El eterno retraso del contenedor marrón en la Región de Murcia

El plazo para implantar la recogida separada de la materia orgánica, que finalizaba este mes y se pospuso a febrero de 2025, recibe una nueva prórroga hasta final del próximo año sin que los municipios inicien su despliegue ni las plantas estén listas para poder tratar los desechos

Domingo, 15 de diciembre 2024, 07:27

Si alguien estaba ya tomando medidas y estudiando cómo hacer sitio en casa a un nuevo recipiente de basura para separar el material orgánico, puede ... posponer el dilema. La implantación del quinto recipiente para la separación de biorresiduos vuelve a retrasarse en la Región de Murcia. El nuevo contenedor, destinado a depositar exclusivamente desechos urbanos biodegradables de origen vegetal o animal y que se sumará a los de cartón y papel, envases, vidrio y la fracción resto, debía estar en las calles de todos los municipios de más de 5.000 habitantes al finalizar este mes. Sin embargo, su implantación sigue siendo prácticamente nula.

Publicidad

El plazo otorgado a los municipios para poner en marcha este sistema sin perder las ayudas de los fondos 'Next Generation' dedicadas a este fin tuvo que ser ampliado inicialmente a febrero de 2025 ante la falta de avances, y este pasado martes volvió a recibir un nuevo impulso hacia adelante con una prórroga todavía más amplia. El acuerdo, según confirmaron fuentes del Gobierno regional a LA VERDAD, se alcanzó el pasado martes en la reunión de la Comisión de Coordinación de Residuos, donde el Ministerio para la Transición Ecológica y las comunidades autónomas fijaron diciembre de 2025 como nueva fecha límite para la adquisición del material por parte de los ayuntamientos -contenedores y nuevos vehículos específicos para la recogida separada-, y junio de 2026 para la justificación de las actuaciones.

La noticia aleja la espada de Damocles que los consistorios veían ya sobre sus cabezas, dado que prácticamente ninguno ha iniciado todavía el despliegue del sistema, al contrario de lo que ha ocurrido en otras comunidades vecinas. Los ayuntamientos de Alicante y Almería, por ejemplo, cuentan ya con una amplia red de recogida de biorresiduos a pleno funcionamiento, mientras que en la Región de Murcia las experiencias se han limitado hasta el momento, en su mayor parte, a pruebas piloto. Murcia fue la primera ciudad que los instaló en el barrio de La Flota y los mercadillos semanales, aunque tras retirarlos no ha vuelto a poner ninguno, y Caravaca, Águilas y Yecla realizaron experimentos similares. Solo en Lorca es posible a día de hoy ver estos contenedores como parte del paisaje urbano, aunque con un número todavía muy reducido. Apenas hay una treintena de ellos en servicio en el que es el término municipal de mayor extensión de la Región. El Ayuntamiento los ha implantado, por el momento, en el casco urbano, y pronto, según explica el Gobierno municipal, instalará otros 31.

Problemas de entrega

«Ahora tenemos tranquilamente todo el año que viene para poder comprar el equipamiento y realizar la puesta en marcha», señala el presidente de la Federación de Municipios de la Región y alcalde de Ulea, Víctor López, que explica que el nuevo plazo interpela esta vez a todos los ayuntamientos, independientemente del número de habitantes que representen, por lo que antes de que termine 2025, toda la Región deberá contar con estos recipientes. Aunque al menos hasta mediados del año que viene, la operación va a contar con una dificultad añadida: los elevados plazos de entrega que las empresas suministradoras de los vehículos para la recogida segregada de la materia orgánica y los contenedores marrones están dando a los ayuntamientos que se interesan por hacer un pedido. «Nos dan once meses para los camiones y cuatro para la primera entrega de contenedores», explica el concejal de Medio Ambiente de Molina de Segura, José Manuel Hernández Revelles.

Publicidad

¿Qué se puede tirar?

Los contenedores marrones son uno de los mandatos de la Ley de Residuos de 2022, que adaptó la normativa española a las exigencias europeas de aprovechar mejor los biorresiduos para generar fertilizantes y energía y reducir así la cantidad de basura que acaba enterrada en los vertederos. El Ayuntamiento de Murcia estima que cada ciudadano genera 473 kilos de residuos al año, de los que cerca del 50% son materia orgánica. «Es la fracción que más peso tiene en el cubo de basura», explican.

En el interior de los nuevos contenedores, a diferencia de lo que ocurre con el gris -o verde oscuro-, los ciudadanos únicamente deben depositar restos de fruta y verdura, de carne y pescado, cáscaras de huevo, de marisco y de frutos secos, posos de café y bolsas de infusión, plantas y restos de poda, corchos de botellas, así como las servilletas y papeles de cocina usados. Además, deberán hacerlo evitando las bolsas de plástico, ya sea volcando algún recipiente reutilizable u optando por bolsas biodegradables.

Publicidad

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

El Gobierno regional ha otorgado a los ayuntamientos 18 millones de euros procedentes de los fondos 'Next Generation' para financiar la instalación de los sistemas para la recogida selectiva de estos residuos orgánicos domésticos, el aceite usado de cocina para generación de biocombustible, el fomento del reciclaje de textiles y la mejora y construcción de nuevos ecoparques. Pero la obligación de que los consistorios cofinancien las actuaciones ha provocado que muchos opten por apurar los plazos. «Las arcas municipales han sufrido un desgaste importante por la inflación de los últimos años, pero la obligación de instalar el sistema la siguen teniendo, con ayudas o sin ayudas, así que al final tienen que hacer los ajustes presupuestarios necesarios para asumir ese fondo», apunta el director general de Medio Ambiente de la Región de Murcia, Juan Antonio Mata.

