Ocho acuíferos de la cuenca del Segura son los que se encuentran en condiciones para ser activados en situación urgente por sequía, y aportar así ... recursos extraordinarios para los abastecimientos y regadíos, informa la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). Si no cambia el actual ciclo seco y siguen mermando las reservas, la cuenca entrará en alerta a mediados de octubre, aunque las restricciones y medidas excepcionales no se aplicarían antes de dos meses. No obstante, en previsión de ese escenario, el mes que viene se empezará a someter a información pública la puesta en marcha de la batería de sondeos situadas en los acuíferos seleccionados por el organismo de cuenca.
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Con estos se espera extraer un mínimo de 50 hectómetros cúbicos anuales, para paliar la falta de aportaciones naturales y las restricciones que se aplicarían a los regadíos, con recortes de suministro que pueden alcanzar el 20%.
Aunque la cuenca del Segura alcance el mes que viene el Índice Global de Alerta, la declaración de sequía no será efectiva hasta dos meses después, siempre que se mantenga dicho estado de escasez. Será a partir de entonces cuando se apliquen las medidas extraordinarias.
Acuíferos disponibles. Alcadozo y Mingogil-Villarones (en la provincia de Albacete), El Molar (en Jaén, Sierra de Cazorla), el Sinclinal de Calasparra, Vega Alta del Segura y Vegas Media y Baja del Segura, y acuíferos Plioceno y Cuaternario del Campo de Cartagena.
Con cautelas. El Molar y Campo de Cartagena.
Volumen. 50 hm3 al año.
Calendario. En el peor de los casos, la situación excepcional por sequía se declararía dos meses después de que la cuenca entre en alerta global.
De acuerdo con las previsiones del Plan Especial de Sequía (PES), los acuíferos de la demarcación hidrográfica que se considera que tienen unas características adecuadas para la extracción temporal y coyuntural de aguas subterráneas para atender las demandas más urgentes en situaciones de escasez por sequía son los de Alcadozo y Mingogil-Villarones (en la provincia de Albacete), El Molar (en Jaén, Sierra de Cazorla) y el Sinclinal de Calasparra. Asimismo, la CHS incluye Vega Alta del Segura y Vegas Media y Baja del Segura.
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El Plan Especial de Sequía también tiene prevista la extracción de volúmenes en los acuíferos Plioceno y Cuaternario del Campo de Cartagena.
La Confederación Hidrográfica dispone de baterías de pozos propios de sequía, las denominadas baterías estratégicas de sondeos, en todos estos acuíferos, menos en el de la Vega Alta del Segura y el Campo de Cartagena. En este sentido, la CHS puntualiza que el acuífero El Molar está declarado a día de hoy en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo, lo cual impide la explotación de la batería existentes en esa masa de agua. La cautela en el Campo de Cartagena obedece a la elevada conductividad del Cuaternario, que se traduce en una alta salinidad de sus aguas, lo cual impide la utilización directa.
La CHS inició los preparativos hace meses, en cumplimiento del PES. Dicho plan establece que en la fase de prealerta, como la actual, se deben iniciar los trámites previos para las actuaciones que deben llevarse a cabo si se alcanza el estado de alerta o emergencia; en este sentido, licitó en abril un contrato de asistencia técnica para la evaluación ambiental de la puesta en explotación de los pozos de sequía de las baterías. Dicho contrato incluye la evaluación ambiental de las baterías estratégicas de sondeos existentes en las masas Alcadozo y Mingogil-Villarones para los abastecimiento, y las del Sinclinal de Calasparra y Vegas Media y Baja del Segura para los regadíos.
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El organismo indica que a partir de octubre se irán sometiendo a información pública los estudios de impacto ambiental de cada uno de los proyectos de extracción de aguas subterráneas de estas masas, que únicamente podrán ponerse en funcionamiento si se declarase la situación excepcional por sequía extraordinaria. Para ello, la Junta de Gobierno de la Confederación solicitará al Gobierno central, a través del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que se adopten las medidas que sean precisas en relación con la utilización del dominio público hidráulico, conforme lo previsto en el artículo 58 de la Ley de Aguas.
La CHS subraya que la entrada en ese peor escenario, derivado de los indicadores de sequía, «no parece que pueda presentarse en los próximos meses, a tenor de las reservas y de lo indicado en el PES, dado que tienen que mantenerse dos meses consecutivos para su declaración».
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La explotación de los pozos de emergencia, llegado el caso, debe ser compatible con el régimen natural del acuífero afectado y su capacidad de recarga. Por ejemplo, el Sinclinal de Calasparra vio empeorado temporalmente su estado cuantitativo por las extracciones de los pozos de sequía realizadas entre los años 2016 a 2019.
Asimismo, ha de tener en cuenta que el 60% de las masas de agua subterráneas de la demarcación se encuentran en mal estado cuantitativo debido a la sobreexplotación. Se trata de 38 masas de las 63 que existen, según el nuevo plan de cuenca para el tercer ciclo (2022-2027). De ahí que la CHS haya seleccionado las masas de agua que están en mejores condiciones para que se puedan extraer volúmenes extraordinarios. Entre los años 2016 y 2019, la mayor parte de las inversiones de la CHS se destinaron a los pozos de sequía.
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