Hay modas pasajeras y otras que llegan para quedarse. La fórmula carretera y cámper, considerada la hermana menor de la autocaravana, es de las segundas. Aunque lejos quedó su momento de irrupción explosiva como modelo de viaje, continúa siendo la opción elegida por quienes buscan ... esta forma de viajar en furgoneta: libre, más ágil y barata que el desplazamiento en caravana, sin depender de reservas en hoteles y alojamientos y con poca planificación previa más allá del disfrute de la ruta. Improvisar y saborear el paisaje es casi obligado en el mundo cámper, con paradas imprevistas a la caza de una foto o una simple bocanada. Tener una furgoneta cámper o camperizada, términos derivados de la adaptación del anglicismo 'camper van', propone al viajero la autonomía de llevar consigo una pequeña casa con ruedas fácil de conducir y aparcar en entornos naturales y urbanos.
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El miedo a las grandes aglomeraciones y al uso de los medios de transporte públicos provocado por la pandemia de la covid, sumado al menor coste de este medio de transporte y a sus facilidades de conducción y aparcamiento respecto a las caravanas, fue la combinación idónea que contribuyó a que las ventas de furgonetas de segunda mano se duplicaran en la Región de Murcia en 2022 respecto al año anterior; una venta que también fue espoleada por la proliferación de repartidores de mercancía por la intensificación del comercio 'online' que se vivió a partir de marzo de 2020.
400
horas de trabajo son necesarias para hacer un gran proyecto de camperización que incluya apertura de ventanas y claraboyas, aislamiento, mobiliario, suministros y opciones de control domótico.
El tipo de vehículo de preferencia mayoritaria para camperizar es el comercial ligero, con menos de 3.500 kilos de peso y que puede conducirse con el carné clase B; furgonetas tipo L2/L3H2 en su mayoría. Estas furgos tienen un precio medio en la Región, al que hay que sumar el coste de la reforma, de entre 18.000 y 20.000 euros. Así lo indica el presidente de Asociación de Profesionales de Vehículos de Ocasión de la Región de Murcia, Jesús Molina. Actualmente, «uno de cada veinte clientes que busca un vehículo de estas características lo hace para camperizar; el resto, para trabajar», añade el empresario. Considera que «la burbuja cámper sigue en auge en la Región, pero no tanto como antes, según han ido desapareciendo las restricciones por la covid».
Lo cierto es que la demanda de vehículos comerciales ligeros de segunda mano sigue siendo alta, por lo que los precios continúan también al alza. «En estos momentos no hay existencias suficientes y es bastante complicado encontrar una furgoneta de ocasión de estas características», reconoce Molina. En cuanto a la venta de vehículos nuevos ya camperizados, las listas de espera pueden llegar al año. Por este motivo, el encargado del taller IronVan Explorer, Fran López, explica que «los que tienen prisa por camperizar recurren a la segunda mano, aunque nosotros no recomendamos comprar furgos con más de 200.000 kilómetros».
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En el verano de 2020 «explosionó este modelo» de viajar con la casa sobre ruedas tan diferente a las caravanas, relata José Francisco Puche, presidente de la Asociación de ITV de Murcia, que representa al 80% del sector regional. En aquel momento, «la interacción social nos daba un poco de miedo» y viajar en una furgoneta camperizada ofrecía un tipo de desplazamientos con más libertad y «la intimidad de grupos reducidos».
17.000
euros es el precio mínimo que cuesta convertir una furgoneta L2H2 en una casa con ruedas de 13 metros cúbicos.
La reforma de furgonetas para hacerlas habitables o camperización supone un ajuste a la medida de las necesidades y del presupuesto del nuevo propietario. Un ajuste que debe además estar homologado en el momento en que incluye anclaje de muebles, proceso en el que las estaciones de ITV que representa Puche tienen todo que ver. Tal es la irrupción de esta forma de hacerse una casa con ruedas a medida, que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en noviembre del año pasado, incluyó en la actualización del manual de las ITV «una serie de cambios, en su mayoría derivados de la forma de gestionar las reformas de estos vehículos». El objetivo, «reglamentar un poquito mejor» esta nueva realidad.
