El servicio municipal de control de plagas ha ampliado el contrato para incluir en este seguimiento los problemas que puedan producirse con los chinches en los colchones, las pulgas, garrapatas y avispas. Hasta ahora la actuación del Ayuntamiento se centraba en los roedores, cucarachas y mosquitos, en sus distintas especies, así como en quironómidos (una especie de mosca).
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Esta fue una de las novedades anunciadas ayer por la concejala de Salud, Pilar Torres, durante el balance de la actuación del servicio en 2024. La edil comentó que la empresa concesionaria del contrato bianual, dotado con más de un millón de euros, Lokímica, llevará a cabo un control integral, con identificación y vigilancia de focos, además de «un seguimiento e intervención preventiva y respetuosa con el medio ambiente y la salud».
Para ello, entre el equipamiento móvil, la empresa utilizará un helicóptero y drones destinados a aquellos lugares de difícil acceso con vehículos adaptados.
El servicio controlará más de 500 edificios públicos, como escuelas, centros culturales, consultorios médicos y dependencias municipales. Y se intervendrá en unas 13.000 ubicaciones al aire libre, que incluyen el alcantarillado público, redes de alumbrado, parques y jardines.
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