El Morales Meseguer ya cuenta con una Unidad de Electrofisiología que permitirá diagnosticar y tratar arritmias. Hasta ahora, los pacientes del área VI de salud eran derivados a La Arrixaca cuando necesitaban procedimientos como la ablación por cateterismo, técnica que se utiliza para abordar la fibrilación auricular. «Este es un salto cualitativo muy importante para nosotros», destacó este lunes el jefe de sección de Cardiología del Morales Meseguer, Matías Pérez Paredes.
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El Servicio Murciano de Salud (SMS) disponía hasta ahora de dos unidades de arritmias de referencia: una en el Santa Lucía, que cubre tanto Cartagena como el área del Mar Menor, y otra en La Arrixaca, que asume el resto de la Región. Pero con el envejecimiento de la población y el aumento de la cronicidad, el número de pacientes que requieren de atención en estos servicios ha ido creciendo. A partir de ahora, el Morales Meseguer atenderá a sus propios pacientes, y también, previsiblemente, a los del área de Cieza, según explicó Pérez Paredes.
La nueva sala de Electrofisiología del Morales Meseguer dispone de la última tecnología gracias a una inversión de un millón de euros, de los que 800.000 proceden de fondos europeos, a través del Plan Inveat diseñado por el Ministerio de Sanidad. El resto son fondos propios de la Comunidad. Al Morales Meseguer le faltaba esta incorporación de tecnología para poder empezar a tratar a sus pacientes con arritmias, porque ya dispone desde hace varios de personal preparado para ello. En concreto, hay dos cardiólogos acreditados que han trabajado en colaboración con La Arrixaca.
Los procedimientos que se desarrollarán en esta nueva unidad son «muy complejos», destacó Pérez Paredes. Al mes, pasarán por esta sala entre 15 y 20 pacientes, según las previsiones. El consejero de Salud, Juan José Pedreño, destacó que la nueva infraestructura permitirá desahogar la lista de espera regional, porque el Morales Meseguer pasará a asumir, aproximadamente, un 30% de los pacientes que en la Región requieren de estos procedimientos.
La fibrilación auricular es la arritmia más común. Hay una «prevalencia enorme» que lleva a Pérez Paredes a hablar de «epidemia». Según datos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el 4,4% de la población mayor de 40 años padece esta patología, un porcentaje que se acerca al 18% entre los mayores de 80. En esta nueva sala se podrá tratar la fibrilación auricular mediante la ablación, un procedimiento que pasa por introducir un catéter para, mediante energía caliente o fría, provocar pequeñas lesiones en la desembocadura de las venas pulmonares en el corazón. De esta forma, se bloquean las señalas eléctricas anormales que provocan la arritmia.
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Junto a los avances en el tratamiento, Pérez Paredes recuerda la necesidad de abordar la prevención. El tabaquismo, con tasas de fumadores diarios que superan el 25% en la Región de Murcia, o la obesidad son factores de riesgo que están detrás de la elevada prevalencia de enfermedad cardiovascular, recordó el cardiólogo.
Control de marcapasos
En su visita al Morales Meseguer, el consejero de Salud destacó otros avances en el hospital, como la puesta en marcha de las consultas de cardiología de alta resolución, donde se evalúa al paciente, se realizan las pruebas correspondientes y se resuelve el problema clínico en un acto único. «Estas consultas son ya más numerosas que las tradicionales y ello ha sido posible gracias a que se dispone de un equipo de Ecocardiografía en cada una de ellas», destacó la Consejería.
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Además, se ha establecido un protocolo para un «control remoto» que evita desplazamientos de pacientes que portan marcapasos. Cerca de 1.000 pacientes del área VI de Salud se benefician de este sistema, destacó Pedreño. Los pacientes más graves son seguidos en la Unidad de Insuficiencia Cardíaca, «donde son atendidos presencialmente sin demoras, reciben tratamientos endovenosos el mismo día de la consulta y están controlados a diario por una enfermera gestora de este proceso».
Asimismo, el consejero puso en valor «la coordinación» de Cardiología con «otras especialidades médicas en unidades multidisciplinares, como la Unidad de Cardio-oncología, que se encarga de la valoración y seguimiento de los pacientes oncológicos en tratamiento quimioterápico potencialmente cardiotóxico» y la Unidad de Imagen Cardíaca,« en la que participan radiólogos torácicos». Además, en los últimos años se ha desplegado la colaboración vía interconsulta no presencial con atención primaria a través del programa Carprimur.
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