A diez días del segundo verano de la pandemia, la Región de Murcia continúa en una posición privilegiada. Todos los indicadores de seguimientos del coronavirus están muy por debajo de la media nacional: contagios, incidencia, tasa de positividad y ocupación hospitalaria. Hay solo ocho municipios, prácticamente uno de cada cinco, fuera del nivel bajo de transmisión de Covid-19.
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Sin embargo, el pequeño paso de subir al segundo escalón de la clasificación de Salud, el riesgo medio, en algunos casos es un aviso de cautela. En localidades con poca población, un puñado de brotes de coronavirus, si no se contienen pronto, pueden multiplicar la incidencia y obligar a tomar medidas: hace dos semanas la hostelería de Caravaca tuvo que cerrar el interior.
Todos los que no figuran en el nivel de alerta más bajo se encuentran en el nivel medio, el tercer escalón de los cuatro que tiene la clasificación de la Consejería de Salud. De las ocho localidades, tres (Calasparra, Fuente Álamo y San Javier) dibujan una curva de ascenso de los contagios y otra (Alguazas) se ha aplanado.
La evolución que merece más seguimiento es la de Calasparra, cuya incidencia se ha triplicado por tres desde el fin de semana pasado. De los 10 positivos notificados en las últimas dos semanas, 9 se han registrado en los últimos siete días, un periodo en el que presenta el peor dato de incidencia de la Región. Y la curva sigue empinada hacia arriba. Calasparra es precisamente el cuarto municipio con menos contagios en relación a su población desde el inicio de la pandemia.
Fuente Álamo también mantiene un crecimiento sostenido aunque lento desde finales de mayo. Desde entonces, acumula 17 positivos. San Javier, municipio cercano, había contenido la subida este fin de semana, pero sufre un repunte desde entonces y acumula 26 casos en la última quincena. Por su parte, Alguazas sí ha conseguido frenar la escalada.
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El Noroeste es la comarca en peor momento. Además de Calasparra, Caravaca, Cehegín y Moratalla también están en el nivel medio de transmisión. La mejor noticia es que Caravaca, última localidad que sufrió restricciones especiales por el aumento de la transmisión, ha afianzado el retroceso y roza ya la incidencia de 100, un tercio de hace dos semanas, cuando alcanzó el pico (350).
Moratalla (6 casos, 2 en la última semana) y Cehegín (14 y 4) también han disminuido los contagios en los últimos días y es probable que entren pronto en el nivel bajo. Y Librilla, el municipio que contabiliza la incidencia más alta, acaba de invertir la tendencia. Hasta el martes, el aumento era constante. Actualmente, parece que ha atajado el rebrote.
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En cuanto a los municipios en riesgo bajo, hay giros reseñables. Tan solo un par. Entre ellos, Lorca, el tercer municipio de la Región, duplica en la última semana el total de positivos de la anterior. Bullas, el único pueblo del Noroeste en el escenario de transmisión más favorable, también empeora: 7 contagios en dos semanas, 6 de ellos en la última.
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