La vacuna contra la Covid-19 que recibió el mes pasado el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, haciéndose pasar por ... capellán de la residencia de ancianos Hogar de Betania, en Murcia, es solo la punta del iceberg de toda una serie de vacunaciones irregulares a sacerdotes y también a familiares del director del centro y principal responsable del proceso, Alfonso Martínez, quien lleva en el puesto poco más de un año.
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Tal y como ha podido confirmar LA VERDAD por diversas fuentes, Alfonso Martínez es hermano del presidente del patronato de Hogar de Betania, Joaquín Martínez, aunque la Diócesis argumentó en un principio que el presidente era el obispo, y que por eso se había vacunado. Fue el propio obispo quien rectificó esta información el mismo día que pidió disculpas. Tanto Alfonso como Joaquín Martínez también ocupan diferentes puestos en la Junta Directiva de la Hospitalidad Murciana Nuestra Señora de Lourdes. Ninguno de los dos, casualmente, recibió la primera dosis del fármaco que, en teoría, podrían haber justificado por el cargo que ostentan en Hogar de Betania. Sin embargo, y según las mismas fuentes consultadas, quienes sí recibieron la primera dosis de la vacuna, solo unos minutos después de que José Manuel Lorca Planes y otros sacerdotes fueran inmunizados de forma irregular aquella mañana del 19 de enero, fueron los padres del director de la residencia y del presidente del patronato –ambos por encima de los 80 años, aunque no figuran como usuarios de la residencia– y también sus dos hermanas. Todo queda en familia.
La primera de estas hermanas es María Isabel Martínez Pérez, quien figura como una de las tres vocales del patronato de Hogar de Betania. La otra hermana del director de la residencia que fue vacunada aquel día, sorteando el protocolo del Ministerio de Sanidad, es Luisa María Martínez Pérez, quien parece tener aún menos relación con el trabajo diario que se desarrolla en el geriátrico, gestionado de forma íntegra por la Diócesis y miembro de la Asociación Murciana de Residencias y Servicios de Atención a los Mayores (Lares). Un portavoz de Lares señaló ayer que la residencia es «poco participativa» en las rutinas propias de la asociación, aunque no aportó más detalles.
Según ha podido comprobar este periódico, Luisa María Martínez Pérez es profesora de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), donde imparte clases de Anatomía en el grado de Fisioterapia. Según la web de la universidad, Martínez Pérez también ha dado clases a los alumnos del grado de Enfermería y del máster en Osteopatía y Terapia Manual. Aunque LA VERDAD intentó ponerse en contacto ayer con la hermana del director de la residencia, de forma directa y a través de la institución docente, no hubo respuesta de ningún tipo. Tampoco hubo respuesta en el día de ayer por parte de Alfonso Martínez, quien simplemente acertó a decir esta semana que «en la residencia solo se han vacunado trabajadores y residentes, y lo demás es darle vueltas al asunto». También dijo que no aportaría ninguna información referente a las personas vacunadas porque «estaría incumpliendo la ley», y puso en duda que la llamada de LA VERDAD a su teléfono personal, con el único objetivo de corroborar algunos extremos relativos al escándalo en el centro y poder ofrecer su versión, fuera «legal».
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