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Todo lo que dicen de los coches eléctricos es verdad. Son el futuro, tienen una respuesta inmediata a cualquier régimen, son silenciosos, limpios, baratos de mantener, más caros de adquirir, sencillos de conducir y, todavía, una opción que exige planificación y precaución para viajar o ... realizar largas distancias.
La movilidad eléctrica gana peso en la Región de Murcia año tras año. Ya hay 1.374 vehículos que se mueven exclusivamente con este tipo de energía entre turismos, furgonetas, camiones, motocicletas, ciclomotores y otros transportes, tal y como reflejan las cifras de la Dirección General de Tráfico (DGT) de diciembre de 2019. De estos, 475 son turismos. Solo el año pasado se vendieron 108, lo que supone un incremento del 74% frente a los 62 coches matriculados en 2018, según datos de Anfac.
LA VERDAD ha testado, a bordo de uno de estos vehículos, el estado actual de la red de carga en la Comunidad, que en los últimos años ha experimentado un salto adelante, como confirman todos los usuarios de coches eléctricos consultados. «La evolución ha sido bestial. Los puntos se han multiplicado por tres o cuatro por parte de las eléctricas y de los ayuntamientos», señala Pablo Sánchez, un usuario que realiza sus desplazamientos habitualmente por la Región.
Las principales compañías energéticas y de combustible cuentan con diversos planes de ampliación que se centran especialmente en la carga rápida, uno de los asuntos pendientes para que los coches eléctricos se independicen del enchufe de casa.
En la actualidad hay 413 cargadores en la Región, distribuidos en un total de 180 localizaciones entre electrolineras, hoteles, supermercados, parkings y puntos públicos, según refleja la web Electromap, una de las páginas de referencia sobre puntos de recarga. Aunque el esquema energético más habitual del usuario medio de un coche eléctrico suele incluir una conexión en su vivienda que se convierte en la fuente principal de energía. Llenar la batería en la red doméstica con las tarifas actuales cuesta entre cincuenta céntimos y dos euros por cada 100 kilómetros, según la tarifa utilizada y la eficiencia del modelo eléctrico. Muchos concesionarios y marcas ofrecen ayudas para la instalación de estos sistemas en garajes privados y comunitarios.
Para la prueba, el concesionario Volkswagen Huertas Motor de Murcia nos facilita un eGolf, un vehículo que cuenta con una potencia de 100 kW. Este es uno de los puntos en el que, quien se acerca a un eléctrico, comienza a entender que debe empezar a plantearse todo lo que sabe sobre coches. Pedimos que nos lo traduzcan a caballos. «Son 136, aunque cuando pises el acelerador vas a ver que, en un eléctrico, eso es mucho más», nos dice el comercial. El coche cuenta con una autonomía combinada de hasta 231 km, según el protocolo WLTP, el estándar de medición más exigente.
El eGolf es compatible con los dos conectores de carga más populares del mercado, el Type 2 y el CCS Combo. El coche puede cargar a 7,4kWh en el primero, mientras con el segundo, la entrada de electricidad se dispara hasta los 50 kWh. Esto significa que cargarlo al 80% puede tardar más de 4 horas o 45 minutos, según el conector disponible.
Uno de los primeros cambios al llegar al eléctrico es la ausencia de marchas y la entrega de potencia lineal. «Lo único que tienes que saber es que tienes un pedal para acelerar y otro para frenar», me dicen. Además, todos los modelos cuentan con distintos modos de recuperación de energía más y menos agresivos que aprovechan las deceleraciones del vehículo para generar pequeñas cantidades de electricidad que aumentan la autonomía. Por esto, al contrario de lo que sucede con los de combustión, resulta más barato circular por ciudad que por autovía. En el modo de mayor recuperación, además, el sistema frena el vehículo tanto al dejar de pisar el acelerador que se puede llegar a conducir solo con ese pedal. La deceleración es tan pronunciada que las luces de freno se encienden automáticamente aunque no se haya activado el freno para avisar a los de atrás.
Los costes de mantenimiento son otra de las principales bazas de los vehículos eléctricos. Salvo neumáticos, filtros de aire y pastillas de freno, poco más hay que cambiar a lo largo de su vida útil. «La última revisión de los 15.000 kilómetros me costó poco más de 40 euros», asegura José Antonio López, un vecino de Roldán que estrenó eléctrico hace un año. Es el segundo que tiene.
Cuando terminamos de recibir las explicaciones básicas, estamos listos para circular.
