Campazzo, ante un defensor de Unicaja.
Baloncesto | liga endesa

El UCAM se queda sin respiración en el tercer cuarto

Andrés egea

Domingo, 15 de enero 2017, 18:31

Los jugadores del UCAM saltaron decididos a pelear hasta la extenuación sin pensar en que su rival era más fuerte y además, ellos estaban sin uno de sus pilares, Faverani. Los visitantes trataron de dosificar el esfuerzo de Delía desde el principio, ya que iba a tener un desgaste extra. Pero no fue suficiente porque la presencia de un pívot tan dominante como Faverani se notó y Delía acabó agotado físicamente al tener que pelear bajo los tableros con dos jugadores más fuertes y altos que él. Fue imposible y tras un tercer cuarto muy negativo el UCAM solo pudo aspirar a caer con decoro, lo cual consiguió (88-76), ya que llegó a perder hasta por 24 puntos. Los 36 puntos conseguidos por los locales en la pintura, letales.

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Acertando de tres puntos en los primeros ataques, el conjunto de Quintana se puso por delante en el marcador a las primeras de cambio. La defensa fue muy similar a la del pasado miércoles en Krasnodar y esa intensidad fue lo que impidió a los malagueños ponerse por delante. Con el dominio del rebote, acertado en el triple y una gran defensa, el UCAM pudo competir sin echar de menos, en exceso, a Faverani. Pero del 11-15 se pasó al empate a 15 con el que finalizó el primer cuarto y pese a su concentración atrás, tenía dos problemas importantes, uno era el de las pérdidas, pues ya acumulaba cinco, pero el más importante era el error en los lanzamientos de dos puntos (1/8).

Tras el primer cuarto, Joan Plaza, que ya había puesto en la pista a su pívot más dominante, Dejan Musli, puso todo su potencial ofensivo para tratar de marcar diferencias antes del descanso. Musli en la pintura, Jamar Smith en el contragolpe y Alberto Díez desde el perímetro se encargaron de dominar todas las facetas del juego. Pese a los intentos de Campazzo y los triples esporádicos de Baron y Pocius, el Unicaja logró un parcial de 6-0 antes de llegar al descanso y se fue al mismo por delante en el marcador con cinco puntos de renta. Los 27 puntos conseguidos por los jugadores del banquillo malagueño se estaban imponiendo, aunque el ataque local no era el mayor de los problemas murcianos. Sus 12 pérdidas y las 3 de 15 en tiros de dos lastraban a los de Quintana en el marcador. En ataque, Baron y Campazzo trataron de sostener a su equipo, que pese a todos los problemas se mantenía en la lucha por el triunfo gracias a sus 18 rebotes y 50% en triples, con 6 canastas de 12 intentos.

Y el partido se rompió en el tercer cuarto. Lo que tardó Musli en superar a todos los hombres grandes del UCAM y Waczynski en anotar de tres puntos. Este cuarto se pareció mucho al que jugó ante el Lokomotiv Kuban. El conjunto local, que había sometido a un desgaste físico importante a su rival con sus 'obreros' sacó a los artistas en el segundo y tercer cuarto para sentenciar. Además, los colegiados permitieron una excesiva dureza de los malagueños en defensa que llegó a desesperar a los jugadores de Quintana. El UCAM nada pudo hacer por evitar un parcial de 31-18 que dejó el partido totalmente sentenciado. Y ya en el último cuarto, lo mismo que tierras rusas, los locales marcaron una máxima renta de 24 puntos tras un parcial de 6-0 de salida y a partir de ese instante y tirando de orgullo, Campazzo se echó su equipo a las espaldas para no salir ridiculizados de tierras malagueñas. Le acompañó Baron en su propósito y por eso al final la renta de los malagueños se quedó en solo 12 puntos, justo la mitad de la que llegó a disponer como máxima.

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