«Yo en aquel momento estaba en una mala etapa. Ahora estoy en el camino del Señor y me está ayudando a salir adelante. Me ... arrepiento de todo lo que hice». Estas fueron las últimas palabras del acusado de grabar las relaciones sexuales que mantenía con sus dos hijas menores de edad y que luego difundía por redes sociales.
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En el juicio, que se celebró este martes en la Audiencia Provincial, reconoció los hechos y se conformó con los cinco años de prisión que pidió la fiscal por un delito de pornografía infantil. El acusado, de nacionalidad ecuatoriana y de 52 años, ya fue condenado en octubre de 2019 a la pena de 20 años de prisión por dos delitos de abusos a sus propias hijas menores de edad, que en la época en la que ocurrieron los hechos tenían 11 y 15 años.
La Fiscalía llegó a un acuerdo con el abogado defensor para rebajar la pena de los siete años de cárcel que solicitaba inicialmente a los cinco con los que se conformó, tras el reconocimiento de los hechos y la atenuante de dilaciones indebidas.
Según la fiscal, cuando fue detenido en su domicilio, la Policía Nacional encontró varios dispositivos de almacenaje digital y el Grupo de Menores de Murcia encargó un informe pericial al Grupo de Informática Forense. El total de materiales lo componían un ordenador portátil, una tarjeta de memoria, un pendrive, un adaptador para tarjetas, un disco duro y dos tarjetas SIM.
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En el disco duro, los expertos informáticos de la Policía Nacional hallaron un centenar de vídeos y 900 fotos de menores en comportamientos sexuales creados por al acusado manteniendo relaciones sexuales con menores de edad, con penetraciones anales, vaginales, incluso de objetos, felaciones, posados en desnudo integral, incluidas sus propias hijas.
Posteriormente, interactuó en redes sociales en ese año 2017 usando en apodo para hacerse pasar por menor de edad, donde solicita fotos a una niña y a menores relacionados con ella. El acusado aparecía en algunos vídeos y fotos, que el mismo obtenía y editaba y difundía por WhatsApp e Instagram.
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El procesado editó algunos vídeos con el seudónimo 'Puto pajillero' y los publicaba en las redes sociales. También había imágenes con adultos teniendo relaciones sexuales completas con menores.
«Viendo el extenso material que existen, aparte del reconocimiento de hechos, queda claro que este señor se dedicara a mantener relaciones sexuales con sus hijas, a grabar las escenas, a editar los vídeos y difundirlos», concluyó la fiscal.
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