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Los ingenieros de los talleres responsables de camperizar las furgonetas deben presentar su proyecto a los laboratorios de homologación, acreditados por la ENAC, que entregan a su vez un informe. Posteriormente, son las estaciones de ITV, también acreditadas por la misma entidad nacional, las que determinan si la reforma se ha hecho de acuerdo al proyecto homologado y el vehículo cumple las condiciones necesarias de seguridad. En la Región solo hay un laboratorio de homologación, detalla Puche, quien explica que algunas de las furgonetas que acuden a las estaciones del Altiplano llegan con informes de laboratorios de la Comunidad Valenciana, pero una «mayoría de camperizaciones pasan por el centro regional». Y añade que el Laboratorio Técnico de Reformas de la Región ha incrementado un 300% el número de homologaciones de modificaciones en vehículos entre 2019, último año completo anterior a la pandemia, y el pasado 2022.
En la Región, cada taller, según su equipo de trabajo, realiza de cuatro a doce camperizaciones complejas y a medida al año. Además, en algunos casos ofrecen la posibilidad de alquilar cámpers, como ocurre en Autovan Camper, en Lorquí, por si la premura del viaje, el desinterés por la compra o las listas de espera en vehículos nuevos precipitan la necesidad. Fran López explica que en IronVan, en Santomera, realizan una camperización compleja cada tres meses, ya que requieren unas 400 horas de trabajo.
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300%
se ha incrementado el número de homologaciones de reformas de vehículos en el único laboratorio acreditado en la Región entre 2019 y 2022.
Aunque cuenta López que le llegan al taller muchas cámper para reparar, explica que hay cierta desprofesionalización en el sector desde la pandemia. «Vienen muchos manitas o gente con un amigo o un cuñado que tiene algo parecido a un taller y que llegan a nosotros para que homologuemos la reforma», cuenta, y explica que ellos no homologan a menos que el proyecto sea suyo. En cuanto a los talleres, aunque se encuentran en internet por decenas, desde Puente Tocinos a Cabo de Palos, pasando por Santomera, Lorquí o El Palmar, Fran López tiene constancia de «solo cuatro o cinco legalizados».
Claraboyas, ventanas, mesas giratorias, calefacción, cocina con fregadero, ducha y baño portátil, conocido en el mundo cámper como 'potti', autosuficiencia energética a través de placas solares y baterías externas son algunos de los accesorios que se pueden adaptar a una furgo de entre trece y quince metros cúbicos. Además, las cámper pueden tener tantos servicios como se quiera y el bolsillo permita, desde televisión a conexión wi-fi, localizador GPS, navegadores o instalación domótica para controlar las luces o la temperatura.
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Los presupuestos son de lo más variado y dependen tanto de la complejidad de la reforma y del número de accesorios como de los acabados que se utilicen. Fran López y Antonio Valero, de Autovan Camper, cifran en una horquilla de entre los 17.000 de una H2L2 y los 30.000 euros de una L3H3, respectivamente, los presupuestos de camperización que realizan, aunque se pueden elevar tanto como el cliente decida.
Como empresario dedicado a la venta de vehículos de ocasión y representante del gremio, Jesús Molina tiene muy claro el perfil del comprador de furgo para camperizar. La coincidencia con la experiencia de Fran López es total. Son jóvenes y parejas de entre 35 y 50 años, sin hijos o con hijos en edad escolar, con cierto poder adquisitivo, amantes de la montaña, la bici y la acampada.
Francisco Hernández quiso comprar una furgoneta de segunda mano para camperizarla a medida porque se imaginaba rodando con ella este verano para cubrir una ruta entre Molina de Segura y el norte de Islandia. Además de este sueño, que espera cumplir en unos meses, la compra le ha supuesto un ahorro de más de 30.000 euros. Primero, le compró a un amigo una Ford Transit L1H2 diésel, con 140.000 kilómetros, por 7.000 euros. Después, invirtió 11.000 euros más en reformarla. En estos momentos, espera la homologación del proyecto, proceso que le ha costado 500 euros, para echarse a rodar. En total, ha invertido 18.500 euros en una casa con ruedas que, de haber comprado nueva, le hubiera costado con las mismas dimensiones y prestaciones en torno a 45.000 euros, según sus cálculos.
Merche García y Miguel Chamón prefirieron la inmediatez de una compra de segunda mano con la reforma ya realizada, además de otras mejoras, en la opción más pequeña de este tipo de vehículos. Invirtieron 16.800 euros en su Volkswagen Multivan T5 Starline diésel. Disponen en ella de una batería auxiliar de doce voltios alimentada por una placa solar, calefacción estacionaria, una nevera, portabicis y toldo lateral. En marzo del año 2021 compraron la furgo. Desde entonces han viajado en familia por España, Francia y Alemania.
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