Llámese cambio climático o como se quiera. Pero las altas temperaturas que está registrando el municipio de Murcia en las últimas semanas no parecen ... propias de estas fechas. El invierno parece no haber durado, meteorológicamente, ni un mes y eso acabar por confundir al 'reloj biológico' de la madre naturaleza. Buena prueba de ello es la detección en determinadas zonas húmedas del municipio de larvas de mosquitos, lo que ha obligado a adelantar las tareas fumigación de estos molestos artrópodos. Las picaduras no son ya solo para el verano.
Publicidad
«No recuerdo que se hayan empezado nunca tan pronto estas labores», explicaba ayer José María Meseguer, veterinario del Servicio de Salud del Ayuntamiento de Murcia, desde la rambla de Tabala, en la pedanía de Zeneta. Normalmente, el programa de control de estos insectos se divide en dos fases. Entre noviembre y marzo se desarrollan tareas de monitorización, en la que se vigila la situación en puntos seleccionados de los miles y miles de huevos que las hembras del mosquito colocan antes de la bajada de temperaturas. Estos pueden aguantar allí meses, a la espera de las condiciones adecuadas para su eclosión y el nacimiento de las larvas. Solo falta sumar a la ecuación agua y calor para que su ciclo vital avance, ingredientes que llegan usualmente con la primavera. Sin embargo, la subida de los termómetros ha adelantado este proceso más de un mes en algunas zonas del municipio, de manera que la 'fase 2', la de tratamiento, se está teniendo que ampliar cada vez más, ya que ahora se detectan larvas en pleno mes de febrero y el ciclo de reproducción llega hasta diciembre. En manga corta hasta casi la Navidad.
Lo ideal para el control de estos vectores es que se lleve a cabo de manera preventiva, antes de que alcancen su forma adulta: primero, porque se evita cualquier plaga; y segundo, porque esta actuación es mucho más sencilla e inocua para otros organismos, según explica Noé García, gerente de Lokímica, la empresa que desarrolla estas labores desde hace casi una década en el municipio de Murcia. Esto se logra gracias al uso de la 'Bacillus thuringiensis', una bacteria que atrofia el sistema digestivo de las larvas sin afectar a otras especies, como saltamontes, mariposas, anfibios o reptiles. «Hay países en los que incluso se pone, sin ningún problema, en el agua potable», explica.
Ver fotos
Previamente a la fumigación con el producto, un dron localiza las áreas donde se encuentran las larvas. A continuación, otros dos lo distribuyen por las zonas más recónditas en forma líquida (en áreas con agua estancada) y sólida (para su futura disolución tras próximas lluvias). En los espacios más accesibles se utiliza un cañón capaz de rociar a decenas de metros de distancia. La eliminación del mosquito adulto es, sin embargo, más complicada, ya que los compuestos empleados puede afectar a otros organismos. No obstante, hay veces en las que es necesario llevar a cabo estas actuaciones.
Publicidad
«La rambla de Tabala es un espacio termómetro para prever cómo se va a desarrollar la campaña en otros puntos del municipio», explica Alberto Agulló, técnico de Lokímica. Es el primero en el que se han detectado larvas este año. La zona de Beniaján suele ser otro de los puntos críticos de la huerta. Y todo ello sin olvidar los 52.000 imbornales que deben ser controlados cada año en Murcia, y que favorecen el desarrollo del mosquito en zonas urbanas.
Cuatro equipos de la empresa Lokímica realizan las tareas de vigilancia y control de la población de mosquitos en el municipio. Un quinto está atento a los posibles avisos vecinales, ante los que se debe intervenir en menos de 48 horas, según explica Eduardo González Martínez-Lacuesta, jefe del servicio de Salud del Ayuntamiento. Estas denuncias se concentran en los meses de primavera y verano. En 2020 se formularon 476, aunque el calendario del confinamiento hizo que fueran más numerosas en mayo y junio. Este año ya se ha dado parte de tres posibles focos en la carretera de Santa Catalina, en el barrio de la Paz y en Santiago y Zaraíche.
La presencia de mosquitos durante más meses al año también obliga a aumentar la vigilancia en cuanto que son vectores de transmisión de diversas enfermedades. En este momento se está actuando contra el 'Culex pipiens', mosquito típico de la huerta, capaz de transmitir los virus de la encefalitis japonesa o del Nilo Occidental, del cual hubo un brote el año pasado en Sevilla. Más adelante le tocará, entre otras especies, al mosquito tigre, procedente de Asia y transmisor de otras enfermedades tropicales.
Primer mes por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.