Los diagnósticos de infecciones de transmisión sexual (ITS) experimentaron en 2022 un vertiginoso aumento en la Región de Murcia. Los centros sanitarios notificaron al sistema ... de enfermedades de declaración obligatoria de la Consejería de Salud 488 casos de infección gonocócica, lo que representa un incremento del 75% con respecto al año anterior, cuando se registraron 278. Con respecto a 2020, la subida llega al 162%. La escalada es aún mayor en lo que respecta a la clamidia: los casos se triplicaron entre 2020, cuando se contabilizaron 166, y 2022, año en que se llegó a 514. También suben los casos de sífilis (de 77 en 2020 a 117 en 2022) y de linfogranuloma venéreo (de 17 en 2021 a 22 el año pasado).
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El carácter exponencial de estos incrementos se explica en parte por la incorporación en 2020 de un nuevo sistema que permite a los servicios de Microbiología de los diferentes hospitales de la Región notificar de manera automática todos los casos detectados. Esto hace que, desde ese año, el número de diagnósticos registrados sea muy superior a los de las décadas anteriores. Pero también influye en el crecimiento posterior a 2020, porque el sistema «se ha ido perfeccionando» con la incorporación progresiva de todos los centros hospitalarios y la mejora del propio programa informático, explica María Dolores Chirlaque, jefa del servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud. También se han ido incorporando más enfermedades de declaración obligatoria. En el caso de las ITS, la clamidia y el linfogranuloma venéreo.
No obstante, y más allá de este factor, «hay un incremento» en la prevalencia de las ITS en la Región, «al igual que ocurre en toda España y Europa», señala Chirlaque. Quienes trabajan sobre el terreno lo corroboran. «Hay un aumento considerable, que es multifactorial», subraya Enrique Bernal, jefe de Infecciosas del Hospital Reina Sofía. Tras el parón de la pandemia se están haciendo más pruebas, en algunos casos con técnicas mejoradas. Pero también hay una mayor circulación de estos agentes infecciosos «por la relajación en el uso del preservativo» y la «falta de percepción del riesgo», advierte Bernal.
El miedo al VIH ha ido desapareciendo gracias a los tratamientos que cronifican la enfermedad y a la irrupción de la PrEP, el tratamiento profiláctico que evita la transmisión del virus. «Si se deja de usar el preservativo por este motivo, de forma indirecta se favorece el crecimiento de ITS», reconoce el jefe de Infecciosas del Reina Sofía. Pero la solución a esto no pasa por culpabilizar a la PrEP, matiza, porque esta herramienta se ha demostrando muy eficaz para frenar al VIH en los países en los que se ha ido implantando.
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Aunque todavía es pronto para analizar el efecto de la PrEP en la Región, lo cierto es que los nuevos diagnósticos de VIH se han contenido en los últimos años. En 2021 se detectaron 93 casos, una cifra que se mantiene por debajo de las que se registraban antes de la pandemia. No obstante, habrá que esperar a conocer los datos de 2022 para poder sacar alguna conclusión.
«No se trata de ir en contra de la PrEP, que está siendo muy útil», resume Bernal, sino de recordar que «el preservativo sigue siendo necesario». Así se aconseja siempre a quienes toman esta medicación. Además, a estas personas se les realizan pruebas de cribado cada tres meses para descartar ITS.
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Pero la relajación en el uso del preservativo va mucho más allá de este grupo concreto de población (fundamentalmente, hombres que mantienen sexo con hombres y tienen múltiples parejas sexuales). «El condón ha quedado en un segundo plano para muchos heterosexuales, porque lo que les preocupa es el embarazo y muchas mujeres toman anticonceptivos orales», recuerda Rosa Miñarro, médica encargada de la coordinación del 'checkpoint' del Ayuntamiento de Murcia, un nuevo servicio para la prevención y detección precoz de VIH e ITS que permite acceder a información y pruebas de forma rápida y anónima.
Teléfono (se puede llamar o escribir por 'whatsapp'): 648 813 014
Desde la puesta en marcha de esta iniciativa, en diciembre, Miñarro ha detectado «la necesidad que había de un recurso así». «Recibimos muchas consultas, hay mucha demanda de información», explica. Los profesionales del 'checkpoint' han bajado a pie de calle: el servicio está presente en las 'app' de citas, y también se están llevando a cabo charlas con jóvenes en las que se evidencia el desconocimiento que sigue habiendo sobre las infecciones de transmisión sexual, sobre «sus efectos a largo plazo, o sobre las complicaciones si no se diagnostican».
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El jefe de Infecciosas del Reina Sofía coincide en que hace falta más información sobre las ITS, porque «en muchos casos se minimiza su impacto». La clamidia o la gonorrea se perciben como infecciones fácilmente curables con antibióticos, pero lo cierto es que la proliferación de resistencias bacterianas complica los tratamientos en cada vez más casos. «Esto es algo que hay que transmitir: estamos asistiendo a un incremento de resistencias a los antibióticos. Vemos, por ejemplo, pacientes con linfogranuloma venéreo de difícil tratamiento», advierte Bernal.
También falta concienciación sobre la necesidad de acudir a cribados en caso de relaciones sin protección, aunque no haya síntomas. «En el 80% de los casos, la clamidia es asintomática en mujeres, y en los hombres puede llegar incluso al 50%. También en la gonorrea hay muchos casos asintomáticos en mujeres», explica el especialista en Infecciosas.
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A esta relajación general en el uso del preservativo, y a la minimización de las ITS, se une la aparición de prácticas como el 'chemsex', fiestas sexuales en las que se consumen drogas inyectadas. Este tipo de encuentros está detrás del repentino aumento de casos de hepatitis C aguda: de los 4 registrados en 2020 se pasó a 26 en 2022.
Los nuevos datos del registro de enfermedades de declaración obligatoria suponen, en definitiva, una llamada a intensificar las políticas de prevención. A partir de estas cifras, el servicio de Epidemiología elaborará en los próximos meses el informe anual, que permitirá conocer las tasas de incidencia por sexo y grupos de edad. De momento, los últimos datos conocidos al respecto, de 2021, confirman que, salvo en el caso de la clamidia, la incidencia es muy superior en hombres. Mayoritariamente, los pacientes tienen entre 20 y 44 años.
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Los próximos informes permitirán también comprobar si las tasas de incidencia de ITS se acercan a la media nacional tras el fuerte aumento de casos en 2022. Tradicionalmente, la Región se ha situado muy por debajo fruto de la «infranotificación de casos», admite María Dolores Chirlaque, jefa de Epidemiología. En el informe del 2021 del Ministerio de Sanidad, y ya con el nuevo sistema de notificación, las tasas regionales seguían por debajo de la media.
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