Pedro Luis Saez, Pilar Alonso y Fernando López del Amo, ayer, contando los votos de los emigrantes.

Podemos se lleva el 'voto indignado' de quienes han tenido que emigrar

Apenas el 2,9% de los murcianos que viven en el exterior han participado en las autonómicas; para hacerlo han tenido que superar un sinfín de obstáculos

Javier Pérez Parra

Jueves, 28 de mayo 2015, 01:55

Podemos se ha impuesto entre los emigrantes murcianos que participaron en las elecciones autonómicas del domingo a través de los consulados de España en todo el mundo. Con 229 votos, la candidatura liderada por Óscar Urralburu ha superado al PSOE, que obtuvo 172. El PP se ha ido a la tercera posición entre los emigrantes, con apenas 153 sufragios. Le siguen Ciudadanos (81), Ganar la Región de Murcia (48) y UPyD (22). De los resultados, que ayer dio a conocer la Junta Electoral Provincial, se desprenden dos conclusiones: que quienes han tenido que marcharse fuera de la Región en busca de oportunidades han dejado claro su descontento eligiendo a Podemos, y que la participación ha sido mínima.

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El registro de murcianos en el extranjero con derecho al voto asciende a 26.426 personas, pero apenas 776 (el 2,9%) lo han ejercido. Es habitual que la participación en los procesos electorales sea baja en el exterior, pero no tanto. Más que apatía, detrás de estas cifras se ocultan los obstáculos a los que se han enfrentado los emigrantes a la hora de votar fruto de una reforma que aprobó en 2011 el gobierno socialista y que el ejecutivo actual, del PP, ha aplicado a rajatabla. Para poder votar, quienes viven en el exterior tienen primero que solicitarlo. Para ello, deben dirigirse a su consulado más cercano, pero muchos emigrantes se han quejado de que no recibieron la información adecuada en las oficinas consulares y no pudieron registrarse a tiempo. Pero tampoco todos los que se apuntaron en tiempo y forma han podido votar. El domingo 24, mientras en España los ciudadanos iban a las urnas, centenares de emigrantes se manifestaban frente a las embajadas en todo el mundo denunciando que en muchos casos los consulados no han enviado las papeletas a tiempo. En otros se han equivocado, y los votantes han recibido papeletas que no se correspondían con su comunidad autónoma de procedencia.

Izquierda Unida llevó ayer la polémica al Congreso, según informa Europa Press. El diputado Gaspar Llamazares achacó la «drástica disminución» de la participación en el exterior a la ley de 2011 y a la aplicación que de ella ha hecho el Gobierno. Llamazares denunció que los consulados «han desinformado» a los ciudadanos sobre los pasos a dar para ejercer el derecho al voto. En algunos casos, se intentó disuadir a los votantes «preguntándoles para que querían votar después de residir tanto tiempo fuera de España», asegura el diputado de IU. La oposición acusa al PP de haber obstaculizado al máximo el procedimiento para evitar una avalancha de votos indignados. El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, defendió sin embargo que su departamento inició una campaña de información para incentivar el voto, yque ha intentado solventar las dificultades. Con todo, el ministro reconoció a Llamazares que esas medidas «no han sido suficientes». El descenso en la participación, que García-Margallo achaca a ley que en 2011 aprobó el gobierno de Rodríguez Zapatero (con los votos a favor de PSOE, PP, CiU y PNV), es un hecho «que preocupa» al actual Ejecutivo, según el ministro.

Jóvenes urbanos

Más allá del reparto de culpas, lo cierto es que apenas 776 murcianos que viven en el exterior pudieron expresarse en las elecciones del domingo. La mayoría lo hizo en contra del PP. Tradicionalmente, el voto emigrante ha estado monopolizado por el PSOE, pero en esta ocasión los socialistas solo se han impuesto en la circunscripción del Guadalentín (donde el obtienen 45 votos frente a 35 del PP) en la del Noroeste (17 sufragios por 10 del PP), y en la del Altiplano (8 votos por 4 del PP). La mayoría de los emigrantes que han votado proceden de Murcia y Cartagena. Se trata de jóvenes urbanos y con titulación universitaria que han tenido que marcharse fuera y que se han decantado claramente por Podemos. Así, en la circunscripción de Murcia la formación de Pablo Iglesias se lleva 136 votos de los emigrantes frente a 76 del PP y 75 del PSOE. Mientras, Podemos obtiene 47 apoyos entre los cartageneros del exterior, frente a los 28 del PP y los 27 del PSOE.

Llamativo resulta el escaso tirón de Ciudadanos, que queda muy por debajo del resto, con 81 votos entre todas las circunscripciones. Mientras, Ganar la Región de Murcia, la coalición encabezada por Izquierda Unida, se queda en 48 votos, y Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en 33. El resto va a parar a las distintas fuerzas minoritarias, desde Vox al Partido Animalista (Pacma).

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Sin cambios en el resultado

El escaso peso del voto emigrante ha convertido en irrelevantes, desde el punto de vista cuantitativo, sus resultados. El cómputo global no cambia, algo con lo que se había especulado debido al esperado efecto del 'voto indignado'. El último diputado de la circunscripción de Murcia, que el domingo se fue al PP por un estrecho margen de papeletas, podría haber terminado cayendo del lado de Podemos o incluso del PSOE si el número de papeletas enviadas por los emigrantes hubiese sido mayor. Finalmente no fue así. La Junta Electoral ratificó además los resultados enviados por todas las mesas electorales, sin que los pequeños errores a subsanar supusiesen cambios de importancia.

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