Los complementos iluminados llenaron de ambiente las noches infinitas del SOS 4.8. :: g. carrión / agm

Una noche para bailar hasta el amanecer

La fiesta continuó el viernes hasta altas horas de la madrugada en el recinto y se movió después a la sala Teatre

D. MARTÍNEZ

Domingo, 3 de mayo 2015, 00:55

Hubo quienes, al dejar Morrissey el micro, decidieron abandonar La Fica y volver a casa el viernes por la noche. Fueron, sin embargo, una minoría, y no solo porque aún quedasen por tocar grupos tan esperados como Metronomy, The Vaccines o Years & Years, sino porque en el SOS 4.8 una jornada no acaba hasta que no empieza la siguiente. En la entrada, aún había gente recogiendo sus pulseras: el festival empezaba para ellos bien avanzada la noche.

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De madrugada, las colas en los puestos de bebida eran más largas, recorrer el recinto más complicado y aburrirse, misión imposible. Los pocos que no tenían interés en escuchar a la banda de Justin Young, se unían a la incesante fiesta de la plataforma del SOS Club, donde se rendían al pop 'mainstream' -que siempre funciona en estos casos- con temas de Abba o el 'Lovefool' de The Cardigans.

Los más enérgicos se agolpaban aún en las primeras filas del escenario Estrella Levante para saltar y gritar al ritmo de 'Post break up sex' o 'I always knew', mientras que algunos, más cansados después de horas de música, se conformaban con escuchar a The Vaccines o Metronomy manteniendo una distancia prudencial para poder hacerlo sentados.

Algo parecido ocurría en la zona de Radio 3, pero a menor escala. En el que era su primer concierto en España, Years & Years no fueron rival para las bandas del escenario principal, pero congregaron a una modesta legión de oyentes que se entregaban a los ritmos bailables de sus 'singles' con los brazos en alto.

De puertas para afuera, los que buscaban ahorrarse un dinerillo montaban su pequeño botellón y ni siquiera cuando Elyella y Les Castizos clausuraron, respectivamente, el escenario Radio 3 y el SOS Club, se daba la noche por terminada. Sala Teatre recibió a quienes no querían dormir hasta el amanecer.

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