Barriomar pide ayuda para restaurar la vidriera de Carpe de su templo

La parroquia La Purísima de Barriomar (4.500 habitantes), en Murcia, tiene en marcha una campaña de recaudación de donativos destinados a sufragar la restauración de la gran vidriera de la fachada principal del templo. Se trata de la obra de arte más llamativa que guarda el edificio, enclavado en la avenida Ciudad de Almería: fue realizada por el pintor y muralista Antonio Hernández Carpe y ya ha cumplido medio siglo.

Es un buen ejemplo de la renovación estética que llegó a la arquitectura religiosa a mediados del siglo XX. Terminada en los años 60, la modesta edificación de Barriomar (un diseño del arquitecto Pedro Cerdán Fuentes) se adornó con obras de artistas del momento; además de Hernández Carpe, esta parroquia cuenta con una imagen de la Virgen tallada por Antonio Campillo para el altar mayor. En otros templos contemporáneos, como el del complejo residencial de Espinardo (ya desacralizado) y el del psiquiátrico de El Palmar, ocurrió lo mismo.

«Somos una parroquia humilde; la mayoría de los feligreses son personas mayores, pero también tenemos derecho a contar con una iglesia digna», afirma el sacerdote Rafael Morales. Es el impulsor de la restauración de la vidriera, que mide cinco metros de alto por seis de ancho. Ya ha sido desmontada y trasladada a una empresa especializada de Yecla para su rehabilitación. El paso del tiempo y una granizada dejaron bastantes cristales rotos, y también necesita un nuevo emplomado.

El coste del proyecto asciende a 25.000 euros. La Comunidad Autónoma, el Obispado y la Universidad Católica (UCAM) ya han hecho aportaciones; también se han organizado actos, como un concierto benéfico. Pero aún no se ha cubierto dicha cantidad, por lo que se ha habilitado una línea de bizum para donativos (clave 10239). Los trabajos de restauración van a buen ritmo, aunque todavía no hay fecha de entrega. «Nos hubiera gustado que la vidriera volviera para la fiesta de la Inmaculada Concepción [el 8 de diciembre], pero no podrá ser», explica el párroco.

La colorida pieza de Barriomar está decorada con formas geométricas y elementos florales. Aunque los murales de Hernández Carpe (Espinardo, 1921-Madrid, 1977) ornamentan sobre todo edificios civiles, el pintor también aportó su arte a la arquitectura religiosa. En la Región de Murcia dejó obras en la iglesia de Barranda de Caravaca de la Cruz (los ángeles y los cuatro evangelistas de la fachada) y en la de la Asunción de Alcantarilla (con el vía crucis en mosaico más grande de Europa). Como recuerda Germán Ramallo, catedrático de Historia del Arte Moderno y Contemporáneo, además de las vidrieras de Barriomar, realizó otras diez piezas para la iglesia del Sagrado Corazón de Molina de Segura. Reflejan el protagonismo de la luz en la religiosidad del momento, siguiendo las directrices del Concilio Vaticano II.

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