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Operarios de PreZero retiran la basura, escombros y otro tipo de restos depositados en La Azacaya. Javier Carrión / AGM

Desmantelan un vertedero ilegal en La Azacaya de Murcia por la presión vecinal

El recinto donde se celebraba la Feria de Ganado de Murcia ha funcionado como un depósito de escombros durante los últimos meses

Juana Martínez

Jueves, 20 de abril 2023

Sofás, frigoríficos, ladrillos, cañas, bañeras, sacos, maderas y restos varios de obras se acumulaban en La Azacaya, en Murcia, ante la indignación de los vecinos. «Venían camiones, furgonetas y coches particulares a descargar sus desechos aquí», exclamaban este jueves mientras los operarios de PreZero retiraban ... los escombros con palas y maquinaria pesada. Fueron varios los grupos de curiosos, de todas las edades, que se acercaron a ver los trabajos que se estaban realizando. «Llevaba así unos 5 meses», comentaban aliviados por la desaparición de un «foco de insalubridad».

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A Johnny Zhanwei, propietario de una tienda ubicada frente a la zona en la que se encontraban los residuos, tenía que soportar que «en los días de viento se me llenara todo de plásticos y el polvo nos entrara en los ojos». Además, «a los clientes les daba mala impresión venir y encontrarse con eso, era como una montaña de basura».

Pepa Romero, que reside en la población, cerca del río, pide que «lo dejen como estaba», aunque asegura que «llevan veinte años prometiéndonos que lo iban a arreglar y a poner unos bancos». «Ya no queremos ni eso, solo que lo limpien», apostillaba.

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Esas labores de recuperación comenzaron este jueves por la tarde a toda prisa. «Avisamos varias veces al Ayuntamiento y no nos hicieron ningún caso. Ni ellos ni la Comunidad querían saber nada. Pero tras la llamada al Seprona hace unos días parece que se ha agilizado la situación y ya han empezado a quitar los escombros», relata Rafael Fernández Gallardo, que vive en Los Dolores. Este hombre se asombró hace unos días de que «hubieran dejado que esto estuviera en este estado». Cuando LA VERDAD acudió, los trabajadores ya habían retirado más de la mitad de los materiales, pero seguían quedando restos que eliminar. Remarca Fernández que, por otra parte, que «aquí no hay ningún cartel que diga que se puede tirar basura».

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«Antes usábamos este área para pasear a los perros, para que las crías que salen en las carrozas ensayaran o para que las peñas huertanas hicieran paellas de convivencia; era un parque de recreo», relataba Pepa. Ahora, en cambio, solo trae «peleas, ratas y suciedad; es un desastre».

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