Los gobiernos de Miras, Mazón y Bonilla pedirán que todos los trasvases sean automáticos

Los trasvases en el Nivel 3 son habituales y no pueden superar los 20 hectómetros mensuales, aunque el Ministerio los suele recortar para los regadíos, pese a la propuesta de la Comisión de Explotación de atender el volumen máximo, lo cual genera continuos conflictos entre el Ministerio y los gobiernos autonómicos de la zona receptora. Con motivo de la revisión de las reglas de explotación del Trasvase, los ejecutivos de López Miras, Carlos Mazón y Juanma Moreno presentarán los próximos días un documento conjunto que incluye esta propuesta, dentro del grupo de trabajo auspiciado por la ministra Teresa Ribera para que las regiones afectadas hagan sus aportaciones.

El Ministerio también abrirá un proceso de participación pública para que otros organismos y asociaciones realicen sus aportaciones y alegaciones. Finalmente, elevará una propuesta al Consejo Nacional del Agua con la nueva metodología de desembalses. Este proceso puede llevar varios meses y dependerá también de que el Cedex finalice su informe técnico. El Gobierno de Castilla-La Mancha no oculta su impaciencia para que se cambien las reglas y se adapten a los nuevos caudales ecológicos en el Alto Tajo.

Los técnicos del Cedex elaborarán una propuesta operativa para el funcionamiento del acueducto sobre la base de que habrá 100 hectómetros anuales menos para trasvasar al regadío de la zona del Levante en el horizonte del año 2027. Tienen que fijar los volúmenes para cada nivel.

Los gobiernos de la zona receptora mantienen su rechazo a este recorte, pero al mismo tiempo están dispuestos a dialogar con el Ministerio en esa mesa de trabajo, que hasta ahora solo ha celebrado una reunión. En el documento que han coordinado para hacer valer su posición, no hablan de cifras concretas, sino del objetivo de «maximizar» los envíos del Tajo para atender las demandas de la cuenca del Segura, sobre todo del regadío, señala el director general del Agua del Gobierno regional, José Sandoval, quien recuerda que existen varios recursos contencioso administrativos que debe resolver el Tribunal Supremo.

Señala que la revisión metodológica de las reglas debe tener en cuenta todos los factores e intereses que hay en juego. En este sentido, indica que el Cedex debe tener también en consideración los indicadores económicos, sociales y ambientales en la cuenca receptora. El documento conjunto que perfilan los equipos de las consejeras de Agricultura y Agua Sara Rubira, Salomé Pradas (Valencia) y Carmen Crespo (Andalucía), aboga asimismo por analizar y ajustar las demandas propias de la zona del Tajo, así como actualizar la batimetría de los embalses de Entrepeñas y Buendía para determinar su capacidad real.

El director general del Instituto Euromediterráneo del Agua, Francisco Cabezas, considera que hay «cuestiones que clarificar» y apunta que las nuevas reglas deben estar armadas con un planteamiento técnico «muy sólido», como el que se empleó en la ley del Memorándum, que requirió un trabajo «muy complejo». E Cedex se enfrenta ahora a la misma complejidad, señala, para calcular y afinar los números, ya que los excedentes trasvasables se van a reducir con total seguridad debido a los caudales ecológicos.

Otro elemento que hay que tener en cuenta es la 'Tubería Manchega', el trasvase del Tajo a la cuenca alta del Guadiana, que requerirá también de unas reglas de explotación, señala el ingeniero Francisco Cabezas, que tiene a su cargo los planteamientos y observaciones técnicas del documento que se presentará los próximos días al Ministerio.

La tensión territorial en torno a las nuevas reglas de juego del Trasvase Tajo-Segura afloró en el Consejo Nacional del Agua que se celebró el pasado jueves, cuando la consejera de Medio Ambiente y Agua de la Comunidad Valenciana, Salomé Pradas, reclamó solidaridad hídrica y la necesidad de aprobar un Pacto Nacional del Agua, a la vez que aludió al grupo de trabajo promovido por el Ministerio. La consejera de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez, apremió al Ministerio para que apruebe cuanto antes las nuevas reglas y propuso que los gobiernos autonómicos afectados, en especial la Comunidad Valenciana, presenten sus alegaciones.

El director general del Agua de Murcia, José Sandoval, intervino asimismo para señalar que van a presentar una propuesta coordinada y conjunta. Sandoval también preguntó al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, si los trasvases del Tajo al Alto Guadiana se van a regir también por una reglas de explotación, como sucede con la cuenca del Segura. Consideró importante saber cómo se van a repartir los recursos hídricos en el caso de que la cabecera del Tajo se encuentre bajo mínimos.

La ley prevé una transferencia máxima de 50 hectómetros anuales a la zona del alto Guadiana, 20 de los cuales irían para el parque nacional de Las Tablas de Daimiel, en el caso de que los necesite, y el resto para diversas poblaciones de Ciudad Real. Desde el año pasado, el Ministerio está transfiriendo medio hectómetro por mes para estos municipios. Hugo Morán contestó que la propuesta para trasvasar la hará la Comisión de Explotación, como hasta ahora, aunque el Gobierno regional considera que se trata de un trasvase que debe tener reglas propias. «El Ministerio no tiene intención de regularlo», apuntó Sandoval.

La cabecera del Tajo almacena 1.130 hectómetros, el volumen más alto de los últimos decenios. A estos hay que restar unos 70 hectómetros pendientes de transportar al Segura. La cabecera se aproxima al Nivel 1 en volumen, pero no en aportaciones. Las reservas irán en aumento con la nieve acumulada en la zona.