«Quiero que suba el Murcia»

Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, explicó este jueves que tiene una "impresión positiva" del futuro del Real Murcia con los nuevos gestores de la entidad. "Sé que está en manos de grandes profesionales. Y a ese saber hacer en sus respectivas materias, se une que son personas que tienen un gran sentimiento murcianista", indicó.

Una impresión, aseguró, que es distinta a la que tenía en otras etapas del conjunto: "En otros momentos del Real Murcia he transmitido convicciones distintas porque quienes mandaban en el club eran diferentes. Ahora veo una proactividad, un saber hacer, un conocimiento detallado del camino que necesita recorrer el Real Murcia".

Además, Cardenal no escondió sus preferencias entre los dos equipos de la capital, que luchan por el primer puesto del grupo IV de Segunda B. "Ojalá que el Murcia no pierda la condición de campeón de grupo, que hace mucho más sencillo el ascenso, pero todos los años suben equipos que no han sido primeros. Esta misma mañana he estado en la Universidad Católica y he dicho lo mismo. Lo siento, pero entre el UCAM y el Murcia, evidentemente tengo un vínculo con el Murcia y me gustaría que subiera".

Por último, Miguel Cardenal quiso clarificar su papel durante el descenso administrativo del conjunto grana. El presidente del CSD aseguró que hizo lo que estaba en su mano para evitarlo: "En su momento, avisé a quien entendía que tenía posibilidades de cambiar la situación, como hizo el Santander o el Zaragoza, equipos que estaban en una situación parecida a la del Murcia y que actuando a tiempo los propietarios y las autoridades locales consiguieron no sufrir esa suerte".

Cardenal acusó de falta de "profesionalidad, incluso de lealtad" de algunos responsables del Real Murcia, que le acusaron de no ayudar a evitar el descenso. "Después de aquello me reuni en varias ocasiones con Acciari y Albiol, y entendieron que lo que sucedió esos días de agosto no tenía nada que ver con la versión que a ellos les habían dado. Mi puerta estuvo siempre abierta, incluso hablé con Samper, pero me llamaron el día que ya me había ido de Madrid y creo que no tenía sentido el 7 de agosto. Hacer ver que eso es la causa del descenso era una falta de respeto a la realidad".