Evolución de la incidencia en Murcia, Cartagena y Lorca entre el 22 de enero y el 5 de febrero. LV

Así han descendido los casos en los barrios de Murcia, Cartagena y Lorca desde hace dos semanas

La caída de la incidencia es general y constante desde que las medidas hicieron efecto, pero prácticamente todas las zonas de salud siguen aún en riesgo extremo de transmisión

Viernes, 5 de febrero 2021, 14:49

Murcia, Cartagena y Lorca constituyen un nuevo ejemplo de que las medidas para frenar el coronavirus tardan unas dos semanas en hacer efecto. En pleno acelerón de la tercera ola, el sábado 9 de enero la Comunidad confinó los tres municipios. Tres días después, el ... martes 12, Salud decretó el cierre de la hostelería. La transmisión, aunque las cifras aún no lo plasmaban, ya estaba desbocada y siguió expandiéndose. Fue precisamente dos fines de semana más tarde, entre los días 22 y 24, cuando Murcia, Cartagena y Lorca alcanzaron su pico de contagios.

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Los tres grandes núcleos de población son también la prueba de que el descenso de la curva de casos de Covid-19 es mucho más lento que el ascenso. La reducción la incidencia es sostenida desde hace diez días, pero aún superan con creces el umbral que, según la Consejería de Salud, marca el riesgo extremo de transmisión: 500 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas. Es la barrera que impide levantar los cierres perimterales y abrir las terrazas de bares y restaurantes.

Murcia

La capital ha seguido una línea paralela a la media regional durante toda la tercera ola, lo que la catapultó hasta más de 1.700 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Ya ha reducido esas cifras astronómicas a la mitad, pero aún hay varios por encima de 1.000 y un grupo numeroso de barrios y pedanías que rebasa los 850. La mayoría se sitúan en los límites sur y este de la ciudad.

Los núcleos de población que orbitan en torno a Puente Tocinos han sido especialmente azotados desde el inicio del invierno. Esa pedanía sigue a la cabeza en la lista de incidencia, y Vistabella, Llano de Brujas, Beniaján y Alquerías no se quedan muy lejos. Pero los casos han caído un 50% en la última quincena.

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En el extremo más meridional, los barrios de Santiago el Mayor y el Infante y las pedanías de Algezares, Aljucer, El Palmar y La Alberca también se mueven en torno a la media municipal y por encima. Solo el Campo de Cartagena está, por muy poco, fuera del máximo nivel de alerta (495).

Cartagena

Cartagena también lo ha pasado mucho peor este invierno que durante el otoño y el final del verano, cuando destacó a nivel regional por su contención del coronavirus. La mayoría de sus áreas de salud han ralentizado la propagación del virus en las últimas dos semanas, aunque hay una zona que sobresale negativamente: la incidencia de Santa Lucía apenas ha disminuido desde que decretaron medidas extraordinarias y tiene actualmente el peor dato del municipio.

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En el otro extremo, en San Antón ese parámetro ha caído a casi un tercio en estas dos semanas. En cuanto al resto, al contrario que en Murcia, no hay grandes diferencias entre barrios y diputaciones. Las otras áreas más golepadas en el pico de enero han disminuido los contagios a la mitad: el área Oeste, Los Dolores e Isaac Peral. La cara más positiva está en el Mar Menor y La Manga, la única zona por debajo de 500.

Lorca

La Ciudad del Sol aplanó la curva antes que Murcia y Cartagena, pero ahora la pendiente hacia abajo es menos inclinada y se está empezando a frenar. La mejor noticia es que La Paca, que sufrió días muy críticos con una incidencia cercana a 4.000, ha reconducido las situación.

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En cuanto al resto, tanto el centro de la ciudad como los barrios se mueven en torno a la media de incidencia que registra el municipio, aunque San Diego y San José acumulan más del 50% del total de casos. Sutullena sí se queda por debajo, aunque también en riesgo extremo.

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