Antonio Navarro. J. Carrión / AGM

«Hay margen para el acuerdo por la responsabilidad de todas las partes»

El concejal de Medio Ambiente recuerda que la mayoría de medidas son preventivas y dice que amenazar con paros no es forma de conciliar

Manuel Madrid

Murcia

Jueves, 19 de abril 2018, 03:41

El gobierno local rechaza las posiciones extremistas en la lucha contra el ruido y cree que es posible encontrar «puntos de encuentro con los hosteleros». «Vecinos somos todos», entiende Antonio Navarro, responsable de Urbanismo y Medio Ambiente. «Hay mucho margen para el acuerdo y el consenso por la responsabilidad de todas las partes y tenemos que encontrar un punto de equilibrio. Ahora hay que estudiar las alegaciones». Desde el ejecutivo de Ballesta no temen la convocatoria de una huelga, «porque actuar bajo amenazas no es forma de llegar a acuerdos». Navarro recuerda que la mayoría de medidas previstas en las zonas de protección acústica especial son preventivas, no restrictivas, y tenemos que actuar en todas las direcciones en cumplimiento de la reglamentación y ser prudentes actuando con máxima responsabilidad». Según el edil de Medio Ambiente, el Consistorio está sensibilizado con el cumplimiento de la normativa para reducir la contaminación acústica «y hay que abordar la solución con perspectiva integral».

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«No reconocen el origen»

Desde la asociación No Más Ruido, Pedro Pérez Piernas manifestó ayer que «los hosteleros siguen sin reconocer que son el origen del problema del ruido causado por la actividad de ocio, es decir, la actividad que desarrollan sus establecimientos y sus clientes. Siguen sin reconocer la propia existencia del problema, al negar validez al Mapa de Ruido de Ocio». Según Pérez Piernas, este documento constata que existe el problema y es el punto de partida para solucionarlo. «Siguen amenazando a la sociedad con la ruina, el cierre de negocios y el despido de empleados si no se hace lo que quieren. Descalifican a otras organizaciones de empresarios de hostelería que no piensan como ellos tachándolas de minoritarias. Acusan al Ayuntamiento de menospreciar al sector (¿se trata de una velada amenaza?). Acusan al Ayuntamiento de no tener voluntad de colaborar para solucionar el problema. Es decir, no solo achacan a los demás sus propias carencias, sino que continúan con su absoluta falta de empatía al no comprender que detrás del problema del ruido hay personas que sufren en su salud, en su actividad diaria, en sus relaciones, en su convivencia y en su economía familiar. Y encima los responsables son los demás», enfatiza.

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