Nuevos pasos adelante a la espera de que se cierre el acuerdo definitivo. Si el convenio para abrir a las visitas el Castillo de Monteagudo ... y continuar con su restauración no acaba de consumarse –tal y como informaba ayer LA VERDAD–, el yacimiento arqueológico de San Esteban se encuentra en un 'impasse' similar más de tres lustros después de su hallazgo. Las tres administraciones implicadas en su proyecto de musealización muestran buena sintonía y siguen trabajando para plasmar en un documento el acuerdo económico que permitirá acondicionar los restos, articulando sobre ellos una nueva zona ajardinada que recupere el espacio público perdido.
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«Las negociaciones, que están a punto de resolverse, no han ido tan rápido como hubiéramos deseado», reconocía hace un par de meses el alcalde, José Ballesta. Unos 32 millones es el coste de una actuación que la ciudad lleva reclamando ya demasiado tiempo y que, según el último compromiso, debe financiarse al 50% por el Ministerio de Vivienda, cubriendo el resto, a partes iguales, Comunidad Autónoma y Ayuntamiento.
Pero, hasta que el camino para la ejecución del proyecto integral se concrete de manera definitiva, los actores de la propuesta han apostado porque el proceso no pare, acometiendo aquellos trabajos previos ineludibles para el desarrollo de las obras. Así, la Junta de Gobierno municipal aprobó el pasado viernes el proyecto del Plan de Intervención Arqueológica en su primera fase. Incluye este los trabajos de diagnóstico y aseguramiento previos de los restos del arrabal de La Arrixaca, con el propósito de ultimar el proyecto de cimentación, determinando dónde deben ubicarse los pilares que sustentarán la plataforma del jardín.
El coste previsto solo de este diagnóstico alcanza 1,26 millones de euros, cuantía que según indican fuentes municipales, ya se encuentran consignados presupuestariamente. Por tanto, el Consistorio espera licitar próximamente estos trabajos, que tendrán un plazo de ejecución de un año. Ello hace pensar que unas futuras obras en el yacimiento no podrían arrancar nunca antes de mediados de 2026, si es que se resuelven paralelamente el resto de cuestiones que deben darse para la contratación del conocido como proyecto 'Ha Ha', que fue la propuesta ganadora del concurso de ideas para la gran plaza sobre el yacimiento.
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Cuenta ya este Plan de Intervención Arqueológica con el visto bueno de la Dirección General de Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma, por lo que únicamente resta la elaboración de los pliegos para su contratación. El grueso de los trabajos abarcará la realización de 59 sondeos, con una profundidad de 2,1 metros, en los puntos en los que, a priori, deben ubicarse los pilares. Hay que recordar que se ha optado por una solución de micropilotaje, por considerarla más respetuosa y de menor impacto sobre este Bien de Interés Cultural (BIC), dado que estos presentan una menor superficie de perforación y, por tanto, una menor afección bajo rasante.
De hecho, cada pilar de 65 centímetros de diámetro estará sustentado sobre un conjunto de micropilotes que ocupan una superficie total de 30 centímetros de diámetro y que permiten trasladar las cargas a un estrato resistente. En base a dichos sondeos se podrá determinar, en su caso, el traslado de alguno de estos elementos de cimentación. De hecho, ya se sabe que hay dos pilares que estaba previsto inicialmente que se colocaran en la zona de 'maqbara' o cementerio, y que deberán reubicarse, ya que no se ajustan el plan especial, porque afectan a la percepción del espacio abierto.
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Es posible, además, que algunos sondeos deban postergarse a una segunda fase, primero porque es necesario mantener la zona de la rampa de acceso y evitar, de momento, los trabajos en el área que ocupa el pozo y zona de refrigeración del Palacio de San Esteban; y, segundo, porque es posible que en algunas áreas el nivel freático del terreno provoque la aparición de agua, lo que precisará del uso de una maquinaria más adecuada.
Por otra parte, y en cuanto a la protección de los restos, se deberán retirar las capas de gravas y geotextiles que se precise y que deberán reponerse tras el fin de los trabajos, pudiendo, incluso, proceder al desmontaje y traslado de elementos que se puedan ver afectados. «Este proyecto apuntala la apuesta por el patrimonio que supone la celebración del 1.200 aniversario de la ciudad, de la mano de un proyecto estratégico para Murcia», concluyó la vicealcaldesa y edil de Fomento y Patrimonio, Rebeca Pérez.
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