Paco Azorín recupera 'Escuadra hacia la muerte' tras seis décadas en silencio
La versión del director yeclano, estrenada el pasado fin de semana en Madrid, llegará al Teatro Circo Murcia en enero del próximo año
LA VERDAD / EFE
Martes, 11 de octubre 2016, 01:40
El Teatro María Guerrero de Madrid levantaba el pasado viernes el telón a una obra que había permanecido en silencio seis décadas. Se estrenó en 1953 en el mismo escenario que hoy la acoge, pero su representación no se extendió más allá de tres días. La censura de la época obligó a retirar sus carteles y el texto, de Alfonso Sastre, cayó en el olvido.
La obra, 'Escuadra hacia la muerte', la recupera ahora el escenógrafo y director yeclano Paco Azorín, quien presentó en Madrid una versión actualizada del trabajo de Sastre que dota al texto de un «nuevo optimismo». Para ello cuenta con un destacado elenco de actores y el respaldo del Centro Dramático Nacional (CDN).
Unax Ugalde, Jan Cornet, Julián Villagrán, Iván Hermés, Carlos Martos y Agus Ruiz toman el relevo a Adolfo Marsillach, Agustín González y Fernando Guillén, quienes participaron en el montaje original, en esta nueva producción, que se podrá ver en la capital hasta el 27 de noviembre. Después iniciará una gira por diversas ciudades españolas que tendrá parada en Murcia, en el Teatro Circo (TCM), el próximo 20 de enero.
'Escuadra hacia la muerte' sitúa su escena en una hipotética Tercera Guerra Mundial. En su montaje, Sastre dibuja un escuadrón de cinco hombres cuyas vidas están próximas a su final, pero no por ello se dan por vencidos. Así es como se sublevan contra su líder. En la propuesta de Azorín, quien este mismo año, el pasado mes de abril, estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid la ópera 'María Moliner', protagonizada por la mezzosoprano María José Montiel, la trama se ubica, sin embargo, en un cuarto conflicto planetario, convencido el creador yeclano de que el tercero ya lo estamos viviendo, pues estamos ante una especie de «guerra fría» generalizada.
«La idea es que nos encontramos en un momento de cambio, una bisagra de la Historia, y para que entre el hombre nuevo, lo viejo tiene que morir y con ello una serie de prácticas y maneras de entender al ser humano», explicó Azorín en la presentación del montaje.
La intención del director yeclano, impactado por el texto desde que lo leyó con solo diez años, ha sido «saldar una deuda» con una obra que ha corrido «una suerte extraña», recordó, ya que no ha sido representada en el teatro profesional durante todos estos años, aunque sí en el universitario y 'amateur'.
Su versión actualiza «ligeramente» el lenguaje original para quitarle «la pátina costumbrista», de manera que da la sensación, explicó, de que la obra ha sido «recién escrita», e incorpora poemas de Bertolt Brecht en las transiciones. Azorín la describe como «una tragedia, pero al mismo tiempo un espectáculo luminoso y poético».
Escena futurista
Con una puesta en escena futurista, la trama se desarrolla en un búnker que funciona como una olla a presión, donde los personajes se mantienen desconectados del mundo exterior. Se trata de un espacio concebido como una especie de Arca de Noé en el que cabe un único ejemplar de cada arquetipo humano.
Julián Villagrán es el cabo Gobán y representa el poder, aunque le da, afirmó el actor, un «toque inesperado», menos rudo de lo que cabría pensar y una sorprendente «vertiente musical», guitarra en mano.
Por su parte, Unax Ugalde se mete en la piel de Pedro, un «personaje oscuro» que tiene una lucha de poder con Adolfo (Agus Ruiz); e Iván Hermés interpreta a Andrés, el rebelde que se refugia en el alcohol.
El reparto lo completan Carlos Martos, quien da vida a Javier, el intelectual, y el personaje sobre el que recaía el peso en el texto original; mientras que Azorín opta por poner el foco en el más joven, Luis, interpretado por Jan Cornet.
En este nuevo montaje, más que de escuadra hacia la muerte, Azorín prefiere hablar de escuadra «hacia la vida» y recuerda que en las cartas de Petrarca al Papa, el humanista italiano hablaba «del final de la humanidad», cuando justamente empezaba el Renacimiento. «Me gustaría que el espectador salga del teatro pensando no en qué va a hacer, sino en qué podemos hacer nosotros», concluyó Azorín.
La obra en Murcia se representará dentro de la iniciativa 'Teatro accesible', que ofrece servicios de subtitulado, audiodescripción, bucle de inducción magnética y sonido de sala amplificado. Las entradas cuestan 15, 18 y 20 euros.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.