así, se pudo ver una fuente con agua y herramientas del campo, un tonel con globos que representan uvas, un burro y sus aperos, una botella de vino y racimo de uvas, elaborada con corchos, una pirusa gigante, un salicornio, una maqueta del paseo Poeta Lorenzo Guardiola antiguo y actual, una habitación de antaño y un lagar, entre otros.

El colofón a las fiestas patronales llegará este sábado con la Gran Cabalgata del Vino en la que se espera la asistencia de miles de personas llegadas de toda España y otros países para disfrutar de esta actividad que tiñe literalmente de morado las calles y, por supuesto, los cuerpos, por dentro y por fuera.