Murcia y Cartagena, que representan la mitad de la población de la Región, siguen sin sacar a licitación el contrato de los contenedores. La capital del Segura ha ido retrasando sus planes al respecto. Ya en el mes de julio aseguró que el despliegue del sistema se iniciaría antes de 2025, con una dotación de 1,7 millones para instalar 1.300 contenedores, para luego fijarlo en principios de año. Con 2024 llegando a su fin, el Ayuntamiento sigue sin concretar cuándo saldrá el contrato, más allá de que será «pronto». Desde el Gobierno local señalan que también «se trabaja en la modificación del contrato de basuras para incorporar las nuevas acciones que conllevará la recogida y tratamiento del biorresiduo», una actuación que está «muy avanzada».

Publicidad

  

También el Ayuntamiento de Cartagena lanzará su contrato «en breve». En su caso, cuenta con un importe de 3,2 millones para la adquisición de unos 50.000 cubos domésticos de biorresiduos y unos 1.600 contenedores marrones que «se repartirán por todo el municipio». Si bien, el Gobierno local no da más detalles sobre su cronograma.

La licitación para los contenedores y camiones también está «a punto de salir» en Molina, según señala el concejal de Medio Ambiente. Mientras que en Lorca, la instalación de esos primeros 30 contenedores empieza a dar resultados. El reciclaje ha experimentado «un aumento notable», subraya el Ayuntamiento. Hasta el 31 de agosto se habían recogido 298.200 kilos de biorresiduos en el municipio, lo que, de mantenerse la misma progresión, va a suponer un incremento del 25% respecto a 2023, un año en que se obtuvieron a través del reciclaje 5.700 kilos de compost.

Publicidad

La subida de las tasas

Mientras tanto, lo que sí va llegando es la subida de las tasas de basura. La ley obliga a los ayuntamientos a pagar 30 euros por cada tonelada que vierte al vertedero y a repercutir, antes del 28 de abril de 2025, el 100% del coste del servicio en la tasa de basuras municipal, y en esto sí que se han aplicado ya la mayoría de ayuntamientos. Murcia ha aplicado una subida del 38%; Cartagena, del 17,5%; y Lorca, del 22%. Mientras que en otros municipios que contaban con un déficit más abultado, y que financiaban mayor parte del servicio a través de la recaudación de otros tributos, las subidas aplicadas ya o anunciadas para 2025 suponen más del doble.

«Cuando comience la recogida del contenedor marrón tendremos un mayor gasto que habrá que meter en la tasa», adelanta el presidente de la Federación de Municipios. «Este material no puede mezclarse con la recogida diaria de los residuos sólidos urbanos. Y tenemos que llevarlo separado del resto».

Noticia Patrocinada

  1. A la espera de las obras en Cañada Hermosa, el Gorguel, Lorca y Ulea

Para poder tratar los biorresiduos, la red de plantas de tratamiento de la Región necesita costosas adaptaciones. «Nosotros podemos poner los contenedores, pero lo primero que nos falta son las plantas», advierte el concejal de Medio Ambiente de Molina de Segura, José Manuel Hernández. Hasta que no estén listas, los ayuntamientos tendrán que acudir a otras soluciones. «Hay gestores privados que ya se están ofreciendo a los ayuntamientos que quieren empezar a recoger esos biorresiduos y necesitan un lugar donde gestionarlos», afirma el gerente del Consorcio de Residuos de la Región de Murcia, Javier Herrero.

Tanto el centro de tratamiento de residuos de Cañada Hermosa, que da servicio a Murcia, como los del Gorguel, el de Lorca y el de Ulea cuentan con financiación europea para realizar la adaptación de sus instalaciones. Estas obras, para las que el Gobierno regional aporta 12 millones, tienen de plazo hasta junio de 2026.

Publicidad

Por otra parte, el Consorcio de Residuos, del que forman parte la Comunidad y 40 ayuntamientos de la Región, y que gestiona el centro de Ulea, construirá una nueva planta en San Javier para la producción de compost con capacidad para tratar 20.000 toneladas anuales de residuos de ese municipio, San Pedro, Los Alcázares, Torre Pacheco, Fuente Álamo y La Unión. La obra se encuentra ya en proceso de licitación, con 2.462.539 euros de fondos europeos y 1.682.913 euros de fondos propios.

De manera paralela, hay otra subvención de más de 9,3 millones para adaptar la de Ulea con la construcción de una planta de biometanización que tiene un presupuesto total de casi 12 millones. «La intención es tener el contrato adjudicado en abril», explica Herrero. El biogás obtenido podrá dedicarse a alimentar de energía la propia planta o inyectarse a la red de gas. Y el mismo plan se sigue en Cañada Hermosa. «La planta de biometanización es el gran proyecto para 2025-2026», afirma Eduardo Azcona, director de PreZero en la Región de Murcia, que gestiona la instalación.

Publicidad

Cartagena trabaja también en el proyecto para ampliar la planta de tratamiento en El Gorguel, que tratará estos residuos mediante un sistema de compostaje, y que cuenta con una subvención de 5 millones para la obra civil y la adquisición de la maquinaria necesaria.

Una vez listas, la principal preocupación será que los residuos que lleguen hayan sido correctamente separados por los ciudadanos. Para ello los ayuntamientos intensificarán las campañas informativas y de concienciación.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Tu suscripción anual con 2 meses gratis de Nextory

Publicidad