El reciente estudio de Coag sobre el impacto del cambio climático en la agricultura de la Región de Murcia y del Arco Mediterráneo cobra plena ... actualidad con los estragos que está causando estas semanas el exceso de calor en la producción agrícola. Las desacostumbradas temperaturas de noviembre están ocasionando «un daño importante» en la cosecha de limón, donde el 20% del producto se ha quedado en el suelo por la sobremaduración, informó ayer el presidente regional de esta organización agraria, José Miguel Marín. También hay daños en la producción hortícola, que se ha reducido hasta un 30% en el Valle del Guadalentín, apunta Juan Marín Bravo, presidente de los regantes de Lorca.
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Temperaturas próximas a los 30 grados centígrados en noviembre, como se registraron ayer en varia zonas de la Región de Murcia, es un fenómeno casi nunca visto por las organizaciones del sector. El informe que presentó Coag el mes pasado advertía de que en el horizonte del año 2030 los días de sequía van a aumentar de 65 a 75 en el campo de Lorca, y de 96 a 109 en la comarca de Cartagena. Los registros de este mes hacen temer que se acelere dicho proceso, de ahí que todos estén deseando que lleguen lo antes posible las temperaturas propias de la época, ya que en algunas zonas ni siquiera refresca de noche.
José Miguel Marín destacó que ya se ha producido un «daño considerable» en el 20% de la cosecha de limón por el exceso de calor. Se trata de limón que aún no está para recolectar, pero que ha sobremadurado por el calor y ha caído al suelo. El problema se detectó el mes pasado con las elevadas temperaturas que han mermado la cosecha. En la Vega Baja alicantina, los productores han perdido unas 1.300 toneladas de cítricos. De lo que queda en las ramas, los frutos no llegan al tamaño mínimo exigible para su comercialización, pero salen a la venta de todas maneras para paliar la escasez, como informó LA VERDAD. Los frutos han acelerado su crecimiento en los árboles cuando aún no están formados del todo.
José Miguel Marín
Presidente regional de Coag
Marín añade que si se cumplen «los presagios de falta de lluvias y se mantienen estas elevadas temperaturas, entraremos en una fase todavía más preocupante si no se produce la parada invernal de los árboles».
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Precisa que, de momento, las temperaturas aún no han causado un daño importante en los árboles, a la espera de que entre el invierno. «Estamos en el filo de la navaja, confiando en que lleguen las horas mínimas de frío que necesita el campo, pero los pronósticos no son muy favorables en este sentido. No pinta bien».
La situación es preocupante en las hortalizas, con un régimen distinto de riego, y en la cosecha de cítricos, puntualiza Marín. Advierte asimismo de que los cultivos de secano atraviesan «otro año horrible por la ausencia total de precipitaciones». Prevé que la próxima Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Segura apruebe restricciones en el regadío de hasta un 15%, una medida que se rechazó el mes pasado en contra del criterio del organismo de cuenca.
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Juan Marín Bravo
Pte. Comunidad Regantes de Lorca
Juan Marín, presidente de la Comunidad de Regantes de Lorca, relaciona de forma directa las altas temperaturas de los últimos meses con una merma del 30% de la producción hortícola del Valle del Guadalentín. «Las plantas se estresan y no crecen como es debido a causa del calor». «Todo en general tiene poco rendimiento; estamos sufriendo estas temperaturas de noviembre, más elevadas que otros años. Nos hemos comido los veranillos de San Miguel y de San Martín sin ver ni una gota de lluvia en nuestras zonas. Las plantas de deshidratan con este calor, les falta humedad y requieren por consiguiente más agua», explica Marín, cuya comunidad se ha enfrentado además a una rotura de las conducciones de la desaladora de Águilas.
Joaquín Gómez
Presidente de Apoexpa
Estos días comienza la recolección de lechuga, coliflor y alcachofa, entre otros productos, para atender a unos mercados que arrastran meses complicados por las mermas de producción a causa de la sequía y el retraso en las plantaciones. Marín teme que esta tónica se mantenga las dos próximas semanas, aunque espera que los mercados se reequilibren en lo posible más adelante.
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Joaquín Gómez, presidente de la Asociación de Productores Exportadores de Frutas, Uva de Mesa y Otros Productos Agrarios (Apoexpa), apunta que «los árboles se vuelven locos con estas temperaturas», que considera «absolutamente anormales» para un mes de noviembre. Los frutales son los menos afectados por el momento. Tienen que reposar en otoño, con sus horas de frío que no llegan, por lo que ya han perdido un mes de descanso.
«En el melocotón y la nectarina apenas se nota, pero al albaricoque le afecta mucho», explica Gómez, que considera que es pronto para hablar de pérdidas en los frutales. La uva de mesa, uno de los principales productos de Apoexpa, ha finalizado una campaña «positiva y con precios normales». La lluvia, en este caso, no le hace bien al producto.
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La Interprofesional del Limón (Ailimpo) también indicó que el exceso de calor está afectando a la producción de este año, aunque discrepa de COAG sobre el limón que se ha caído al suelo por la sobremaduración. José Antonio García, director general de Ailimpo, indicó en la mañana de este miércoles que «el inicio de campaña ha sido lento por la falta de tamaño de la fruta». Apunta que se han plantado 12.000 hectáreas en los últimos seis años.
Para el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Marcos Alarcón, «nadie pone ya en duda» cómo el cambio climático está afectando a la producción agrícola. Señala que este otoño se van encadenando en la cuenca del Segura meses muy cálidos para la época y sin apenas lluvias, a lo cual se suma el efecto de «unos vientos de poniente que han resecado mucho» las plantaciones agrícolas. Una conjunción de factores que tiene que sortear el agro. «Esta situación provoca que las plantaciones de invierno estén demandando mucha más agua y, en el caso del Valle del Guadalentín, existe el agravante de la rotura de la desaladora de Águilas». Alarcón considera que en estos momentos es difícil calcular el impacto de las altas temperaturas en la producción. En cuanto a los cítricos, coincide en que el calor acelera la maduración y, si no hay agua suficiente, el producto pierde calidad.
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