El consumo de cocaína, cannabis y otras sustancias como el éxtasis o las anfetaminas está experimentando un claro aumento en la Región de Murcia, con ... tasas que superan ampliamente las registradas a lo largo de la última década. Así se recoge en la Encuesta sobre Alcohol y Drogas (Edades) correspondiente a 2022, que acaba de publicar el servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud. El informe parte de un cuestionario realizado a 1.500 personas de entre 15 y 64 años en la comunidad. El 6,5% de todos estos encuestados admitió haber consumido cocaína durante el año anterior a la muestra, y el 4,6% la había probado a lo largo del mes anterior. Hace una década, estas tasas de consumo oscilaban en la Región entre el 3,9% y el 2,9%.
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En cuanto al cannabis, un 8,4% de la población de entre 15 y 64 años consumía esta droga de forma habitual en 2012 (admitían haberla tomado al menos una vez durante el mes anterior al estudio). Diez años después, esta tasa se dispara hasta situarse en el 15%.
El Ministerio de Sanidad publicó a principios de 2023 los resultados nacionales del Edades 2022, lo que permitió comparar los consumos de tabaco y alcohol por comunidades, pero el documento no incluía datos desglosados por autonomías relativos al resto de sustancias. Es ahora, con la publicación del informe completo de la Consejería, cuando se puede analizar la penetración en la Región de Murcia de las distintas drogas. Las tendencias son claras. Tras la pandemia, los consumos han aumentado. Así lo constataba ya el informe del Ministerio en el caso del alcohol: casi el 70% de la población de la Región bebe ahora de manera más o menos habitual (al menos una vez durante el mes anterior a la encuesta), cuando en 2018 el porcentaje se situaba en el 59,3%. El 14,5% de los hombres y el 8,5% de las mujeres son bebedores de riesgo, cuando antes de la pandemia los porcentajes se situaban en el 10,6% y el 3,5%, respectivamente.
El informe ampliado de la Consejería permite constatar que se dispara también el consumo de cocaína y cannabis. El 44,5% de los murcianos de entre 15 y 64 años han probado alguna vez el hachís o la marihuana. Hace una década, ese porcentaje se quedaba en el 28,1%. El 4,1% de la población fuma porros a diario, cuando en 2012 solo sufría este grado de adicción el 1,7%.
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La edad de inicio con el hachís o la marihuana es de 18 años, y los varones continúan consumiendo esta droga mucho más que las mujeres. Así, el 22,1% de los hombres murcianos la habían probado en el año anterior a la encuesta, frente al 9,9% de las mujeres. Por edades, las tasas son especialmente altas en los menores de 34 años: uno de cada cuatro consume porros de forma habitual.
Para el director general de Salud Pública, José Jesús Guillén, detrás de estos datos está «la baja percepción de riesgo» que en torno al cannabis sigue instalada en buena parte de la sociedad, al igual que ocurre con el tabaco. «La percepción de riesgo está bajando, y es difícil luchar contra eso», advierte. Algunas claves de la propia encuesta apuntan en esta dirección: el 67,9% de quienes consumen hachís o marihuana son partidarios de su legalización, y también un 41,3% de quienes no toman estas sustancias son favorables a esta medida. Sin embargo, solo un 20% de la población apoyaría una legalización del resto de drogas actualmente ilegales. De esto se desprende que la percepción de riesgo es mayor, por ejemplo, en el caso de la cocaína. En efecto, el 94,8% de los murcianos consideran acertadamente que consumir cocaína es un riesgo aunque solo se haga una vez al mes, o menos. En el caso del cannabis, el porcentaje desciende hasta situarse en el 61,9%. Eso sí, el 82,4% cree que fumar porros todas las semanas sí puede producir muchos o bastantes problemas.
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El director de Salud Pública incide en la necesidad de potenciar la prevención desde la escuela, y pone en valor, en este sentido, el «esfuerzo» que ha supuesto la puesta en marcha de programas como el de Educación para la Salud, que están dando «buenos resultados».
No obstante, el informe de la Consejería arroja resultados que invitan a la reflexión. Si bien el aumento en el consumo de sustancias se percibe también en otras comunidades tras la pandemia, lo cierto es que la tendencia es más marcada en la Región de Murcia, al menos en lo relativo a cannabis o cocaína.
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Hay algunos datos especialmente preocupantes: el 7,6% de los menores de 34 años admiten haber tomado cocaína en el último año (en el caso de los varones se supera el 10%), lo que triplica la tasa que se registraba en 2018.
En cuanto al cannabis, el repunte que constata este informe Edades se recoge también en otra encuesta, Estudes, que analiza los consumos en adolescentes de entre 14 y 18 años, y que fue publicada este verano. El 12,4% de los estudiantes murcianos fuman porros de forma más o menos habitual (al menos los habían probado una vez en el mes anterior a la encuesta).
