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La brecha entre los hogares más ricos y más pobres de Murcia llega a 30.000 euros

La brecha entre los hogares más ricos y más pobres de Murcia llega a 30.000 euros

Los peores ingresos se registran en las barriadas de La Paz, Los Rosales y el Espíritu Santo

Domingo, 10 de noviembre 2024, 07:38

No deja de resultar curioso, por mucho que sea una cuestión ya interiorizada, que el eje norte-sur sea un indicador tan claro a la hora de marcar el índice de desarrollo económico y de renta en prácticamente todas las escalas territoriales. Ocurre a nivel global con los dos hemisferios, se repite en el seno de continentes como el europeo y no hay ni que recordar lo que dicen las cifras en el conjunto de España.

El mapa de calor de la ciudad de Murcia no desmiente, a grandes rasgos, esta premisa distributiva, teniendo en cuenta que el casco urbano se encuentra en la parte septentrional del municipio. De hecho, el área de su término municipal con mayores rentas medias por hogar se halla en la conocida ya como la nueva 'milla de oro' de la capital, ubicada más allá de la plaza Circular, mientras que la más pobre se enclava en una conflictiva barriada de las pedanías del sur.

Mapa interactivo de la Renta por unidad de consumo

Entre ambas, una diferencia de más de 30.000 euros anuales -y cuatro veces más ingresos-, la cual se reduce a algo más de 23.600 euros -y dos veces y media más de recursos disponibles- si se tienen en cuenta los guarismos de las diez áreas más ricas y las diez más pobres. No obstante, se trata de un 'statu quo' que en cierto modo se ha cronificado, ya que los ingresos de ambos grupos, aunque no en términos absolutos, sí han crecido casi lo mismo porcentualmente, alrededor de un 11%, en relación a los registrados en 2019, el último año prepandemia.

Se extraen todos estos indicadores de los últimos datos -los de 2022- recogidos en el Atlas de distribución de renta de los hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE). Estos permiten comparar los ingresos de los vecinos agrupados en las casi 400 secciones censales del municipio, una unidad territorial configurada con una población de entre 1.000 y 2.500 habitantes por cada una.

Aunque las tablas recogen también la renta neta media por persona, es más útil para realizar la comparación el uso de la mediana por unidad de consumo de los hogares, la cual tiene en cuenta todos los ingresos familiares y el número de miembros en el hogar, computados -en la división- de manera ponderada: el primer adulto equivale a una persona, el resto de mayores de 13 años, a media, y los menores de esta edad cuentan como 0,3. Así se logra homogeneizar los distintos tipos de familia para ajustar el análisis.

Partiendo, por tanto, de esta última métrica, las unidades de convivencia con mayor poder adquisitivo son las que tienen su domicilio en el entorno de la avenida de Europa. De esta manera, las familias residentes en esta gran calle salón, ubicada en el entorno de la avenida Juan Carlos I, ingresan de media 37.800 euros al año, una cuantía notablemente mayor que la de las zonas más pudientes del casco histórico de la ciudad.

No obstante, las estadísticas, aunque con unos resultados similares, sí benefician a estas últimas áreas urbanas si el cálculo se realiza atendiendo a la renta media por persona, que premia una presencia mayor de hogares unipersonales o sin hijos a cargo. De esta manera, siguen en ingresos a los vecindarios ubicados al norte de la avenida Abenarabi las zonas localizadas al oeste del Paseo Alfonso X, incluyendo el llamado jardín de los Perros -con 35.350 euros de rentas anuales-, Santa Catalina y los alrededores de la plaza Santa Isabel y las manzanas del barrio de San Miguel comprendidas entre el Palacio de San Esteban y la avenida de la Constitución con la calle Doctor Marañón, con 32.550 euros en ambos casos.

Es necesario reseñar que, en una lista dominada por enclaves potentados de corte urbanita, se cuela en los primeros puestos la urbanización La Ladera de Churra, en el extremo más septentrional del municipio y que entre chalés y piscinas privadas recoge 33.250 euros anuales de media por hogar. A una cierta distancia, y en una situación similar, se encuentran las urbanizaciones de Mirador de Agridulce, al norte de Guadalupe, y lindando con el campus de Espinardo, con 29.050 euros de renta anual. Unos 1.400 euros de ingresos menos por hogar presentan sus vecinos del sur, los de la urbanización El Portón, junto al monasterio de los Jerónimos.

Salto al fondo del 'ranking'

Representan estas urbanizaciones una de las fronteras de la desigualdad más acusadas del municipio, por la cercanía que presentan -aunque con la A-7 como barrera-, con el barrio periférico de Espinardo y, dentro de este, con la barriada del Espíritu Santo. Apenas 9.450 euros son las rentas percibidas por un hogar en este enclave, convertido desde hace décadas en un auténtico gueto.

