El recién recuperado San Antón de Puebla de Soto será visible en el Museo de la Ciudad de Murcia

El concejal de Cultura e Identidad, Diego Avilés, y Mercedes Orenes, depositaria de la imagen, firmaron el acuerdo por el que la familia propietaria de la imagen la cederá durante 30 años. Al acto asistió también el Presidente de la Junta Municipal de Puebla de Soto, Francisco Galera y la Vicepresidente de la Junta Municipal de Distrito Norte, María Luis Cárceles. La imagen regresará a la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes una vez concluya su estancia en el Museo de la Ciudad, donde volverá a gozar del cariño y de la devoción de los fieles de Puebla de Soto.

«Este San Antón salzillesco que hace pocas semanas devolvíamos a Puebla de Soto lo hemos querido exponer aquí, en el Museo de la Ciudad, para poner en valor no solo esta imagen, sino también la generosidad tanto del Presidente de la Junta Municipal de la pedanía, Francisco Galera, como la de Mercedes Orenes, quien cedió la imagen. Este es un paso más enmarcado en el proyecto de Murcia Barroca para la recuperación de nuestro patrimonio que busca poner en el mapa a nuestro municipio y posicionarnos como referentes en este estilo artístico», declaraba el concejal de Cultura e Identidad, Diego Avilés.

La composición de la figura y la disposición del propio santo se puede ver con la pierna derecha adelantada, con el dragón bajo sus pies y el cerdo a un lado, con el ligero movimiento de los pliegues de la túnica y con su cabeza inclinada hacia el enemigo. En la mirada del San Antón de Puebla de Soto hay serenidad, sus ademanes son menos intensos y carece de la agitación y la potencia de la talla posterior, en la que Francisco Salzillo aprovechó para trabajar lo que llamamos la «terribilitá» o los «movimientos del alma».

Además, esta imagen muestra el libro de la orden hospitalaria de los antonianos abierto por su mitad que aporta una oración: «Virgen encumbrada y predilecta / abres al hombre la puerta / que facilita su entrada / tú al pecador das morada / en el reyno del Señor / haces santo al que es traidor / y haciendo la noche, día / haces hijo de María / al más grave pecador / huye pues (de) las ocasiones / si te quieres salvar / y a la Virgen del Pilar / dirige tus peticiones».