El 'pin parental', en su versión más suave, volverá a las aulas de los colegios e institutos murcianos el próximo curso. La Consejería de Educación, dirigida por la expulsada de Vox Mabel Campuzano, ha remitido a los colegios e IES sus instrucciones de principio de curso, en las que ha vuelto a introducir un sistema de control para que las familias puedan estar al tanto de las actividades complementarias (que por ley son obligatorias y forman parte del currículo) impartidas por personal ajeno al centro a las que asisten sus hijos.
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El modelo impuesto ahora por Educación establece que los padres sean informados de las actividades a través de una circular al menos siete días antes de su celebración. Educación no pedirá que los padres autoricen la asistencia de sus hijos a la actividad, como ocurría con el polémico y contestado veto anterior, pero en la práctica les da un margen de una semana y deja la puerta abierta para que puedan decidir si mandan a sus hijos a clase ese día o no. Además, la nueva regulación de las actividades complementarias impartidas por personal ajeno al colegio establece que «la dirección de los centros docentes debe adoptar las medidas organizativas necesarias para garantizar la presencia de un docente del centro durante el desarrollo de la actividad». Es decir, que un profesor controlará en todo momento la sesión. Ya ocurría así antes de que se implantara la versión más dura del veto parental, hace dos años.
El modelo de circular que se remitirá a los padres siete días antes de la celebración de la actividad incluirá información detallada sobre la cuestión a tratar, el profesional que la imparte, la entidad a la que pertenece, los objetivos, la duración... A la postre, las condiciones planteadas ahora son similares a las que regían antes de que Vox impusiera su veto parental hace tres cursos, salvo por el matiz de que la circular que recibirán los padres incluirá más información y por el compromiso a remitirla siete días antes, que antes no estaba establecido de manera taxativa.
Las instrucciones de principio de curso remitidas a los colegios este viernes establecen que, «en aras de la transparencia de la administración educativa y el fomento de la implicación de las familias en la formación de sus hijos, los centros docentes harán llegar a los tutores legales del alumnado información detallada de todas las actividades complementarias programadas que vayan a ser impartidas por personas ajenas al claustro del centro educativo».
Según detallan, la información de cada actividad «se facilitará a padres y madres siete días antes de la celebración de cada una de dichas actividades». El documento no establece que las familias deban autorizar la asistencia de sus hijos, pero sí que «el centro establecerá los cauces de comunicación oportunos para confirmar la recepción de la información por parte de las familias».
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El veto parental quedó suspendido durante la pandemia, después de una agria polémica y movilizaciones de los centros públicos, que consideraban que esa autorización implicaba una falta de confianza sobre su labor, e insistían en que se trata de actividades obligatorias. Aquel veto fue impuesto por Vox como condición a su apoyo a la investidura de López Miras. En este caso, en el que no se trata de una autorización expresa ni de un veto, también fue planteado como cuestión central en las negociaciones que hicieron fracasar la moción de censura contra el gobierno de López Miras, y que supusieron la entrada en el Gobierno regional de la diputada expulsada de Vox.
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