Partimos con una pequeña carga que da para recorrer 70 kilómetros. Cuesta acostumbrarse a la falta de ruido y vibraciones. Comenzamos a callejear notando al instante que adaptar la velocidad al tráfico es más sencillo que con un coche convencional. La salida de los semáforos es mucho más rápida y, con el modelo de recuperación de energía al máximo, prácticamente no perdemos autonomía en los primeros kilómetros. Otra de las lecciones que aprendemos enseguida es que, si no se conduce con suavidad, la caída de la autonomía puede ser considerable.
Tras dar unas vueltas nos dirigimos a los centros comerciales de la zona norte de la ciudad. Allí conectamos nuestro coche a uno de los puntos gratuitos de los aparcamientos, que ofrecen carga lenta, con la que «puedes obtener entre 5 y 10 kilómetros por cada hora que pases allí», nos cuenta Francisco Javier Martínez, delegado de Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos en Murcia. Así que necesitamos un cargador rápido.
Primera pregunta: ¿Dónde podemos ir? Queremos hacer varios recorridos por la Región. No sabemos cuáles son posibles. Hay varios cargadores de 50kWh que nos marcan el camino. Es otra de las lecciones del coche eléctrico. Actualmente, quien decide la ruta es la infraestructura, no el conductor. Viajar exige planificación.
Son varios los dueños de coches eléctricos de la Región que nos dicen que los han usado para viajar «sin problemas». Algunos de ellos disponen de modelos de gran autonomía. Miguel López, un vecino de Lorca, se fue con su Tesla a Normandía. Pascual Sánchez, que tiene otro coche con capacidad para realizar 250 kilómetros entre cargas, reconoce que «a día de hoy, todavía faltan muchas rutas que no hay manera de hacer en coche eléctrico. Pero había muchas otras que hace dos años no se podían hacer y que ahora no presentan ningún problema. El avance ha sido muy rápido».
Para evitar estos problemas, Juan Antonio Gómez se decidió hace cuatro meses por un eléctrico de autonomía extendida, es decir, con un pequeño motor de combustión que carga la batería en caso de necesidad. «Los que cumplían mis necesidades eran demasiado caros», señala.
A excepción de unos pocos modelos -el Renaul Zoe y las distintas variantes de Tesla-, la mayoría de los coches eléctricos a la venta no pueden cargar en un conector Type 2 a más de 7,4 kWh, pese a que algunas instalaciones llegan a ofrecer hasta 22, aunque hay marcas que lo ofrecen como extra. De este modo, para iniciar nuestra ruta, solo podemos acudir a un CCS Combo.
Filtramos en la aplicación de Electromaps para extraer, de los más de 400 puntos existentes en la Región, los que ofrecen carga rápida. El número se reduce drásticamente. Solo hay trece. Algunos están averiados y otros, pendientes de entrar en servicio. En el centro de Murcia, cerca de donde estamos, hay tres. Es la ciudad mejor equipada. En Cartagena aún no hay ninguno. Además de los cargadores rápidos en el entorno de Murcia, aparecen otros en Caravaca, Puerto Lumbreras, Lorca, Totana, Cieza, Cabo de Palos y una gasolinera en la A-30 a la altura de Fuente Álamo. De ellos, varios no están disponibles, según marca el estado de la web. Unos por avería y otros porque están instalados y a la espera de entrar en servicio. No funciona uno en Murcia, ni están activos el de Fuente Álamo, Cabo de Palos, ni los dos de Caravaca de la Cruz.
Tampoco hay ninguno en el Altiplano. Los dos únicos ejes cubiertos por la carga rápida CCS Combo en toda la Región se reducen, para nosotros, a Lorca y Cieza. Decidimos trazar dos rutas. Una entre Murcia y Lorca y otra de Murcia a Jumilla, con una visita a Cieza donde podremos cargar a alta velocidad a la vuelta.
Empezamos por el Hotel Campanile de Murcia, donde hay un punto de carga rápida recién instalado. Allí queremos cargar una hora para emprender la marcha. El pago se hace a través de la app de Iberdrola. En unos pocos segundos nos hemos registrado y hemos ingresado los datos de la tarjeta de crédito para poder cargar. Elegimos el CSS Combo y lo conectamos. A los pocos segundos de iniciar la carga, se detiene. Probamos con el de carga lenta y este sí funciona. Tras varios intentos y comprobaciones con el servicio técnico, nos confirman que el cargador rápido está averiado. Tenemos otras opciones. Dos están muy cercanas. Ambas en gasolineras Repsol muy próximas la una a la otra. Acudimos a la primera, situada junto al concesionario Volkswagen donde nos han prestado el coche. Tras completar el registro en otra aplicación, comprobamos que tampoco funciona. El tercer punto, junto al ZigZag, lleva meses averiado, según nos informa uno de los empleados de la gasolinera.
