«Por amor al arte», nunca mejor dicho. Ese ha sido el motivo por el que cuatro estudiantes del IES José Planes de Espinardo han hecho una guía mitológica sobre el bestiario de la Catedral de Murcia con el que han ganado una mención extraordinaria en un concurso escolar celebrado a nivel nacional. Los protagonistas de la recopilación de los animales representados en el monumento barroco son Lucía Martínez, Alba Hernández, Yolanda Murcia y Sergio Valera, quienes han acabado su etapa en el instituto con «muy buen sabor de boca», aseguran.
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«Nos lo propuso nuestra profesora Rosa como un trabajo de investigación de los animales mitológicos de la Catedral y nos pareció una idea muy interesante. Al principio de curso nos pusimos a buscar información y fue durante las vacaciones de Semana Santa cuando hicimos todo el trabajo de documentación en varias visitas», cuenta Sergio, de 18 años, que quiere estudiar Traducción e Interpretación. «Cuando se habla de investigación parece que lo asociamos a un laboratorio y no siempre es así. Nosotros somos de Letras», apunta.
Entre los descubrimientos que han llevado a cabo durante su trabajo les ha llamado mucha la atención la presencia de un unicornio en la capilla de los Vélez. «Nos sorprendió muchísimo encontrarlo ahí. En esa zona de la Catedral también hay un ciervo y, según lo que hemos investigado, los cuernos representan la abundancia en la mitología clásica y en la religión cristiana simbolizan la riqueza de moral».
«La Catedral está plagada de leones». Es otra de las conclusiones a las que han llegado estos compañeros de clase que viven repartidos entre Guadalupe, El Puntal y Espinardo. Han contabilizado un total de trece de estos felinos «por todas partes». «No es lo mismo encontrar un león en el campanario, donde puede representar la elevación a los cielos, que en la fachada de una puerta, donde simboliza ser un guerrero que defiende el templo», explican los jóvenes.
La capilla de Junterones es otro de los lugares de donde más 'chicha' han sacado los estudiantes para su guía mitológica, que les gustaría que pudieran conocer los turistas que visiten el monumento. «Es uno de los sitios donde más animales nos hemos encontrado, entre ellos un caballito de mar gigante que está ubicado en la bóveda. Tiene a un niño encima que representa cómo le enseña el camino al cielo y pensamos que puede tener relación con el mito de Perseo, que habla de que de todo mal puede salir algo bueno, lo que podría relacionar el final de la vida terrenal con el inicio de la existencia divina», detallan estos cuatro adolescentes, que no podrán volver a mirar la Catedral con los mismos ojos después del trabajo que les ha conectado con la cultura y con el que han comprobado que «las humanidades pueden ser divertidas». «Ya estamos pensando en examinar el Casino, la Facultad de Derecho y el Museo de Bellas Artes», adelantan entusiasmados.
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