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El Consejo de Gobierno aprobó ayer una declaración institucional en la que solicita al Ejecutivo central que «recapacite» su decisión de suspender la línea de Cercanías Murcia-Lorca-Águilas mientras duren las obras del Corredor Mediterráneo. «Mañana (por hoy) será una jornada negra que quedará marcada en la historia de la Región», dijo la portavoz Valle Miguélez, quien puso de relieve que el Ministerio «se ha negado totalmente al diálogo y va a dejar sin opciones de movilidad a más de 1,2 millones de viajeros anuales de la línea, en su mayoría son estudiantes, jubilados y trabajadores».
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Miguélez indicó que se trata de «un ataque» a los usuarios del ferrocarril. Añadió que el Gobierno regional no está a favor de las «soluciones incompletas», como el transbordo o los traslados en autobús.
Miembros de la Federación de Asociaciones de Vecinos y del PP de Lorca se concentraron ayer en la estación de trenes de Sutullena para protestar por el cierre. El presidente de la Federación, Pedro García, opinó que no se han medido sus consecuencias ni los inconvenientes que acarreará para la movilidad de miles de usuarios diarios. Prevé que haya más atascos en la entrada y salida a Lorca y en el nudo de Espinardo. El PP colocó un crespón negro en la estación.
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