En unos pocos meses, la ciudad presentará una situación distinta. El Ayuntamiento anunció recientemente un acuerdo con Iberdrola para la puesta en marcha de otros ocho puntos de carga rápida. «En España hay pocas ciudades que cuenten con la infraestructura que vamos a tener», señala el usuario Pascual Sánchez.
La compañía gestiona también en estos momentos la puesta en marcha de puntos rápidos en La Manga, Caravaca, Alhama, Cartagena y San Pedro del Pinatar.
Para no perder tiempo, cambiamos de coche. El concesionario Seat Ginés Huertas Cervantes nos cede uno que tiene disponible y totalmente cargado.
En este caso nos ponemos al volante del eléctrico más asequible del mercado: un Seat Mii con una autonomía estimada de 260 kilómetros, que aumentan hasta los 358 en un uso urbano. Tiene un coste oficial de cerca de 21.000 euros. Con descuentos y ayudas puede bajar hasta cerca de los 12.000. Con él ponemos rumbo a Lorca, donde hay otro de los puntos de carga rápida que Iberdrola ha desplegado recientemente, situado a las puertas del hotel Amaltea. «Debéis ser los primeros que cargan ahí -nos dice el dueño del hotel, Juan Carlos Piernas-, lo acaban de poner en marcha».
Pese a ser un coche pensado para uso urbano, su comportamiento en autovía y prestaciones son suficientes para realizar el recorrido. Nos lo entregan con 215 kilómetros de autonomía. Llegamos con 142. No necesitamos más para regresar a Murcia, pero aprovechamos para tomar algo mientras el coche carga en el punto rápido. A los 37 minutos la batería se encuentra ya al 87%. Lo dejamos un rato más, pero la parte final de la carga toma más tiempo. Lo desconectamos a los 52 minutos con una autonomía de 217 kilómetros y volvemos a Murcia. Nos ha costado 3,42 euros ir y volver de Lorca cargando en ruta. Si lo hubiéramos hecho en casa, habríamos gastado cerca de un euro.
Al día siguiente, en el mismo coche, nos decidimos a visitar el Altiplano. La 'zona cero' de los cargadores. Solo hay uno. Está en un supermercado de Yecla y tiene carga lenta. Tampoco podemos ir tan lejos. La ruta se queda en Jumilla con parada en Cieza a la vuelta, donde hay otro cargador rápido.
De camino, aprendemos otra lección. Las cuestas no ayudan. Ir a Jumilla, un recorrido de 68 kilómetros, reduce la estimación del coche de 215 a 132. Hay un poco de ansiedad infundada.
A la vuelta, sin embargo, nos desplazamos a Cieza ahorrando kilómetros. Allí volvemos a probar las virtudes de la carga rápida. Un café y volvemos a tener un 74% de autonomía. Nos ha costado 3,52 euros.
Regresamos a Murcia y devolvemos el coche. Vuelta al runrún de la combustión mientras el cambio sigue haciéndose sitio.
El salto a la movilidad limpia genera numerosas dudas en los ciudadanos que se plantean apostar por una de estas tecnologías. El encuentro Ecomobility, organizado por LAVERDAD y el Ayuntamiento de Murcia, ofrecerá el próximo sábado 22 de febrero en el Cuartel de Artillería de Murcia, de 11 a 21 horas, diversas actividades lúdicas y divulgativas de acceso gratuito con el objetivo de impulsar la movilidad ecológica y el ahorro energético.
La cita permitirá a los interesados conocer de primera mano las opciones del mercado en vehículos con etiqueta cero. Las principales marcas de la automoción contarán con expositores donde se podrán ver, tocar y probar los distintos modelos ecológicos a la venta.
Durante el evento distintos concesionarios celebrarán presentaciones y se desarrollarán los 'Ecodiálogos ciudadanos', una puesta en común donde referentes del sector atenderán directamente las consultas de los asistentes. Entre ellos, se encontrarán representantes de Iberdrola, la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos, la Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia, así como los concejales de Movilidad Sostenible y Juventud y de Desarrollo Sostenible y Huerta, Rebeca Pérez y Antonio Javier Navarro Corchón, respectivamente. En el lugar se instalará también un circuito de seguridad vial con karts y monitores que estará disponible en horario de 11 a 14 y de 16 a 21 horas con acceso gratuito.
La jornada está patrocinada por Iberdrola, Volkswagen Huertas Motor, Seat Ginés Huertas Cervantes, Audi Huertas Motor, Toyota Murcia, Hyundai Gasmovil, Volvo Sedauto, Mini Murcia Premium, Nissan Grupo Marcos, Peugeot Grupo Marcos y Kia Talleres M. Gallego, y contará con la colaboración de Renault Herrero y López.
Además, participan en el encuentro Murcia Sobre Ruedas, Tesla, Liber Electric Scooter y Ciao Moto Vespa Eléctrica.
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