Vecinos de El Raal anuncian movilizaciones por el «abandono total» de la pedanía

«Estamos muy cansados de que no se nos tenga en cuenta. Somos un pueblo muy productivo, con empresas importantes del sector agroalimentario, y no se revierte ni una mínima parte de lo que se recauda. No nos sentimos ciudadanos de segunda, sino de tercera», lamentaba Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Vecinos de El Raal. Colectivo que el pasado viernes por la tarde convocó una concentración en la plaza de las Casas Nuevas en la que, según los organizadores, participaron medio millar de personas. «Llevamos mucho tiempo pidiendo la renovación de las aceras en la calle Mayor y la Orilla del Azarbe y nos están dando capotazos sin parar. Estamos muy hartos; aquí no se da un palo al agua desde hace un capazo de años, aunque el alcalde, José Ballesta, nos dijo que esta iba a ser la legislatura de las pedanías», destacó Gómez sobre los problemas de accesibilidad relacionados con el hundimiento de las aceras, que se construyeron sobre el cimbrado de acequias. «Varios vecinos han sufrido caídas; hace poco uno se rompió el fémur y otro el hombro», detalló sobre el estado de la calzada para peatones en la calle Mayor, la arteria principal del pueblo.

En la misma línea, el presidente de la Asociación de Vecinos denunció que no se haya arreglado todavía el socavón de grandes dimensiones de la Orilla del Azarbe que provocó un accidente el pasado mes de mayo en el que un vecino de 75 años se rompió cinco costillas al caer en el cauce del Azarbe Mayor, que discurre bajo la avenida. «No pasan más desgracias porque Dios no quiere».

El alcalde pedáneo de El Raal, Antonio Soto, también coincide con los vecinos en que la situación se ha vuelto insostenible. «El hundimiento de las aceras es un gran problema y desde La Glorieta siempre nos responden con el mismo cuento; nos dicen que renovarlas es muy costoso y que no hay dinero. Esto es una lucha constante; estamos peleando todos los días», aseguró. A lo que añadió el mal estado en el que se encuentran los caminos y veredas que, según indicó, están «plagados de baches». En este sentido, Soto resaltó que «son demandas históricas que no se solucionan desde hace veinte años y que hacen que los vecinos se sientan muy olvidados por el mal trato de todos los equipos de Gobierno; nadie cumple su palabra y son muchas las promesas incumplidas».

Por su parte, el concejal de Pedanías y Vertebración del Territorio, Marco Antonio Fernández, atribuyó los retrasos en la reparación de las aceras al recurso interpuesto por la asociación Huermur. El edil aseguró que «ya se ha resuelto el recurso de forma favorable para el Ayuntamiento y se ha reiniciado el proceso de licitación, que debe salir a exposición pública en cuestión de semanas. Se espera que pueda ir a la Junta de Gobierno en los próximos días, para empezar los trabajos en cuanto sean autorizados por Contratación». Una respuesta que no convence a los vecinos, que inciden en que «no queremos más parches».