El 60% de las empresas que llegaron a la Región de Murcia desde Cataluña a raíz del 'procés' han regresado ya

Por lo menos, así se puede deducir de los datos estadísticos que maneja el Colegio de Registradores en cuanto a cambio de domicilio social de empresas, ya que cuantifica hasta 83 mercantiles que se han mudado desde suelo murciano a territorio catalán entre 1997 y 2024, cuando en el mismo periodo fueron un total de 143 sociedades las que se vinieron desde allí a la Comunidad. Eso supone exactamente en la comparativa de movimientos corporativos entre ambas autonomías un promedio de regreso a Cataluña del 58,04% de firmas.

No obstante, es muy relevante el dato de que se mantenga todavía un saldo favorable a la Región de 60 compañías entre entradas y salidas, lo que significaría que casi el 42% restante prefiere continuar con su sede en nuestro territorio. Eso sí, hay que tener presente que el traslado de sedes sociales, más allá del contexto sociopolítico, responde a múltiples factores, como puede ser la propia capacidad de atracción económica de cada comunidad, con sus políticas fiscales y de ayudas, así como también por la reestructuración interna de los grupos empresariales en función de sus intereses de mercado.

Los mayores éxodos de firmas catalanas con destino a la geografía murciana tuvieron lugar en los momentos de mayor tensión del conflicto con el Estado español, en los ejercicios 2017 y 2018, cuando se trasladaron 31 y 28 compañías, respectivamente. Mientras que en 2019 se contabilizaron 15 cambios de domicilio. Un volumen que disminuyó en 2020, en plena pandemia de la covid, a tan solo 8. Sin embargo, en 2021 volvieron a dispararse para llegar a 18. A partir de ahí, se redujeron en los dos siguientes años hasta el nuevo repunte del pasado 2024, con un total de 17 salidas con destino al territorio regional.

En cambio, las cifras más elevadas de mercantiles que hicieron el camino inverso hasta Cataluña se registraron en los últimos dos años, sobre todo en 2023, cuando lo hicieron un total de 19; seguido de 2024, con 12, la misma cantidad que en 2020, en el epicentro de la crisis del coronavirus. Una tendencia de crecimiento que todo apunta a que seguirá en alza durante 2025 y en los siguientes ejercicios gracias a la estabilidad institucional.

Porque la garantía de una seguridad jurídica a la hora del desarrollo del negocio es un elemento imprescindible para las empresas de cualquier sector.

Eso sí, debe advertirse que en cifras absolutas es Madrid la que lidera el movimiento societario en relación con la Región, con saldos en este caso claramente superiores para la primera, al igual que ocurre en la práctica totalidad de autonomías españolas. De hecho, durante este periodo de análisis de ocho años, el número de firmas que cambiaron su sede social desde Murcia a la comunidad madrileña alcanzó las 406, frente a los 299 traslados en sentido inverso. En el caso concreto de 2024, fueron 50 firmas las que se trasladaron allí, frente a las 39 que vinieron.

Un comportamiento que no deja ninguna duda del poder de atracción que representa la capital de España como polo de actividad económica. De hecho, con el 'procés' en todo lo alto, fue la gran beneficiada del país tanto por el traslado de grandes compañías como de pymes.

En relación al impacto económico de los traslados, un estudio de Informa D&B, entidad de referencia en el suministro de información comercial, financiera, sectorial y de marketing, revela que en el último ejercicio analizado de 2023 el valor de las ventas de las empresas que se fueron de la Región a otras comunidades alcanzaba los 314,8 millones de euros, mientras que el volumen de las que llegaron se situaba en 58,9 millones. Algo que evidencia una clara desigualdad en cuanto a facturación.

Desde el Gobierno regional siempre han reivindicado su apuesta por poner «alfombra roja» a todas las empresas dispuestas a instalarse en los municipios murcianos, tal como ha expresado en numerosas ocasiones el consejero de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Transformación Digital, Luis Alberto Marín, desde un compromiso por la reducción del intervencionismo y del exceso de burocracia a una moderación fiscal.

Asimismo, tras los últimos retrasos, se espera poder tener en breve la cuarta Ley de Simplificación que integre y unifique en una única norma todas las anteriores e impulse a su vez un nuevo modelo de administración en la Comunidad que agilice los proyectos empresariales. Una norma que contribuiría a captar más inversiones.