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Otras drogas siguen estando mucho menos extendidas, pero su consumo también aumenta. Es el caso de las anfetaminas, consumidas en el último año por el 2,4% de la población (un 4,7% en el caso de los varones menores de 34 años), o del éxtasis, que ha probado el 2,8% de la población en los últimos doce meses (el 6% en el caso de los hombres jóvenes).
También vinculadas al ocio surgen otras sustancias psicoactivas. Es el caso de la ketamina, que han probado el 2,5% de los hombres menores de 34 años.
El aumento del consumo de drogas también se constata en la realidad que afrontan los servicios sanitarios, y no solo en las encuestas. Un reciente informe del Servicio Murciano de Salud (SMS) recoge un claro aumento de las atenciones en Urgencias por reacciones agudas tras el consumo de cocaína (de 201 casos en 2014 a 348 en 2021), cannabis (de 180 a 319) y alcohol (de 195 a 319). En este último caso, solo se incluyen los cuadros en que el consumo de alcohol estuvo asociado a la ingesta de otras drogas. En total, los servicios de Urgencias registraron 1.151 atenciones en 2021 a pacientes que presentaban reacciones adversas tras el consumo de sustancias psicoactivas, lo que representa un aumento del 57% con respecto a 2014. «Estamos observando un aumento de casos desde 2019, pero con un repunte en 2021 y 2022. Hay un efecto pospandemia», advertía Pascual Piñera, jefe de Urgencias del Reina Sofía y presidente de la Sociedad Murciana de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes).
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El 36,6% de la población murciana de entre 15 y 64 años fuma a diario, según la última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas (Edades). Es una tasa superior a la que se registraba hace una década, cuando se declaraba fumadora el 34,4% de la población murciana. Para el ex director gerente del Servicio Murciano de Salud, Asensio López, el dato es «decepcionante», porque refleja «que los consumos están aumentando» pese a todas las políticas de prevención puestas en marcha. Solo los extremeños, valencianos y castellanomanchegos están más enganchados al tabaco, con un 43,3%, 42,3% y 36,8% de fumadores diarios, respectivamente. La media nacional se sitúa en el 33,1%.
«Cuando estábamos razonablemente satisfechos con las acciones en tabaco, y cuando se han anunciado más tratamientos financiados para la deshabituación tabáquica, el resultado con el que nos encontramos es que aumenta la tasa de fumadores», lamenta Asensio López, quien actualmente coordina el programa de actividades preventivas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc).
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La estadística recoge un descenso del consumo entre 2012 y 2018, pero a partir de ahí se produce un repunte. «Se registran más recaídas y hay un aumento en el inicio de consumo por parte de personas jóvenes. Esto se podría achacar a la fase de estrés tras la pandemia, pero también hay que tener en cuenta que durante este periodo hemos asistido a una disminución en las intervenciones en prevención, en las escuelas y centros de salud», avisa Asensio López. Durante los últimos años «no ha sido prioritaria la intervención» en este ámbito, resume.
A esto se suma el final de los posibles efectos de la Ley Antitabaco de 2010, cuando se prohibió fumar en numerosos espacios cerrados. «La aparición de una norma antitabaco genera un clima social que favorece el abandono de este hábito. Por eso es tan importante la puesta en marcha de la nueva estrategia nacional», reflexiona el ex director gerente del SMS. Entre otras medidas, el Ministerio prevé la elevación del precio de toda clase de cigarrillos, la ampliación de los espacios en los que estaría prohibido fumar, la extensión de las prohibiciones del cigarrillo convencional al electrónico y la subvención de las terapias de deshabituación.
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El abuso de hipnosedantes preocupa a los médicos, aunque el informe Edades apunta a una estabilización tras años de incremento. Así, el 17,1% de la población de la Región de entre 15 y 64 años tomó alguno de estos fármacos durante 2022, un porcentaje que representa un ligero descenso con respecto a 2020 y también en relación a las tasas que se registraban hace diez años. Con todo, el consumo diario sigue en niveles elevados: el 13% de las mujeres mayores de 34 años ingieren hipnosedantes todos los días. El exdirector gerente del Servicio Murciano de Salud, Asensio López, destaca el hecho de que el consumo de psicofármacos no haya aumentado con respecto a hace una década pese «al malestar en la vida cotidiana» que se empezó a visualizar tras la pandemia. Esto es una buena noticia, pero no lo es tanto el incremento de opiáceos. El 13,7% de la población ha tomado estos fármacos en el año anterior a la encuesta, frente a un 4,7% en 2018. Asensio López advierte de la necesidad de evitar el abuso en la prescripción de opiáceos.
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