Sin embargo, no es el punto con los ingresos familiares más raquíticos del término municipal, los cuales vuelve a anotarse la barriada de Los Rosales, en El Palmar, con apenas 7.350 euros por unidad de consumo familiar en su parte más desfavorecida. Comparten ambos problemas de narcotráfico y una importante concentración de viviendas sociales de titularidad municipal, que también se repiten en la manzana que acoge las llamadas '507' del Infante, donde los ingresos se anclan en los 9.450 euros al año.

Junto a todas ellas, se incluyen en el fondo del 'ranking' las distintas zonas del céntrico barrio de La Paz y del anexo polígono de La Fama, que van desde los 8.050 euros a los 10.150 euros anuales. Representa este distrito, quizás, el mayor ejemplo de la verdadera frontera para el dinero, registrando el salto más abrupto al pasar en pocas calles del centro urbano, con rentas de en torno a 30.000 euros, a vecindarios con otras inferiores a los 10.000 euros. Fuera de estas barriadas, consideradas como 'sospechosas habituales', tampoco salen bien parados puntos de algunos barrios al sur del Segura como Barriomar y el entorno de la carretera de Alcantarilla, la Colonia de San Esteban, en San Pío X, y la zona meridional del Carmen. La desigualdad también se dibuja sobre plano.

Bolsas de pobreza en las pedanías más rurales y en las del cinturón

Más allá de las barriadas marginales con una situación social extrema, acogen también las pedanías varios de los puntos con los ingresos más bajos. Hay que distinguir, por un lado, los enclaves del primer cinturón -el más poblado-, de aquellos más alejados que tienen un carácter rural. En el primer grupo se hallan el área del Cabezo de la Cruz en Cabezo de Torres -11.550 euros- u otras de Puente Tocinos con 12.950 euros. En el segundo grupo entran zonas de Torreagüera, Lobosillo y Sucina, con 11.550, y de Alquerías, Los Ramos y Zeneta, con 12.250 euros. Distinto es el panorama en la huerta periurbana oeste o las pedanías de la cordillera cercanas a El Valle, que salen mejor paradas. Hay diferencias norte-sur pero también centro-periferia y campo-ciudad.

El tranvía, eje de las zonas más ricas; la inmigración, de las desfavorecidas

«Aquí viven, entre otros perfiles, jueces, abogados, farmacéuticos o dentistas», explica Toñi Valiente, presidenta de la Asociación de Vecinos Abenarabi Norte, en relación a la avenida de Europa, zona con mayor renta ponderada por hogar de Murcia. Recuerda Valiente que esta vía «peatonal y tranquila» empezó a edificarse a finales de los años 80, pero que fue en el inicio del siglo XXI cuando empezó a disparar sus precios. «Hubo quien vendió porque, con lo que le daban por el piso, compraba dos en otras partes», apostilla Valiente, explicando que estos vecinos «están a tiro de piedra del centro y es un lugar ideal para formar una familia».

Curiosamente, la línea de tranvía que pasa junto a este vecindario desemboca en otro de los enclaves con mayor renta del municipio, la urbanización La Ladera de Churra. De hecho, reconocen sus vecinos que la posibilidad de llegar al centro urbano sin coche es uno de los atractivos de este entorno, que facilita la movilidad de sus vástagos. «Esto empezó como cosa de un grupo de unos amigos y, finalmente, unas 185 familias -ahora son 600- formamos una cooperativa para levantar esto en los 90, en la finca de los herederos de Carolina Codorníu, para comenzar a instalarnos en el 2000», comenta una de esas vecinas primigenias, destacando que en los años siguientes se disparó la cotización de la zona. «Aquí, rodeados de naturaleza, han vivido y viven personajes relevantes de la sociedad murciana», concluye.

En la otra cara de la moneda están los vecindarios con menores ingresos por hogar. «Esto es una ciudad sin ley y no hay voluntad de solucionarlo», empezando por el trapicheo de drogas de varios clanes familiares, señala Juan Luis Jiménez, que fue presidente de la Asociación de Vecinos de Los Rosales durante 24 años. La inmigración tiene un importante peso en este barrio, como lo tiene cada vez más en Torreagüera, una de las pedanías con áreas de menor renta. «El casco antiguo tiene una población muy envejecida y, conforme fallecen los propietarios de las viviendas, familias inmigrantes, con bajos niveles de renta, las adquieren», explica Raúl Jiménez, cronista de Torreagüera.

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