La cuenca del Segura sigue perdiendo reservas de agua y bordea de nuevo la alerta por sequía

El índice global de escasez de la cuenca es de 0,302 sobre 1, lo cual bordea la franja entre la situación de prealerta y de alerta. El sistema asociado al Trasvase Tajo-Segura está en peor estado que el de la propia cuenca. Para que se declare oficialmente el estado de alerta y se apliquen las medidas restrictivas recogidas en el Plan Especial de Sequía para esta fase, deben producirse dos meses consecutivos de alerta. La CHS informó a principios de mes que el abastecimiento, el regadío y usos industriales no sufrirán restricciones por el momento gracias a las lluvias de mayo, la desalación, los volúmenes pendientes del Acueducto y la gestión de la propia Confederación.

De acuerdo con los datos facilitados ayer por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, los embalses del Segura disponen de 118 hectómetros cúbicos menos que en la misma fecha del año anterior, y 130 menos que la media que suelen almacenar en esta época, que es de 459 hectómetros. De esta forma, los embalses se encuentran al 28,9% de su capacidad total, con 329 hectómetros cúbicos almacenados.

El Cenajo, el mayor pantano de la cuenca, solo contiene 114 hectómetros de los 437 de su capacidad. En similar situación de escasez se encuentra el embalse de La Pedrera, que regula las aguas del Trasvase Tajo-Segura, con la cuarta parte de sus reservas (59 sobre 246); así como el de la Fuensanta (51 hectómetros sobre un total de 210).

A nivel nacional, la total ausencia de lluvias durante la última semana ha acelerado la caída de la reserva de agua, que ha bajado un 1,2% hasta situarse en el 39,9%. Según el Ministerio, los embalses almacenan actualmente 22.379 hectómetros. La sequía, asociada también a la falta de recursos hídricos alternativos, ha provocado que más de 600 poblaciones tengan actualmente problemas de suministro de agua.

En estos momentos, los embalses peninsulares guardan un 1,9% más agua que en las mismas fechas del año pasado pero un 15,6% menos que la media de agua embalsada en los últimos diez. Dentro de la precaria situación general, la cuenca del Tajo es la que más reservas tiene, con 5.518 hectómetros almacenados, casi 1.200 más que el año pasado por estas fechas. Pese a ello, dicha cuenca está a la mitad de su capacidad. Los embalses de la cabecera, Entrepeñas y Buendía, han disminuido su capacidad en 12,59 hectómetros y almacenan actualmente un total de 543, lo que supone el 21,56% de su capacidad.