Las crecientes reservas en el Tajo garantizan trasvases para año y medio

Esta frecuencia de desembalses automáticos seguirá este año, a menos que las modificaciones en la explotación del Trasvase lo alteren sustancialmente. Con 1.284 hectómetros almacenados y unas aportaciones que eran ayer de 72 metros m3/s, el sistema Entrepeñas y Buendía tiene las mayores reservas de este siglo y se encuentra por encima del 50% de capacidad total conjunta. A estos hay que restar 82 hectómetros autorizados pendientes de transferir al Segura, por lo que las reservas reales se sitúan en el 47,7%.

El embalse de Entrepeñas contiene 651 hectómetros y está al 75,6% de su capacidad; mientras que el de Buendía, de mayores dimensiones, recoge 633 y se sitúa en el 35%. Lucas Jiménez considera complicado, pero no imposible, que se llegue al nivel 1 si se mantiene el progresivo aumento de las reservas en la cabecera del Tajo, para lo cual tendrían que alcanzarse los 1.370 hectómetros, que permitirían a su vez derivar hasta 60 hectómetros al mes.

El presidente del Scrats sostiene que no es necesario cambiar las actuales reglas de explotación, ya que en los dos últimos años ha quedado demostrado que se pueden atender las demandas de la cuenca cedente y de la receptora aplicando el caudal ecológico mínimo de 7 metros cúbicos por segundo. En este sentido, el Sindicato de Regantes hará público en breve un informe elaborado por Luis Garrote, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad Politécnica de Madrid, para demostrar que todas las necesidades del Tajo y del Segura están cubiertas con las reglas actuales.

Hasta ahora, los desembalses «han funcionado con lógica y sin sobresaltos», según Jiménez, por lo que apenas ha afectado a las transferencias al Segura. A ello ha contribuido el actual ciclo húmedo. En enero de 2026 se aplicará el siguiente escalón de subida de caudales ambientales, hasta los 8 metros cúbicos por segundo, por lo que sí se notará el impacto en las reservas de la cabecera del Tajo.

El dirigente de los regantes compara la situación del Tajo con la del Segura, que está al 25% y tan solo almacena 280 hectómetros pese al episodio de lluvias. Parte de este volumen corresponde a la desalación y a los recursos procedentes del Trasvase.