La cuesta arriba de las notas medias en selectividad desde 2017 se consolida
Las calificaciones han ido en ascenso entre medio y un punto en casi todas las materias también en el resto de España
Las notas medias que los estudiantes murcianos han logrado en los exámenes de las pruebas de acceso a la Universidad no han dejado de subir ... en los últimos años. Una escalada que se consolida con la última convocatoria, la de 2024, con subidas destacadas en algunas materias clave, como Inglés y Matemáticas aplicadas. El ascenso de las calificaciones, que también se ha registrado en el resto de España, se ha mantenido más allá de los repuntes puntuales de la pandemia, cuando se relajaron las exigencias para compensar las dificultades por la suspensión de las clases presenciales.
Las notas medias de la última convocatoria de las pruebas de acceso que realizaron 7.547 estudiantes procedentes de todos los institutos de la Región subieron el pasado año en las asignaturas de Historia, Inglés, Latín... entre otras materias. Más allá de las décimas de incremento, consolidaron el ascenso medio, que ha sido constante desde 2017, antes de que la pandemia hiciera crecer artificialmente las calificaciones.
Los resultados del pasado curso fueron bastante favorables para los estudiantes murcianos que realizaron las últimas pruebas de acceso con el modelo pandemia. El 96,4% de los estudiantes fueron aptos, y la nota media global de acceso quedó en un 7,43. La calificación mediana del pasado curso fue superior a la registrada el anterior, el 2023, cuando quedó en un 7,17, según la estadística con los datos definitivos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. La nota media más elevada se dio ese curso en Cantabria, con un 7,4; y la más baja en Baleares, donde quedó en un 6,3. La calificación media en toda España fue de un 7,1 si el alumno procedía de un centro privado y 6,8 si es público. En cuanto al porcentaje de sobresalientes de los aptos en la fase general ordinaria, la clasificación la lideró Extremadura, con un 13,5%; seguida de Cantabria (12,2%); Asturias (11); Murcia (10,4), Castilla y León (10,1), Castilla-La Mancha (8,5), Madrid (7,7), Navarra (7,3), Canarias (6,7), Andalucía (6,6), La Rioja (5,3%), País Vasco (4,5), Galicia (4,1), Aragón (4,1), Cataluña (3,6), Comunidad Valenciana (3) y Baleares (2,1).
El ascenso se afianza con las calificaciones de 2024, la última convocatoria realizada con el 'modelo pandemia'
Los casi 8.000 estudiantes que realizarán las pruebas de acceso este año estrenan modelo. Después de cinco convocatorias con el 'formato pandemia', las pruebas introducen novedades que, a priori, incrementan la dificultad. Se acabó la opcionalidad, o lo que es lo mismo, estudiar solo una parte del temario; los estudiantes tienen que aprender los contenidos completos, y no solo una parte, como ha ocurrido los últimos cinco años con el 'modelo pandemia'. Además tendrán que prestar más atención a la corrección ortográfica, ya que los errores les restarán al menos el 10% de la nota.
La reforma no supone grandes cambios con respecto a la Ebau previa a la pandemia, ya que no hay modificaciones en las materias obligatorias de las que habrá que examinarse, en la forma de calcular la nota final ni en la duración de los exámenes. Pero sí que impone una estructura y unas características básicas a los exámenes homogéneas en todo el país, así como unas pautas mínimas.
Los 8.000 alumnos que se presentan en unas semanas estrenan el nuevo formato, que obliga a estudiar todo el temario
Las pruebas se celebrarán en la Comunidad en fase ordinaria los días 3, 4 y 5 de junio, mientras que la extraordinaria se llevará a cabo en las jornadas 1, 2 y 3 de julio. El horario de los exámenes y las sedes es similar al del pasado curso.
Las fechas acordadas coinciden con las aprobadas en la mayor parte de distritos del país, con la excepción de un par de comunidades en las que las fiestas locales dificultan esa homogeneidad. Se aplican, igualmente, medidas unitarias como el tratamiento de faltas de ortografía, que descontarán hasta un 10%; así como otras cuestiones formales susceptibles de penalización. Además, también se homogeneiza la posibilidad de examinarse de cualquier idioma extranjero cursado en la Fase General.
Pruebas competenciales
La vuelta a la normalidad en los exámenes se traduce en una menor opcionalidad en las preguntas, de forma que las mejores calificaciones sean fruto de un dominio más amplio de los temarios de las materias; en la aparición de algunas preguntas obligatorias y de otras agrupadas en bloques temáticos; y en la introducción paulatina de cuestiones competenciales. Con respecto a la evaluación por competencias, los cambios en este primer año entre los nuevos exámenes y los de años anteriores serán mínimos, de manera «que se evite un estrés innecesario en la comunidad docente y se favorezca el mejor rendimiento del alumnado».
Los ejercicios competenciales varían en función de las características de cada una de las 32 materias y la previsión es que, año tras año, se vaya aumentando de manera progresiva el peso de este tipo de ejercicios.
Ventaja relativa para los alumnos del año pasado que se presentan a subir
Los estudiantes que este año se presentan a subir nota porque el pasado no lograron plaza en el título que preferían 'jugarán' en esta convocatoria con cierta ventaja. Esos alumnos realizaron las pruebas de la fase general con el modelo pandemia, por lo que se presupone que su media es más alta. Este año solo se examinan de las asignaturas de la fase voluntaria, la que permite subir la calificación. La 'competencia' de esos alumnos será testimonial, ya que la mayoría de los estudiantes optan por otra vía cuando no consiguen plaza, y terminan alterando su plan original. Pero siempre queda un margen de alumnos muy determinados a estudiar títulos como Medicina, con plazas muy disputadas, que vuelven a intentarlo al curso siguiente.
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